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Torreón.- En la iglesia de San José se llevó a cabo la celebración de la Misa del Santo Crisma, la cual fue presidida por el obispo de la Diócesis de Torreón, Luis Martin Barraza Beltrán y los sacerdotes de las 62 parroquias.
Ahí se dio la bendición de los santos óleos y se renovó la ordenación sacerdotal.
Este jueves santo en la misa crismal se celebra a la iglesia católica, al sacerdocio ministerial y a todos los bautizados, lo que se les denomina también como sacerdotes ordenados quienes realizaron su renovación de sus promesas hechas en materia de castidad y obediencia.
La Misa del Santo Crisma es una misa que solo puede ser presidida por el obispo, ya que es el obispo el pastor y cabeza de la iglesia.
En esta misa el obispo bendijo el óleo de los catecúmenos que se utiliza en el sacramento del bautismo.
También bendijo el óleo de los enfermos, con el cual todos los sacerdotes ungen a los hermanos más enfermos.
Y por último consagro el Santo Crisma, que se utiliza para el bautismo, la confirmación y también para ungir en las manos a los nuevos sacerdotes y en la cabeza a los nuevos obispos.
En esta misa lo acompañan todos los sacerdotes religiosos y diocesanos, porque renuevan ante el obispo su consagración sacerdotal.
¿QUÉ ES EL SANTO CRISMA?
La palabra Crisma proviene del latín chrisma, que significa “unción”. El crisma es la materia sacramental con la cual se ungen a los nuevos bautizados; también son signados los que reciben la confirmación y también ordenados los obispos y sacerdotes.
Por eso, la consagración del crisma y la bendición de los otros aceites se considera como una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del obispo.
JUEVES SANTO
De forma ordinaria, esta misa se celebra en la catedral de cada Diócesis el Jueves Santo; no obstante, por cuestiones de conveniencia pastoral, se puede adelantar a uno de los días de la Semana Santa.
El que suela celebrarse el Jueves Santo no tiene relación con el día de la Institución de la Eucaristía; más bien, tiene que ver con poder disponer de los santos óleos, en especial el óleo de los catecúmenos y del Santo Crisma, para la celebración de los sacramentos de la iniciación cristiana durante la Vigilia Pascual.
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