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CDMX.- La enfermedad del Partido Revolucionario Institucional (PRI) viene de años atrás, quizás décadas. Pero este domingo se ha agravado y lo sometió a un coma severo, de diagnóstico reservado. Desde 1929 mantuvo bajo control férreo a esa entidad sumida en la pobreza, víctima del saqueo, la inseguridad, la corrupción y la desigualdad. Y ese dominio ha terminado. Los votantes del Estado de México decidieron darle un golpe en la nuca a su victimario. Y es una mujer, la maestra rural Delfina Gómez Álvarez, quien se alza en la hazaña.
Agónico, enfermo de muerte, el PRI ha estirado la mano para no irse solo. Los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), aliados en el intento por mantener en sus manos al Estado de México, han caído con igual estruendo. Y si el PRI pasa, con esta derrota, a un quinto lugar nacional de ciudadanos gobernados bajo sus siglas, PAN y PRD han quedado reducidos, en ese estado, a fuerzas apenas marginales.
El PRI ha ganado Coahuila en esta doble jornada electoral. Le servirá de poco y no será suficiente sanar la enfermedad. Coahuila tiene un significado numérico menor. El cáncer que corroe al priismo desde hace décadas hizo metástasis en apenas 6 años y la elección de este domingo casi lo ha desahuciado.
A las 20:05 horas de este domingo 4 de junio, las encuestas de salida reales y falsas quedaron atrás. El conteo rápido de la autoridad electoral del Estado de México le dio a Delfina Gómez Álvarez un estimado de 54.2 por ciento de los votos y a Alejandra del Moral, el 45.2 por ciento.
En Coahuila, a las 21:30 horas, el Instituto Electoral de Coahuila le dio hasta el 58.1 por ciento por ciento de los votos a Manolo Jiménez del PRI, PAN y PRD frente a un 21 por ciento de Armando Guadiana y un 14 por ciento de Ricardo Mejía Berdeja del PT.
ALTERNANCIA MEXIQUENSE, UNA REALIDAD
Por primera vez en su historia, el Estado de México dejará de estar en manos del PRI. El próximo 16 de septiembre de 2023, tomará protesta Delfina Gómez Álvarez, una maestra de primaria, originaria de Texcoco, que se convierte, además, en la primera mujer en gobernar esa entidad.
Llega a su fin la era priista que comenzó bajo las siglas del Partido Nacional Revolucionario (PNR) para luego pasar a ser “institucional”. Los priistas hicieron de la entidad su botín económico y político y creció ahí su clan ideológico más poderoso con el alcanzaron incluso la Presidencia de la República en 2012: el famoso Grupo Atlacomulco.
Pasaron por el Palacio de Gobierno de Toluca, los Del Mazo, Baz, Hank, Beteta, Chuayffet, Camacho Quiroz, Montiel, Peña Nieto, Ávila Villegas. Fueron décadas en las que tomaron protesta y seis años después se heredaban la oficina de Gobierno, no sin antes ponerle sus apellidos a importantes vialidades mexiquenses.
Pero este 2023 ya no pasará.
“Ser la primera mujer en gobernar este estado es un motivo para celebrar, pero ser la primera Gobernadora de Morena en el Estado de México esa sí es una gran noticia para nuestro pueblo, esta es una victoria para las familias trabajadoras, es una victoria de las mujeres que hemos luchado por años para que nuestro esfuerzo se reconozca […] Vencimos al abandono y a la corrupción”, dijo Gómez Álvarez en su primera declaración.
Mientras que Del Moral, en punto de las 18 horas, afirmó, acompañada de la dirigencia de la Alianza Va por el Estado de México que había ganado la elección. Sin embargo, dos horas y media después, sin esos hombres, admitió la derrota.
COAHUILA Y LOS 100 AÑOS DE PRI
Para Morena, esta elección no tiene un final redondo. El festejo se registró en el Centro del país pero en el norte, en Coahuila, el PRI logró mantenerse con vida con ayuda de sus compañeros de alianza.
Manolo Jiménez, con casi el 60 por ciento de los votos logrará que el PRI gobierne 100 años de manera ininterrumpida en esa entidad. Se convierte en la única sin alternancia partidista en su historia.
La fractura de la izquierda es evidente en los datos, al igual que las declinaciones que resultaron estériles: Armando Guadiana, de Morena, obtuvo, al cierre de esta edición, el 21 por cuento; Ricardo Mejía Berdeja el 14 por ciento y Lenin Pérez, el 6 por ciento.
EL PODER DE LOS PARTIDOS
¿Cómo queda el poder de los partidos a nivel nacional? Luego de estas elecciones, consideradas siempre un ejercicio previo a la elección presidencial, los partidos tendrán que reacomodarse para iniciar esa batalla.
El panorama no es positivo para el PAN, porque aunque gobierna cinco entidades, significa sólo el 12 por ciento de la población, colocándose al mismo nivel que Movimiento Ciudadano, que con dos entidades gobierna al 11 por ciento de los mexicanos.
El PRI también queda reducido pero este partido queda a niveles del Verde, aquel partido que en muchas elecciones le funcionó de satélite. El PRI con dos entidades gobierna al 3 por ciento de la población; el Verde, con una, al 2 por ciento.
Del otro extremo, Morena, con esta nueva entidad en la bolsa, que es, la más poblada de México, cuenta ya con 22 entidades pintadas de guinda, que representan al 69 por ciento de la población total.
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