El cristal desplaza a la marihuana en la Comarca Lagunera

julio 26, 2023
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Por Ethel Arredondo

Torreón, Coahuila.- Entre diez y quince personas a la semana –60 al mes—son detenidas por posesión de estupefacientes, en los que predomina el cristal y la marihuana. 

Reportes de la Dirección de Seguridad Pública (DSP) de esta ciudad precisan que los detenidos son tanto hombres como mujeres de edades variadas.

Un caso: en febrero pasado agentes de la DSP detuvieron en la colonia Maclovio Herrera a Alexis “N” de 21 años y a José “N” de 44 años por el presunto delito de posesión de narcóticos. 

De acuerdo con el reporte policial, los agentes realizaban un recorrido de vigilancia por ese sector habitacional cuando detectaron a dos hombres que aparentemente se drogaban. 

Al realizarles una revisión corporal encontraron en el pantalón de José una bolsa amarilla, en cuyo interior había 15 bolsitas de plástico color blanco con piedra blanca granulada, con las características de la droga conocida como cristal. 

A Alexis le encontraron otras 15 bolsitas con la misma piedra granulada. A ambos se les notificó su detención y se les puso a disposición del Ministerio Público para los delitos “que resulten”. 

Otro caso es el de Cinthia “N”, de 31 años de edad, detenida en la colonia Centro el pasado 3 de julio. 

El reporte policiaco indica que “en el recorrido de vigilancia y prevención de delitos se detectó a la mujer gritando a las personas que pasaban por el lugar. 

Al aproximarse a ella para indicarle su falta, comenzó a insultar y agredir a los agentes, siendo neutralizada para luego realizarle una revisión corporal. 

Se le encontró una bolsa transparente que en su interior contenía 10 bolsitas con piedra blanca y granulada, con las características de la droga conocida como cristal. Se le notificó su detención y puesta a disposición del Ministerio Público por los delitos que le resulten”.

Casos como estos se repiten de 10 a 15 veces en promedio cada semana, según los registros de la corporación policiaca como parte del monitoreo de índices delictivos en el municipio.

Barata y de tercera generación 

Cecilia Martínez López, directora del Centro de Integración Juvenil (CIJ) Torreón, reveló que al cierre de diciembre pasado “el cristal rebasó a la marihuana como la primera droga de consumo en los pacientes” de la Comarca Lagunera de Coahuila que acuden a esta institución. Subrayó que ello ocurre por primera vez después de que el CIJ Torreón abrió sus puertas en esta ciudad.

En entrevista con El Coahuilense, Martínez López explicó la gravedad de este fenómeno, pero también los mitos y falsas creencias que en torno a él existen.

–¿Cuánto tiempo tiene el cristal en la región?.

–Desde el 2017 o 2018 empezó a quedarse y a estar aquí. Antes de la pandemia el cristal era utilizado por personas que tenían actividades remuneradas, porque las dosis no eran tan de bajo costo como lo son ahora. Actualmente el cristal es una droga sí de tercera generación, una droga estimulante, pero que también es mezclada con otras sustancias, que han hecho que se abarate. Que se abarate entre comillas porque sigue siendo una droga dura, de alto impacto, pero ahorita ya las dosis las pueden conseguir adolescentes de preparatoria o de secundaria, porque los precios van desde 50, 60 o 100 pesos.

Refiere que los daños del cristal “son graves e irreversibles”: “desorganiza más en lapsos más cortos de tiempo” y provoca muertes por sobredosis, lo que no ocurre con la marihuana, aunque el consumo de ésta última genera problemas psicóticos, como la esquizofrenia.

Comenta que el cristal está asociado a conductas delictivas desde los primeros consumos, a problemas serios de agresión, de violencia tanto familiar como laboral. “Estamos muy preocupados por el tema de cristal, por todos los daños y las consecuencias que está ocasionando a nivel comunitario”.

–¿Existen datos, o reportes sobre afectaciones o muertes por cristal?.

–No tenemos un dato estadístico de hospitales que nos reporten internamientos y muertes por sobredosis. No son datos que se registren, o en ocasiones puede ser que la familia no lo diga. Sí deberíamos tener un vínculo para acceder a esos registros que tienen los hospitales. Pero no dudamos que suceda. Hay muertes y no directamente a lo mejor por sobredosis de la droga, sino que pudo haber consumido dos o tres días antes y entonces ya traía un daño en algún órgano del cuerpo que le generó la muerte asociada o derivada del consumo, pero esos son datos que no tenemos porque no somos hospital.

Martínez López explica que el cristal es una droga sintética de tercera generación que se elabora 100% en un laboratorio clandestino con un componente principal: la pseudoefedrina. Esta droga estimula el sistema nervioso central, lo que aumenta el estado de alerta, inhibe el apetito, provoca conductas eufóricas e insomnio. 

Expone que “son drogas muy utilizadas” por, entre otras personas, aquellas que hacen jornadas largas de trabajo: choferes de tráiler, artistas, jornaleros o trabajadores que cubren guardias nocturnas. 

Es además una droga que se puede elaborar de manera casera. Su componente principal –la pseudoefedrina– lo combinan con otras sustancias. Refiere que “se ha encontrado que le ponen desde veneno para ratas, así como materiales relacionados con la construcción de pavimento, u otras sustancias o polvos que no sabemos qué son, porque no los clasifican”. 

Droga Zombi

Comenta que es lógico pensar que el cristal también se mezcla con fentanillo, “pero no tenemos en Torreón pacientes que hayan llegado por uso de fentanilo todavía”.

Refiere: 

“Tuvimos un paciente que dio positivo a metanfetamina y a opiáceos, por eso tuvimos la sospecha que ese cristal que consumió tenía mezcla de fentanilo, que es un derivado de los opiáceos. Más no podemos afirmar nada, solamente lo que salió en el resultado del antidoping”.

Señala que “a nivel local ha habido pacientes dependientes del fentanilo de uso médico, pero de ese fentanilo que hemos tenido todas las repercusiones, como lo que está pasando en Estados Unidos, que es el fentanilo que puede venir en forma de pastilla, de cristal, o cómo tipo tachas”.

Dice que “ese fentanilo que está en el mercado negro, todavía no lo tenemos en la Comarca Lagunera, al menos no con casos reportados. Esa es una droga que inmediatamente puede generar muertes por sobredosis; la droga zombi que le llaman”.

–¿El cristal, qué afectaciones tiene en el cuerpo?

–Principalmente hay un daño inminente a nivel de sistema nervioso central. La gente pierde la capacidad de autocontrol, juicio y razonamiento. Como es una droga que también puede consumirse de manera inhalada, pues daña el sistema respiratorio y aumenta la frecuencia cardíaca, por eso hay un alto índice de infartos. Se acelera tanto el metabolismo que pueden tener hasta estados de coma o muertes por sobredosis. Es una droga que también genera alteraciones a nivel de pulmón, todo el sistema respiratorio y los órganos principales, pues tienen que ver con los problemas coronarios, que afectan al corazón.

–Le llamas la droga seductora, ¿por qué?.

–Los programas preventivos dicen que en la medida en que la gente tenga más información sobre los daños que provoca, mayor es la probabilidad de que se detenga. Lo que circula entre los jóvenes son los efectos placenteros o los efectos estimulantes. Eso es lo que se difunde, la seducción.

“Es como la trampa para que los adolescentes prueben, porque piensan: si con eso no me duermo, si con eso puedo estudiar toda la noche, si con eso puedo trabajar sin cansarme… Pero también hay que a conocer los daños y riesgos que no se dicen a nivel comunitario y eso hace que la gente pueda tomar mejores decisiones”.

–¿Un consumidor de cristal puede recuperarse?

–Sabemos que la adicción es una enfermedad que no se cura; se trata y se controla, pero el paciente tendrá que estar en monitoreo durante lapsos largos de tiempo y los consumidores tienen un alto índice de recaídas. Pero es un mito que sean no rehabilitable, no es una realidad.

Cuenta que cuando le preguntan si se puede hacer algo por las personas que consumen cristal, su respuesta es: “Siempre se puede hacer algo mientras la persona esté viva; es como si tuviéramos un diagnóstico de cáncer, qué haríamos como familia con un diagnóstico así para mejorar la calidad de vida de la persona. Entonces igual sucede con el consumo de cristal: los usuarios son personas afectadas por una enfermedad que no eligieron. Toda persona adicta no tiene la conciencia de que se va a enfermar hasta que ya está enferma”.

–¿Cuál es la situación con las clínicas de rehabilitación?

–Nos faltan clínicas de rehabilitación. En los Centros de Integración Juvenil se tiene la unidad de hospital más cercana en Monterrey, pero nos hace falta en Torreón. Siempre hay algo qué hacer por una persona que se droga; se hace a través de su red de apoyo, aunque él no quiera; se entrena a la red de apoyo para que sus integrantes sepan cómo tratarlo para disminuir el daño. Si no va a dejar de consumir, que se haga el menos daño posible.

Comenta que “se ha hablado en otras administraciones” sobre la necesidad de contar con clínicas de rehabilitación. Dice que acaba de firmar el acta de la instalación de mesas espejo con la nueva Comisión Nacional de Salud Mental con el propósito de “trabajar de la mano en la región Laguna para sumar fuerzas con las dependencias. Entonces –agrega– seguramente en la mesa vamos a tocar el tema de la necesidad de hospitales de salud mental en general, no nada más de adicción, de carácter público que no tenemos”.

Hace notar que en Torreón existen tres centros privados que “tienen su propia administración y cumplen con ciertas normas, pero no están al alcance de la mayoría de las familias”.

Según la lista de consumo de sus usuarios, el CIJ Torreón reporta que las primeras drogas más utilizadas son las legales: cigarro y alcohol; después están el cristal, la marihuana y la cocaína.

Cada lunes el CIJ Torreón ofrece una sesión informativa sobre sus servicios. A las familias o personas que desean recibir tratamiento, personal del Centro les agenda una cita de primera vez que tiene un costo simbólico de 70 pesos, para entonces abrir su expediente. Los pasa después a la fase de valoración con trabajo social, medicina y psicología. Una vez que llegan a psicología se les hace una propuesta de tratamiento que puede ser en modalidad de terapia individual, terapia familiar, terapia grupal, o intervenciones breves. En los primeros meses de este año, el CIJ Torreón ya rebasó su número de atenciones de nuevos usuarios respecto de los registrados el año pasado: han llegado por primera vez a pedir apoyo 309 personas.

Rechazos laborales

Alejandro Gutiérrez, presidente en Torreón de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), lamentó que el consumo de drogas haya crecido exponencialmente en el país y particularmente en la Comarca Lagunera.

“Las empresas desde hace tiempo hemos tenido que aplicar exámenes antidoping dentro del proceso de contratación. Actualmente hay un gran índice de rechazo, que depende del nivel de los puestos. A nivel operativo un 50% de los aplicantes está saliendo positivo a consumo de estupefacientes”, expuso el líder empresarial.

Manifestó que la droga que más se está encontrando es el cristal. Dijo que para enfrentar el problema se buscan alternativas. Así, explicó, a las personas ya contratadas que han sido sorprendidas consumiendo, ya no se les despide como primera opción, sino que se les ofrece apoyo para rehabilitarse.

“Las políticas cambian dependiendo de la empresa, pero algunas ofrecen rehabilitación y terapia psicológica. En el caso de las nuevas contrataciones, a los que se encuentra positivos en definitiva se les rechaza, pues no sólo son un peligro para ellos mismos sino para el resto del personal”, dice.

De tal forma que actualmente las adicciones han provocado afectaciones en los procesos de reclutamiento de las empresas laguneras

Lo más reciente del INEGI respecto a encuesta de adicciones a nivel nacional es del año 2002. Se trata de la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA). En aquel año, la prevalencia del uso de drogas se estimó a partir de preguntar a la población si alguna vez en su vida había usado una o más de las sustancias consideradas como drogas (prevalencia total), si había estado expuesto en los doce meses previos al estudio (prevalencia lápsica) y en los últimos 30 días (prevalencia actual). 

En el país 3.5 millones de personas entre los 12 y los 65 años habían usado drogas sin incluir al tabaco y al alcohol; 1.31% usó drogas en el año previo al estudio y casi 570 mil personas lo habían hecho en los treinta días previos a la encuesta. La Región Norte del país resultó la más afectada (7.45%), le siguieron las regiones del Centro (4.87%) y Sur (3.08%). Ya transcurrieron 21 años desde la citada encuesta.

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