Redacción El Coahuilense
El Coahuilense
La inconformidad del aun subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía Berdeja, con el resultado de las encuestas de Morena que lo dejaron fuera de la contienda electoral por ese partido ha llegado a un punto de fractura: el político ha deslizado que participará en la elección llevando hasta el último momento la duda sobre su permanencia en el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador.
“La lucha sigue” es la frase que desde el mismo 12 de diciembre, cuando se dieron a conocer los resultados por el dirigente nacional morenista, Mario Delgado, ha sido reiterada en los mensajes del lagunero y en las etiquetas de redes sociales que sellan los profusos mensajes de sus simpatizantes.
Las versiones periodísticas han causado confusión en la opinión pública. El martes 10 de enero, por ejemplo, el periodista Álvaro Delgado informó por la mañana, a través de su cuenta de Twitter, que Mejía Berdeja se había acercado a Movimiento Ciudadano, partido en el que había militado hasta 2018.
Horas después, en torno al mediodía, el diario Reforma publicó una nota periodística sin identificar fuentes, en la que anticipaba que el subsecretario sería abanderado de una coalición de los partidos Verde y PT.
Por la tarde, José Refugio Sandoval, líder moral del Partido Verde en Coahuila, anunció que la única negociación que sostenían era con el partido local Unidad Democrática de Coahuila (UDC) y que su convicción era lanzar como candidato a Evaristo Pérez Lenin Rivera.
Más o menos en paralelo, el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, Alfonso Danao, dio a conocer que se había roto la negociación con UDC por consideraciones legales, una alusión a la necesaria postulación de una mujer, toda vez que el partido naranja postula en el Estado de México a Juan Zepeda.
La noticia resultaba verosímil, dado que simpatizantes de Mejía Berdeja suelen emplear la etiqueta #PlanSanLuis
La víspera, Mejía Berdeja colocó un video en su cuenta de Facebook, haciendo una crítica al manejo de la deuda del estado que aprobó el Congreso local en diciembre, un asunto punto de partida para insistir en la continuidad de su aspiración, deslizando únicamente que haría un anuncio en breve.
Los tiempos están encima: Mejía Berdeja debe renunciar a más tardar el viernes a su cargo en el gabinete federal conforme a las disposiciones electorales y, ese mismo día, se deben registrar los acuerdos de coalición.
En una conferencia de prensa con los morenistas mexiquenses realizada el pasado lunes, Mario Delgado advirtió que esperaban concretar la coalición en breve pero aseguró que era un hecho la participación de Morena-PT-y Verde además del Panal, en el Estado de México. Nada expuso sobre Coahuila.
El Plan San Luis o la ruptura
La referencia tiene una doble connotación: por un lado, invoca el Plan de San Luis, emitido por Francisco I Madero en 1910 contra el fraude electoral y, con ello, el inicio de la Revolución Mexicana; por otro lado, remite al triunfo electoral de Ricardo Gallardo en la elección potosina de 2021, quien ganó la gubernatura por la coalición Verde-PT, dejando en la lona a una exfuncionaria potosina identificada con el PRI pero postulada por Morena, es decir, lo mismo que acusa Mejía Berdeja al precandidato único morenista en Coahuila, Armando Guadiana.
Aun cuando el 15 de diciembre, el presidente López Obrador dijo en la “mañanera” que el subsecretario había aceptado los resultados y seguiría en su gobierno con algunas tareas de representación en Coahuila, dos días después, el 17 y luego el 18 de diciembre, Ricardo Mejía llamó a “no desmovilizarse”, mantuvo sus críticas al hoy senador con licencia Armando Guadiana Tijerina, anunció un movimiento político e inició la repetición de la frase “la lucha sigue”.
Para finales de diciembre, un sector del Consejo Estatal de Morena, incluida su presidenta, Yamille Mtanous, inició los movimientos beligerantes contra el método implementado por la dirigencia nacional con un alegato de ruptura contra un uso y costumbre morenista, como lo es la anticipación a los tiempos de ley mediante la invención de una figura que no está en los estatutos: la Coordinación de los Comités de Defensa de la 4T.
La exigencia del consejo fue que se volviera a practicar una encuesta dentro del período de precampaña, advirtiendo que había una violación estatutaria. En una carta dirigida a Mario Delgado la primera semana de enero, Mtanous expuso que era en apego a las disposiciones estatutarias y no por apoyar a un aspirante.
Lo cierto es que Mejía Berdeja ha mantenido de su lado a la mitad más seis, para un total de 37 consejeros estatales de 62 que integran dicho órgano, que el fin de semana envió una representación a la Ciudad de México para reunirse con el dirigente Mario Delgado y el presidente del Consejo Nacional, Alfonso Durazo. El diálogo fue infructuoso para su causa pues la dirigencia mantuvo su decisión aunque con vacíos respecto a los reclamos por violación al estatuto.
La información compartida por consejeros de Morena que participaron en la encerrona apunta a que Mario Delgado les dijo que hubo una convocatoria abierta y cerrada el 1 de enero pero no respondió en dónde fue publicada, un requisito estatutario y de ley, como uno de los aspectos críticos de la selección de candidato.
Así, puede decirse que “la lucha sigue” en dos vías: la judicialización del proceso interno de Morena o bien, la salida rumbo a otro partido político.
Mejía y Lenin
Cambiar de partido es una posibilidad tangible para Mejía Berdeja, aunque eso suponga abandonar las filas del partido más exitoso de los últimos años que, además de la Presidencia de la República, suma desde 2018 la mayoría en las dos Cámaras y los gobiernos de 21 entidades federativas, con sus respectivos congresos y numerosos ayuntamientos.
En su trayectoria, Mejía Berdeja ha transitado del PRI al que renunció en 1997, al PRD del que se fue en 1999. De Movimiento Ciudadano y sus antecedentes, a Morena apenas en 2018. Esto es, cuatro partidos. En principio, las relaciones del subsecretario pasan por contactos sólidos en el PT, especialmente, vía la senadora Geovanna Bañuelos, quien lo habría llevado a conversaciones con en días pasados con el líder moral petista, Alberto Anaya.
Tras la versión de que Mejía habría visitado MC la mañana del martes 10, las posibilidades de un abanderamiento naranja se desvanecieron por el mismo motivo que la coalición con UDC, esto es que, deben postular mujer y están decididos a ir en solitario. El subsecretario habría buscado sumar a MC con PT y Verde.
El círculo de Mario Delgado confió a este medio que el dirigente seguía intentando mantener la coalición Morena-PT-Verde, llevando a Guadiana, cuyo equipo se dice seguro de la coalición con el PT.
Por su parte, Evaristo Lenin Pérez Rivera ha dicho que participará solo después de romper la alianza que pretendía crear con Morena desde hace meses.
Con el cierre de 2022 y durante los primeros nueve días de enero, la construcción de una coalición de UDC con Movimiento Ciudadano se fue al traste. En tanto, el anticipo del Partido Verde local sobre una coalición se percibe dudosa en tanto el nacional no se ha pronunciado.
La inestabilidad en las posiciones del Verde así como el manoteo interno en el nacional, no terminan de despejar las rutas.
A nivel local, el Verde proyectó primero participar llevando como candidata a la diputada local, Claudia Elvira Rodríguez; luego proyectó a José Refugio Sandoval; perfiló al influencer, regidor en Ramos Arizpe, Alejandro Martínez Álvarez y, finalmente, a Evaristo Lenin Pérez Rivera.
Todavía la noche del 10 de enero, dirigentes del Verde confiaron a El Coahuilense que buscaban una negociación con Evaristo Lenin para abanderar con Verde-UDC-PT a Mejía Berdeja. En tanto, en el Senado de la República, Manuel Velasco Coello, insiste en arropar a Guadiana.
El mismo martes, El Coahuilense buscó a Ricardo Mejía Berdeja y a Evaristo Lenin Pérez Rivera, con el propósito de consultar sus rutas pero hasta la redacción de este trabajo, no hubo respuesta.
La tarde de este miércoles, el líder morenista Mario Delgado se reúne en la Ciudad de México con las dirigencias del PVEM y del PT para decidir el futuro de una eventual coalición en Coahuila.
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