Ahora, el cártel del Noreste responde a este llamado y afirma que está dispuesto a comenzar las negociaciones de paz y que esto “no significa debilidad” sino una disposición a buscar el bienestar de México. Para ello, los representantes del grupo delictivo preguntaron directamente al presidente sobre cuáles serán los mecanismos jurídicos para tener la certeza de que los acuerdos y la tregua se van a respetar. También le preguntan con quién de su gobierno deberán dirigirse ellos o sus representantes jurídicos para comenzar a establecer estos lineamientos.
AMLO no ha dado respuesta aún a estas preguntas. El tema no fue mencionado durante su conferencia matutina de este lunes 26 de junio, pero esto podría suceder en los días siguientes; así lo exhorta la activista Delia Quiroa, quien compartió el video del cártel en sus redes sociales acompañándolo con la leyenda “pronúnciese” dirigida a Obrador. Además, en una entrevista con la periodista Azucena Uresti aseguró que “el presidente debería responder al video”.
Mientras tanto, el cártel del Noreste asegura que independientemente de estas posibles negociaciones futuras, sus integrantes ya están en pláticas con el cártel del Golfo en Matamoros, Tamaulipas, para poner un alto a los enfrentamientos y comenzar a configurar acuerdos de paz.
Es momento de pensar en la población: cártel del Noreste
En el video donde aparecen con uniforme cuasi militar, con armas largas y pasamontañas, los representantes del cártel del Noreste reconocen que desde el año 2000 la violencia se ha apoderado del territorio mexicano. Más específicamente, esta violencia tuvo un incremento importante desde 2006, año en el que el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa inició la llamada “guerra contra el narco” de la mano de Genaro García Luna, su secretario de Seguridad Pública.
Recordemos que, en febrero de este año, García Luna fue declarado culpable por delincuencia organizada, conspiración para la distribución internacional de cocaína y declaraciones falsas a personal estadounidense. Con ello se comprobaron los lazos entre el gobierno mexicano y los cárteles que las periodistas Anabel Hernández y Olga Wornat señalaron en sus investigaciones.
Estos lazos no solo ofrecieron protección a algunos grupos por encima de otros sino que también fomentaron los enfrentamientos armados por la disputa de territorios. Con ello comenzó una ola de violencia que, de acuerdo con el Mapa de hallazgos de fosas clandestinas de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNBP), entre 2006 y 2018 dejó 2 mil 835 fosas clandestinas donde fueron depositados miles de restos humanos.
Según el mismo Mapa, entre el 1 de diciembre de 2018 y el 30 de enero de 2023 se han encontrado otras 2 mil 710 fosas del mismo tipo, lo que refleja la permanencia de un estado de profunda violencia en el territorio mexicano. En su comunicado, el cártel del Noreste afirma que a AMLO le tocó asumir el gobierno del país en la peor etapa de este periodo de violencia, pero asegura que ya es momento de buscar “la paz y el bienestar de México”.
“No tenemos miedo a nadie ni es debilidad, pero es momento de pensar que como mexicanos toda la población se puede beneficiar de una ley de justicia transicional y una justicia de paz”, declararon los representantes del grupo del crimen organizado.
Respondiendo a la apelación de la activista Delia Quiroa Flores, los miembros del cártel declararon que ellos también tienen padres, madres, hermanos, hijos, y que también son humanos con el deseo de ofrecer paz y seguridad a sus hijos. Es por eso que están dispuestos a “poner su grano de arena” y pactar con el gobierno federal.
Cuando AMLO dé respuesta a su comunicado, podrían comenzar las negociaciones para un hecho histórico que frenaría de alguna forma los altos índices de violencia en México. Un hecho que, por otro lado, surge de la propuesta de los colectivos de mujeres buscadoras, mujeres organizadas que han tenido que asumir las labores de búsqueda de sus familiares ante la indiferencia del Estado y del gobierno actual para escuchar sus exigencias de justicia y paz.
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