Un grupo compuesto por aproximadamente 2,000 personas, entre las que se encuentran niños e incluso mujeres embarazadas, se encuentra caminando por la carretera 57 en dirección a Piedras Negras, con el objetivo de cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
La situación es preocupante, ya que muchos de ellos están experimentando síntomas de deshidratación, habiéndose reportado casos de desmayos, principalmente en niños.
A pesar de los esfuerzos de la Cruz Roja por brindar apoyo de hidratación a través de tres unidades móviles, la magnitud de la situación ha superado su capacidad para atender adecuadamente al grupo de personas que llega con evidentes daños causados por las altas temperaturas, y algunos presentan signos de posible golpe de calor.
La mayoría de las personas que componen este grupo son originarias de Venezuela, aunque también se suman personas de otras nacionalidades como Colombia, Ecuador, Cuba y Honduras.
Muchos de ellos han destacado las dificultades que han enfrentado durante su travesía por México, que incluyen largos trayectos, condiciones climáticas adversas y la lamentable pérdida de sus pertenencias debido a robos de celulares y dinero, señalando en algunos casos a las autoridades en los puestos de revisión.
La situación de esta caravana de personas que busca cruzar la frontera ha generado preocupación y atención por parte de las autoridades locales y organismos humanitarios, que trabajan para brindar la asistencia necesaria en estas circunstancias.
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