En respuesta al asesinato del agente de policía Luis Burciaga, miembros de la Policía de Frontera comenzaron a presentar renuncias a la corporación, debido a la ausencia de apoyo de mandos y municipio. Esta falta de respaldo se evidencia en la carencia de un seguro de vida para sus familias u otros mecanismos de asistencia.
En la actualidad, se registraron varias renuncias de al menos cinco agentes municipales. La trágica pérdida de un policía a manos de un ataque armado ha destacado la precaria seguridad económica de las familias de estos servidores públicos.
Aunque algunos agentes han mencionado motivos personales para su retiro, la razón recurrente tras las salidas de la corporación es la falta de apoyo económico y legal para los efectivos.
Tres agentes, que han preferido no revelar sus identidades mientras se preparan para presentar su renuncia, han manifestado que, tras revisar la situación, se han percatado de la carencia de un seguro de gastos médicos y de vida, así como de cualquier ayuda destinada a sus familias en caso de una tragedia fatal.
Estos agentes han compartido que esta información se ha difundido entre sus colegas, y un número considerable de ellos están experimentando un sentido de inquietud al exponerse diariamente a situaciones de riesgo sin contar con una protección económica.
En un cierre, los integrantes de esta entidad se mantienen en sus puestos de trabajo para atender trámites personales, aunque algunos han optado por buscar empleo en Estados Unidos debido a la consideración de que el riesgo inherente a trabajar en la corporación resulta innecesario.
Con el fallecimiento del agente Luis Burciaga, se ha puesto de manifiesto la situación de falta de respaldos o apoyos de este tipo entre los miembros de la Policía de Seguridad Pública de Frontera, lo que ha llevado a algunos a reconsiderar su pertenencia a la corporación y tomar la decisión de separarse de ella.
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