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El Coahuilense/Staff
La secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, recibió un informe sobre el avance de actividades del rescate de cuerpos en la mina Pasta de Conchos, en la que admitieron un retraso en las labores.
Durante la exposición ofrecida por César Fuentes, un funcionario de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se admitió que había retraso en los trabajos debido a dos aspectos fundamentales: la falta de permisos para uso de explosivos y que la maquinaria no funciona.
La recuperación de 63 restos de trabajadores en la mina Pasta de Conchos fue una promesa que el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo el 1 de mayo de 2019. Desde entonces, y a la fecha, los avances en el proyecto son escasos.
En el acto celebrado la mañana del viernes 17, en la mina Pasta de Conchos, César Fuentes elogió a la empresa contratada y descalificó a las empresas que intentaron obtener el contrato.
Lo que no le dijo el funcionario a la secretaria del Trabajo es que todas las empresas son las mismas, las descalificadas y las contratadas.
La historia es la siguiente: un concurso abierto de carácter internacional realizado el 12 de enero resultó en la descalificación de los participantes y fue declarado desierto. Entre los concursantes se encontraba Prodemex-Proacon-Desarrollo de Terracerías.
El concurso fue convocado el 9 de noviembre pasado. La obra era disputada por cinco consorcios integrados por empresas locales, nacionales y extranjeras, dos de las cuales incluso presentaron propuestas económicas menores a la de Prodemex.
Pero la Comisión Federal de Electricidad determinó la descalificación de todos los concursantes. En el caso de Prodemex y filiales, por no contar con un aspecto fundamental como lo es “la descripción de la planeación integral del concursante para realizar los trabajos, incluyendo el procedimiento de ejecución”. Es decir, por no mostrar cómo planeaban realizar la obra.
Aún peor: el consorcio de Vázquez Raña no contempló aspectos de importancia, como el eléctrico. De acuerdo con el fallo del concurso, no presentó nada relativo a “las subestaciones necesarias para realizar los trabajos que deben ser a prueba de explosión”.
Así, el proyecto acumula un año y cuatro meses de retraso, con un contrato de 308 millones de pesos, adjudicados sin concurso a la empresa del magnate mexicano Olegario Vázquez Raña, aunque no tuviera experiencia en minería de carbón.
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