El Coahuilense
El 26 de marzo, una decisión marcó el arranque de una carrera que, en el morenismo, busca concretarse en candidatura al gobierno estatal en 2023. El subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía Berdeja, solicitó licencia al cargo para promover la consulta de revocación de mandato, acto que resultaría en concentración de militantes y a los principales liderazgos estatales.
Los discursos del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y del dirigente de Morena, Mario Delgado Carrillo, fueron vistos como un “destape”, una “cargada” de corrientes y facciones internas a favor del funcionario federal con licencia, irrumpiendo en la sucesión del 2023 y quien, en entrevista con El Coahuilense, responde a un planteamiento inicial:
-¿Trae la línea presidencial?
-Pues no, no la línea presidencial. Pero sí, evidentemente cuando fue la revocación de mandato pedí permiso para venir a Coahuila a trabajar por el proyecto del presidente López Obrador porque me siento cercano y muy parte de su equipo, de la cuarta transformación. Pertenecer a este equipo y a este proyecto es un motivo de orgullo y una gran responsabilidad.
Morena ha iniciado la organización de sus campañas para 2023. El 12 de junio, en Toluca, Estado de México, sus dirigentes y el bloque de 18 gobernadores han proclamado su objetivo de arrebatar al PRI las gubernaturas de esa populosa entidad y de Coahuila, dentro de un año.
Ricardo Mejía Berdeja inició en mayo los recorridos por territorio coahuilense cada fin de semana y, en sus apariciones públicas, lo acompaña el senador Armando Guadiana Tijerina, candidato en 2017, figura notable del movimiento lopezobradorista en Coahuila quien, sin hacer pública una declinación, se advierte ha claudicado.
Tres décadas de trayectoria preceden a Ricardo, nieto de Julio Mejía, abogado, ministerio púlico y editor de “La Antorcha”, periódico de inspiración social en la Laguna. Hijo de Ulises Mejía, un contador público que fue tesorero municipal y recaudador de rentas del estado, en Torreón, muy próximo al circuito cultural de la comarca.
Ricardo Mejía fundó la organización juvenil del PRI colosista, “México Nuevo”, a finales de los ochenta y formó parte del comité nacional priísta; regresó de la Ciudad de México a la política coahuilense como diputado local en 1994, asumió la dirigencia de la CNOP y renunció al PRI en 1997, inconforme por la imposición de candidaturas a diputados federales que lo llevaron de nueva cuenta a la capital del país.
Volvió en 1999, procurando infructuosamente la candidatura al gobierno de Coahuila por el PRD, pero ese partido decidió ir en coalición con el PAN, abanderando al veterano panista Juan Antonio García Villa, episodio que recuerda entre risas con una expresión coloquial: “me dejaron colgando de la brocha”.
Giros de la política, se incorporó al gobierno de Enrique Martínez y Martínez, bajo el secretario de Gobierno, Raúl Sifuentes Guerrero, entonces poderoso líder del grupo conocido como “La Burbuja”, en el que coincidió con numerosas personalidades, incluido el actual gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís.
Mejía volvió a la Ciudad de México y así lo explica:
“El 2005 fue una diáspora. Cuando llega Humberto Moreira, algunos quisimos transitar ahí y sufrimos las consecuencias”.
– ¿De qué tipo?
– Pues que nadie nos contratara. Amigos y empresarios eran llamados para que no nos dieran empleo. Sin nada que temer fue una situación de cierta asfixia.
En 2006 se incorporó a la campaña de Andrés Manuel López Obrador, participó en el gobierno legítimo. Luego se instaló en Guerrero y en 2012 fue diputado federal plurinominal por Convergencia (hoy, Movimiento Ciudadano). Diputado local en ese estado (2015-2018) y, finalmente, participó en la campaña presidencial de 2018 siendo designado subsecretario de Seguridad desde el 1 de diciembre de ese año.
– Una cuestión es persistente desde que declaró su aspiración: se fue, dejó muchos años el estado, se le comenta.
– Eso quisieran, que me hubiera ido. Porque ellos ven como su propiedad el estado. Piensan: `ya se fue, esto es mío´. La identidad y el arraigo, el cariño a tu tierra, no es estar pegado a un lugar. Además en una sociedad global como en la que vivimos es una postura totalmente primitiva, que refleja el patrimonialismo.
“Quieren decir: `ya se fue, es mío, no me lo quites, a qué vienes´. Creo que vengo con experiencias, con mayor madurez, conocimiento del país y los problemas. Y desde luego entiendo la realidad que vive del estado”.
Para Mejía Berdeja el del desarraigo es el único argumento que hay en su contra. Agrega:
“También yo podría decir por otro lado que nunca tuve ninguna convivencia con este régimen corrupto que ha estado posicionado del gobierno del estado y que también, como no claudiqué, tuve cierta persecución política. Y bueno, seguramente muchos de ellos habrían querido mi muerte política, pero… `los muertos que vos matáis, gozan de cabal salud´ y aquí estamos.
Inmovilismo político
Ricardo Mejía Berdeja afirma que el estado tiene 18 años “secuestrado” por un grupo político que se quiere extender a 24 años. Que existe un retroceso, una involución, un “inmovilismo político asfixiante” que se padece en la actividad política y que se refleja en los medios de comunicación. Al respecto, retoma un hilo conceptual sobre la falta de desarrollo político y su impacto en lo económico y social, para luego concluir que la disyuntiva de 2023 es cambio o continuidad.
Añade:
“Eso de que me fui es una visión ramplona, refleja los miedos a que un actor político llegue a sacudir este inmovilismo y letargo en el que ha estado Coahuila”.
Las posiciones de Mejía Berdeja cuestionan lo mismo al gobierno estatal que a los medios de comunicación a los que refiere como “Moreira News”. Sin embargo, cuida su abordaje de las militancias de los diferentes partidos, el papel del empresariado y de la sociedad civil, al extremo de descartar el conflicto izquierda-derecha para llamar a las antiguas aspiraciones de alternancia en las que cifra la indignación de un sector panista indispuesto para la inminente coalición.
La insistencia es necesaria: “La Burbuja”, la adhesión de Jorge Luis Morán, quien dejó su cargo en el gobienro estatal, e inclusive, de actores como el expriísta Noé Garza Flores.
– Una lectura recorre los corrillos políticos: que es usted el verdadero candidato del gobernador Miguel Ángel Riquelme –se le comenta.
– Bueno hay tantas lecturas –ríe.
“A Noé (Garza) y (Jorge Luis) Morán los conozco de muchos años. Hay qué decirlo: Noé fue el primero que me dijo que por qué no buscaba la candidatura. Aludiendo a mis amigos, a los buenos recuerdos. Noé está muy ligado al sector rural pero tiene un conocimiento claro del estado, es de los que me han apoyado”.
Con Morán, explica, se fortaleció su relación durante el sexenio de Enrique Martínez. “Fue cercano a Miguel Riquelme, le ayudó pero se lo dijo, ya tiene otros proyectos… Mucha gente del PRI no coincide con la imposición que quieren hacer del exalcalde de Saltillo”.
– ¿Cuál de los dos? –se le pregunta.
– El que es secretario de Bienestar… aquí le llaman de Inclusión. Mucha gente está viniendo y mucha otra no saca la cabeza porque les echan auditorías y les sacan órdenes de aprehensión, pero me está ayudando mucha gente.
“La verdad es que se está construyendo un movimiento opositor muy fuerte no sólo con todo lo que trae Morena, un crecimiento espectacular. Hay gente inconforme con el PRI, con el PAN, con los sindicatos. Inclusive maestros que dicen ya basta de 18 años de Carlos Moreira”.
– Por lo que dice, hace pensar en Jericó Abramo ¿han hablado? –se le inquiere.
– Yo llevó buena relación con Jericó porque lo conocí desde que era regidor. Por eso te digo que lo único nuevo es el que inventaron ahora del PRI, a todos los demás yo los conozco. Claro, en cinco años inventan un personaje, y pues no me tocó convivir con él.
“A Jericó lo conocí como regidor, luego como líder de la CNOP y luego como presidente del PRI. Le tengo respeto y puedo no coincidir, pero como él dice, siguió una escalera para llegar. Creo que cometió un error al haber votado en contra de la Reforma Eléctrica, pero finalmente él explica sus razones, con las cuales yo no coincido desde luego. Pero creo que para lo que viene puede aportar porque este régimen ya está colapsando”.
“Soy cercano a López Obrador”
La buena relación que Ricardo Mejía presume con Armando Guadiana Tijerina parece despejar el camino de la designación. Una encuesta, o varias, son el procedimiento morenista por excelencia pero la disputa al interior continúa, entre otros aspirantes, de manera destacada con Luis Fernando Salazar.
– Hay una característica original del PRI que está en Morena: la pluralidad interna. Hay Morena medio azul, medio tricolor, medio naranja… ¿Hay alguno que veas como riesgo de escisión? –se le cuestiona.
– Creo que no, el gobierno le apuesta a eso. Los Moreira news, han tratado de sembrar eso. Dicen que estamos enfrentados y vamos a romper. Creo que es una narrativa de columnas ligadas al gobierno actual.
“La verdad es que la gente está con mucho interés en contribuir a este cambio. Como en todo, hay quienes no están al 100 y que el gobierno o el PRI pueden cooptar, pero el grueso se va a mantener e incrementar. Quien realmente tiene un enorme riesgo de fracturas es el PRI, y más si va aliado con el PAN. Mucha gente del PAN no va a estar de acuerdo. Gente que más allá de ser de derecha o izquierda, es gente que ha sido opositora al PRI”.
– Queda Luis Fernando Salazar –se le comenta.
– A él lo he tratado menos que a Guadiana, tiene una trayectoria política importante y yo esperaría que actuemos con madurez para entender el momento y salir juntos.
Ante la insistencia en sus adversarios internos, ataja:
– He colocado por encima de cualquier aspiración personal y motivación mi deseo de que aquí haya alternancia.
– No es usted el cercano a Mario Delgado –se le plantea.
– Pues soy cercano al presidente López Obrador y a mucha gente. Con Mario la llevo muy bien. Cuando el tema de la Línea 12, donde injustamente a él y a Marcelo Ebrard los querían atacar, yo era diputado y estaba en la comisión de la Línea 12 y siempre los defendí. Me llevo bien con Mario.
“Y también descalifico aquella versión que dice que quieren poner a alguien. Mario tiene una estructura política importante y va a facilitar que se logren crear condiciones para que gane Morena, y que Coahuila sea el último reducto de lo más rancio del PRI”, añade.
Finalmente, Mejía Berdeja plantea sobre la disputa interna:
“Yo creo en la política y en las alianzas y en que la suma de esfuerzos es fundamental. Las candidaturas se van construyendo. Tampoco creo en crear procesos ficticios para justificar, si se genera un consenso. El PRI y el moreirismo van a querer meter mano. Crear situaciones artificiales.
“Todos los que estamos en la idea de construir un bloque para la alternancia en el estado, donde esté al frente Morena, con la suma de diferentes expresiones, tenemos que actuar con mucha inteligencia para evitar que nos quieran sembrar discordia o problemas internos. Creo que la gente está respondiendo muy bien”.
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