Por Ana Castañuela y Katya González
Alejada durante el proceso interno, la precampaña e inclusive en el primer mes de proselitismo, la dirigencia nacional de Morena decidió enfocarse en mayo para conseguir el posicionamiento de su candidato a la gubernatura, Armando Guadiana Tijerina, con dos acciones concretas:
Por un lado, el presidente del partido, Mario Delgado Carrillo, llamó a los aspirantes presidenciales, “las corcholatas”, a dejar la confrontación con la que iniciaron el mes de mayo y visitar la entidad en apoyo al candidato; por el otro lado, presionó al PT y el PVEM –que en Coahuila participan por separado– para que declinaran en favor de Guadiana y hasta los amagó la ruptura definitiva de Morena rompería definitivamente con ellos para las elecciones de 2024.
“Las corcholatas” hicieron lo propio. Una tras otra visitaron Coahuila a lo largo del mes de mayo para avalar a Guadiana y descalificar a Ricardo Mejía Berdeja, a quien Adán Augusto López llamó “traidor”, Claudia Sheinbaum lo identificó fuera “del movimiento” y, si bien Marcelo Ebrard no hizo comentario alguno, acudió al encuentro con el candidato morenista junto con la dirigencia del PVEM.
Antes de que se dieran a conocer los resultados de las encuestas morenistas, la ruptura se perfilaba por las posiciones inconciliables de los hoy candidatos que, el pasado 12 de diciembre, detonaron cuando los estudios demoscópicos no favorecieron a Ricardo Mejía Berdeja y excluyeron a Evaristo Lenin Pérez Rivera.
En febrero, Mejía se presentó por el PT, mientras que Pérez Rivera consiguió que el PVEM fuera aliado con su partido UDC.
En entrevista con El Coahuilense el 21 de mayo, Mario Delgado expuso que el PVEM había anticipado que no iría en coalición en Coahuila, mientras que el PT acordó en la misma negociación en la que se aliaron para contender en el Estado de México, ir en alianza postulando a Guadiana, pero de última hora rompió el acuerdo del que Morena sólo se enteró por el anuncio petista a los medios de comunicación.
La cúpula morenista de Coahuila se dividió: la mayoría de los electos el año pasado al consejo estatal decidieron seguir a Mejía Berdeja, en tanto la nomenclatura integrada por alcaldes, diputados y dirigentes, así como por priistas recién adoptados, fueron cediendo y se sumaron a Guadiana.
Precampaña e intercampaña sirvieron al candidato para cicatrizar heridas.
Todavía a finales de marzo, poco antes de iniciar la etapa proselitista, Guadiana fue cauto en sus referencias a Mejía Berdeja y a Evaristo Lenin. El 28 de marzo confió a El Coahuilense que intentaría convencer al abanderado del PT para que declinara y haría lo mismo con Lenin.
Para el 16 de abril, durante el primer debate, Guadiana y Mejía se enfrascaron en acusaciones, develando la imposibilidad de conciliación.
Por su parte, la dirigente nacional del PVEM, Karen Castrejón, advertía todavía el lunes 22 de mayo que no podía respaldar a Guadiana por ser un empresario taurino y productor de carbón, mineral contaminante que lo hacía ideológicamente incompatible… pero finalmente, la dirigencia del partido se dobló.
Desde el viernes 26, diversas columnas nacionales y trascendidos locales anticipaban que el sábado 27 el PVEM declinaría a favor de Guadiana, lo que efectivamente ocurrió. Para entonces, el dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, había fijado una posición definitiva el miércoles 24, al asegurar que no declinarían y que en todo caso debía hacerlo Morena a favor del PT.
Empero, más allá de las dirigencias partidistas, los candidatos seguían legal y políticamente inamovibles, pues las fechas de coalición están vencidas y la paquetería electoral se ha distribuido con las boletas impresas. Una declinación sería de carácter moral para el devenir electoral, algo que ni Mejía Berdeja ni Evaristo Lenin estaban dispuestos a aceptar.
La “traición” del PT
A pesar de la polarización interna en la autonombrada 4T, hubo voces de militantes de las izquierdas partidistas que llamaban a la conciliación desde el primer momento de ruptura.
La diputada local morenista, Lizbeth Ogazón –a quien los conflictos por la candidatura le cobraron la coordinación parlamentaria– insistía en que, para tener posibilidad de ganar, Morena necesitaba el respaldo de UDC y llamó a Evaristo Lenin a buscar un acercamiento.
El dirigente estatal de Morena, Diego del Bosque, invitaba desde 2022 y todavía en el arranque de 2023 a las dirigencias del PT, PVEM y UDC a sumarse. Con la fecha de registro de coalición caduca, sólo quedó la vía de la declinación informal.
Mario Delgado dijo a El Coahuilense que el PVEM, aliado de UDC, les dio a conocer su decisión de manera anticipada. Sin embargo, calificó la actuación del PT como “una traición”.
“Hay intereses locales muy poderosos que evitaron que se formara esta alianza, a pesar de que tiene triunfos históricos y a pesar de que de nuestra parte hicimos todo lo posible por concretar”, expresó.
“En un principio, ellos de manera legítima tenían el derecho a postular a sus candidatos y finalmente no hubo acuerdo, pensando que podían aspirar al cambio, pero está claro que no”, agregó para insistir en la declinación.
El 30 de enero, en la plenaria de Morena, Delgado Carrillo llamó a simpatizantes del PT a no apoyar la candidatura de Mejía y lo acusó de haber traicionado a Morena y al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para entonces, Mejía Berdeja acusaba a Mario Delgado de vender candidaturas y hacer negocios con las campañas, mientras que a Guadiana le endilgaba ser cercano al priismo.
Siguió la agresión verbal a Mario Delgado al concluir el tercer debate, donde la protagonista fue Marlenne Cañas, esposa de Ricardo Mejía, quien activa en campaña abonó a la virulencia del debate entre las oposiciones con post incendiarios y subidos de tono, inclusive, en sus reacciones, el 25 de mayo, a los dichos del presidente López Obrador quien ese día rechazó tener relación con Ricardo Mejía y pidió que no se usara su nombre para hacer proselitismo.
UDC- PVEM, alianza y ruptura
El partido UDC, del que Evaristo Lenin Pérez Rivera es líder moral, es hasta ahora el más longevo y exitoso de los partidos locales del país. A lo largo de casi cuatro décadas ha tenido representación legislativa y gobernado varios municipios, destacadamente en múltiples administraciones en Ciudad Acuña.
En entrevista con El Coahuilense, Pérez Rivera explicó que en 2022 UDC buscó la alianza con Morena. Sin embargo, al manifestar su intención de ser candidato a gobernador, fue excluido de las encuestas por instrucciones de Mario Delgado, por lo que la posibilidad de alianza se esfumó.
Respecto a lo ocurrido en Morena, el entrevistado recuerda cómo fue que en el Estado de México la candidatura estuvo resuelta desde agosto y lo contrasta con lo sucedido en Coahuila.
“Morena prolongó una decisión hasta diciembre y provocaron un quiebre de los actores: Luis Fernando Salazar se retiró de la campaña, abandonó a Guadiana; Mejía ya conocemos todos lo que pasó y a nosotros nos hacen a un lado después de que el año pasado fue UDC el que le dio el triunfo en dos distritos federales a Morena, si no, hubiera perdido los siete distritos”.
Además, señaló que UDC tenía sobre la mesa una alianza con Movimiento Ciudadano, partido que en el último minuto decidió no participar.
Ante el inminente quiebre de la alianza con Morena, asegura que recibió la invitación de Arturo Escobar, líder de los diputados del PVEM, para ir en alianza por la gubernatura.
“Para nosotros era conveniente porque el tener un aliado nacional nos permite incrementar la prerrogativa para tener mejores niveles de competencia”, explicó.
Para Lenin, mantenerse como candidato no sólo consiste en una “lucha, por sacar al PRI”, sino en evitar elegir como gobernante a “un priista disfrazado”. Luego añade: “evidentemente fracturaron deliberadamente a la oposición”.
“Bajo esa disyuntiva, tomé la decisión de participar, con todo en contra, como siempre me ha tocado, porque los triunfos que he tenido, los he tenido desde UDC… Ganarle al candidato del partido oficial se convierte en una hazaña, pero lo hemos hecho siempre”.
El anuncio del sábado 27 por parte de la dirigencia nacional del PVEM, así como la intervención del coordinador de bancada en el Senado, Manuel Velasco, excluyó de la ecuación a Escobar.
Evaristo Lenin de inmediato reaccionó: negó que él fuera a declinar, acusó una decisión centralista no consultada con la militancia local, basada en las “amenazas” de Mario Delgado sobre romper la coalición en 2024. Lo hizo acompañado de los candidatos de diputados locales, incluidos los postulados por el PVEM y más tarde se sumó al contingente el canciller Marcelo Ebrard.
“Que decline Morena”
El 16 de mayo Mario Delgado hizo un primer llamado a los candidatos de los partidos del Trabajo y Verde Ecologista a declinar a favor del abanderado de Morena para lograr reducir la ventaja que tiene sobre ellos el candidato priista, Manolo Jiménez.
“Hay que ser congruentes y consistentes. Toda nuestra alianza nos ha dado mucho, hemos ganado mucho; entonces pongamos en la balanza lo que está en juego y actuemos con responsabilidad”, exhortó Delgado.
Todas las encuestas colocan a Guadiana en segundo lugar de la intención de voto, con unos 10 puntos abajo de Jiménez… 10 puntos que, según los sondeos, alcanzaría el candidato del PT en los comicios.
El 19 de mayo, en rueda de prensa, Mejía Berdeja rechazó por primera vez declinar en favor de Guadiana para garantizar el triunfo de Morena el próximo 4 de junio, pues “son cada vez más los sectores que se unen a nuestra propuesta”.
“Ya chole, no voy a declinar, y en todo caso si Guadiana y su gente se quieren venir, bienvenidos, yo no voy a declinar. Y me parece que es un distractor del PRI y de Mario Delgado para no entrar en otros temas que es la Policía Estatal, el cártel del cristal, que es la corrupción, la falta de apoyo al campo, que son realmente los temas en los que yo estoy ocupado”, manifestó.
Externó que “ha enfrentado una embestida de la dirigencia de Morena que se asemeja a los métodos del PRI de los años sesenta”.
Reiteró que no declinará en favor del candidato de Morena. “En todo caso, si Guadiana y su gente se quieren venir, bienvenidos”, expresó.
En ese entonces, dirigentes del PT también rechazaron el llamado de Delgado para que su candidato Mejía Berdeja declinara en favor de Guadiana y sostuvieron que no tiene razones para abandonar la contienda.
Así, faltando una semana para los comicios, los ánimos estaban desbordados como no lo estuvieron en la mayor parte de la campaña pues las negativas a la declinación fueron persistentes.
El presidente nacional de Morena advirtió, en entrevista con El Coahuilense, que “la aspiración personal de alguien no puede ser más importante, cuando lo que está en juego es la continuidad del proceso histórico que inició López Obrador”.
El equipo de Mejía Berdeja, por su parte, asegura que es un equívoco pues sostiene que el candidato del PT está en segundo lugar, muy cerca del abanderado de la alianza PRI-PAN-PRD, Manolo Jiménez Salinas.
La ruptura de la 4T en Coahuila, por partidos y candidatos que en la mayor parte del país y en el Legislativo federal son aliados, llegó a un punto de no retorno, quedando así como el hecho político y mediático más relevante del proceso electoral.