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Interesante reflexión sobre los problemas de la clonación humana.
Cuando Cameron (Mahershala Ali) es diagnosticado con una enfermedad terminal, siente que su mundo se desmorona. Sin embargo, una científica le ofrece una solución extrema y poco explorada: proporcionarle un clon para que lo reemplace, sin que lo sepa su esposa, mientras él, desahuciado, deja que su vida se extinga en un refugio paradisiaco, apartado del mundo.
Sin embargo, el plan no resulta como se supone, pues el hombre sustituido siente que todavía puede amar a su mujer, lo que lo hace tener dudas sobre su decisión. El problema es que su doble también puede tomar decisiones propias y, de hecho, ya ha ocupado cómodamente su lugar en el hogar.
La historia de ciencia ficción, creada por el debutante Benjamin Cleary, afortunadamente toma distancia de lo que podría ser la exhibición de tecnología para concentrarse en profundos dilemas filosóficos sobre la creación de seres idénticos.
En este caso, Cameron tiene muchas vacilaciones, pues considera que tal vez lo mejor fue decirle la verdad a su esposa, en lugar de utilizar un truco extremo para hacerla feliz, condenándose a morir en vida.
La alteración del orden natural mediante la multiplicación artificial de formas de vida va a tener graves consecuencias, se advierte aquí.
Es un drama inteligente que abre interrogantes que inquietan.
(PG-13. Orientación de los padres a menores de 13 años)
@LucianoCamposG
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