Autopistas en mal estado, pese al aumento de tarifa

abril 4, 2023
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Foto Guardia Nacional Carreteras

Después del reciente aumento del 8% en las tarifas de peaje de las autopistas administradas por Caminos y Puentes Federales (Capufe) en la primera semana de febrero, los usuarios de estas carreteras expresaron sus quejas en redes sociales, argumentando que el precio por utilizar estas vías no justifica la calidad del servicio y la seguridad que se ofrece.

En las autopistas de la Región Sureste se encontraron deficiencias en las áreas de descanso, fallas en el mantenimiento de las rampas de emergencia y presencia de baches que ponen en peligro a los usuarios, especialmente en la autopista Saltillo-Torreón.

Durante su recorrido por la carretera 57D, desde el entronque Ojo Caliente hasta la plaza de cobro Carbonera, se pudo constatar la falta de seguridad para los conductores, debido a la presencia de al menos ocho retornos que permiten el cruce de vehículos entre comunidades y zonas industriales, lo que ha ocasionado varios accidentes fatales.

La poca señalización de las líneas divisorias de carril y los acotamientos reducidos aumentan el riesgo para los conductores en caso de emergencia, a pesar de que este tramo resguarda las instalaciones del Módulo Paisano, la seguridad y vigilancia por parte de las autoridades de la Guardia Nacional división Caminos es insuficiente.

Aunque la caseta de cobro funciona eficazmente y no se reportan fallas en el pago con tarjeta electrónica bajo el sistema de Identificación Automática Vehicular (IAVE), el servicio prestado no es congruente con el costo de las tarifas de peaje.

La construcción de la autopista entre Saltillo y Torreón, que se inició en la administración de Carlos Salinas, ha sido objeto de críticas debido al alto riesgo que representa para los conductores.

La vía, originalmente conocida como la 4-2-4, debido a su reducción de carriles entre las plazas de cobro Plan de Ayala y La Cuchilla, ha sufrido varias correcciones en su trazo, pero parece que nunca se termina de arreglar. La falta de acotamiento y la cinta de concreto destinada a evitar inundaciones son dos de las principales preocupaciones en cuanto a seguridad.

Además, las largas esperas en la plaza de cobro Plan de Ayala, que pueden ser de hasta cuatro horas en días festivos, han reducido los beneficios que se esperaban de esta vialidad, por si fuera poco, la disponibilidad de ambulancias y paramédicos es incierta, ya que muchos concesionarios no cumplen con la obligación de ofrecer este servicio mínimo.

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Con información de El Diario de Coahuila

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