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El segundo Estudio Cuantitativo de la Industria del Reciclaje de Plásticos en México fue presentado por la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) en conmemoración del Día Mundial del Reciclaje, que tiene lugar el 17 de mayo; en este informe se detalla que 398 empresas se dedican a uno o más procesos de esta actividad, la cual desempeña un papel esencial en la promoción de la Economía Circular.
Según el estudio elaborado por W4 Research, en 2022 se reciclaron un total de 1,682,913 toneladas de materiales, mientras que, en la primera edición del estudio, basada en datos de 2019, esta cifra fue de 1,913,710 toneladas, además, el plástico PE (PEBD y PEAD) es el material más reciclado, el cual representa conjuntamente el 47% del total, seguido del PET, que equivale al 27% de los materiales reciclados.
En el marco del noveno foro de recicladores, que busca presentar los avances y las nuevas tendencias internacionales en esta área, la ANIPAC ha resaltado que este segundo estudio representa la continuidad del trabajo y la actualización realizados en la primera edición, asimismo, el estudio se llevó a cabo mediante una metodología cuantitativa que incluyó una investigación de escritorio para recopilar un directorio de las empresas dedicadas al reciclaje.
Alethia Vázquez, profesora-investigadora del departamento de Energía en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM Azcapotzalco), brindó más detalles acerca de la regulación de plásticos en México. Según sus investigaciones, en 28 entidades federativas se establecen normativas para las bolsas de plástico, mientras que en 23 se regulan los popotes, además, existen otras categorías de plásticos de un solo uso, cubiertos y productos de unicel que también están sujetos a regulación.
De esta manera se enfrentan a ciertos desafíos debido a las diferentes regulaciones, pues algunas medidas resultan difíciles de cumplir, ya que algunas legislaciones prohíben ciertos tipos de embalajes o polímeros de plástico, mientras que otras generan excepciones que carecen de una regulación adecuada.
Un ejemplo problemático es la prohibición de otorgar bolsas de plástico, a menos que sean biodegradables. El dilema radica en la falta de una norma estandarizada para evaluar la biodegradabilidad, lo que dificulta determinar si un producto es realmente biodegradable. Además, no existen normas para evaluar la degradabilidad, la eficiencia ambiental o tecnológica, la capacidad de reciclaje o la ecología de los materiales.
Estas disparidades en las regulaciones plantean retos significativos en la implementación de medidas coherentes y efectivas para reducir el impacto ambiental de los plásticos de un solo uso en México, por lo que es necesario establecer estándares claros y consistentes que permitan evaluar adecuadamente la sostenibilidad y el impacto ambiental de estos materiales.
La investigadora enfatiza la falta de estándares de precios que permitan evaluar materiales y establecer criterios claros de aprobación, en consecuencia, resulta difícil exigir características específicas en este sentido.
En relación a esto, Araceli Becerril, directora de Comunicación Corporativa, Responsabilidad Social y Asuntos Públicos de L’Oréal México, resalta las iniciativas y compromisos asumidos en cuanto al reciclaje, entre ellos, se encuentra la meta de reducir en un 20% los envases de productos y asegurar que el 100% del plástico provenga de fuentes biológicas para el año 2025.
Asimismo, desde el año 2019, en colaboración con la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos y la Asociación Nacional de la Industria de Productos del Cuidado Personal y del Hogar (Canipec), se ha implementado un plan de Economía Circular y manejo de residuos. Este plan cuenta actualmente con la participación de 19 empresas del sector, con el propósito de fomentar un consumo responsable y una gestión adecuada de los residuos.
La sección de recicladores de la ANIPAC está compuesta por empresas dedicadas al reciclaje de residuos plásticos, quienes promueven y fortalecen este proceso, y su labor abarca desde la recolección y molienda, hasta el lavado, deshidratación y producción de pellets. Así, estas empresas se comprometen a cumplir con los estándares del sector y a incorporar elementos clave del modelo de Economía Circular, al generar así información estadística a nivel nacional sobre esta industria.
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