El tenista español se consagró como el nuevo campeón en la “Catedral del Tenis” tras imponerse, en un partidazo que quedará para la historia, al serbio Novak Djokovic.
Fueron casi cinco horas las que necesitó el número uno del mundo para llevarse el triunfo con marcador de 1-6, 7-6, 6-1, 3-6 y 6-4. El “deporte blanco” al fin parece ser testigo del cambio generacional, de la mano de un joven que con 20 años ya suma dos Grand Slams en su palmarés.
‘Nole’ no perdía en la Cancha Central del All England Club desde hace 10 años, tampoco caía en Wimbledon desde 2017 y jamás había perdido un partido en este torneo luego de haber ganado el primer set. Pues todo eso se terminó en el despertar de Alcaraz.
Tras un primer episodio categórico por parte del serbio, donde aplastó a su rival, el español se sacó los nervios de encima y despertó. Se hizo fuerte con su servicio y de a poco se fue sintiendo cómodo en el césped sagrado.
El nivel de Djokovic decayó y en el tiebreak, justo el terreno donde parecía invencible al ganar los últimos 15 que disputó en Grand Slams, comenzó la remontada de Carlitos. Ganó el segundo set, pero sobre todo puso contra las cuerdas al súper favorito. ‘Nole’ se fue del partido y no metió ni las manos en el tercer set, donde se disputó un ‘game’ con una duración de 27 minutos que quedó en manos del murciano.
Por un momento parecía partido definido, con el físico del veterano de 37 años pasándole factura, pero volvió. Djokovic siempre vuelve. Se quedó con el cuarto y forzó un quinto, donde un quiebre fue suficiente para que Alcaraz lograra lo “imposible”. Tal fue la frustración del serbio con el quiebre, que rompió su raqueta en el poste de las cuerdas. Sabía que el partido estaba definido.
De esta forma Alcaraz conquistó su segundo título de Grand Slam y de paso completó una gira sobre hierba perfecta. Ganando los 12 partidos que disputó entre Queen’s y Wimbledon.
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