Especialistas en urbanismo expresaron su preocupación ante el aumento del 22% en las muertes por accidentes automovilísticos en Coahuila durante el periodo del 2022 al 2023, mientras que el incremento de los percances en Saltillo pasaron de 56 a 59 de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Por lo anterior, el retorno de las fotomultas en Saltillo fue propuesto como una medida esencial no solo para reducir accidentes, sino para mejorar la seguridad en la ciudad.
El análisis de la situación revela que, a pesar de un aumento en el parque vehicular, las multas, especialmente por exceso de velocidad, han disminuido significativamente en los últimos años, generando preocupación entre los expertos.
La doctorante Diana Infante Vargas, de la Universidad de York en Reino Unido, considera que la no implementación de fotomultas es una decisión irresponsable y negligente por parte de las autoridades locales y estatales.
“El gobierno municipal y el gobierno del estado definitivamente tienen la capacidad política y técnica para implementar las fotomultas de nuevo y el no hacerlo es meramente una decisión de capital político”, explicó.
Infante destacó que el retiro de las fotomultas y la falta de funcionamiento de semáforos estratégicos responden a una lógica que evita incomodar a los conductores, lo cual, según ella, ha contribuido al aumento de accidentes en la ciudad.
Por otro lado, el presidente de la Asociación Mexicana de Urbanistas en Coahuila, José Ruiz Fernández, resalta los problemas generados por altas velocidades en la conducción, afectando la seguridad peatonal y ciclista, así como la de otros conductores.
El urbanista Ruiz Fernández sugiere que medidas efectivas para reducir la velocidad de los vehículos pueden incentivar opciones de transporte más seguras, como el peatonalismo y el ciclismo, al mismo tiempo que alivian la congestión vehicular.
También, la urbanista Sofía Bertello Hernández destacó la importancia de aprovechar los datos disponibles para implementar acciones conjuntas, no limitándose solo a las fotomultas, con el objetivo común de hacer de Saltillo una ciudad más segura para todos.
“Al final el objetivo es salvar vidas y tener una ciudad segura para que todos los usuarios y usuarias puedan transitar en ella”, agregó Bertello.
Ruiz Fernández, docente en la Universidad Autónoma de Coahuila, subrayó la necesidad de adoptar medidas tecnológicas para complementar la vigilancia de tránsito, ampliando la cobertura y garantizando mediciones objetivas de velocidad.
Aunque reconoció la percepción negativa de las fotomultas como medidas recaudatorias, destaca sus ventajas, como la incorruptibilidad del sistema y la identificación precisa de detalles del vehículo.
Sin embargo, ambos expertos advierten sobre la importancia de garantizar la transparencia en el uso de los ingresos generados por las fotomultas, evitando que se destinen únicamente a infraestructuras que beneficien al vehículo privado.
Diana Infante hizo hincapié en que el destino del recurso debe considerarse cuidadosamente para evitar medidas vacías y sin futuro.
En este contexto, Bertello enfatizó que las fotomultas, cuando se consideran solo como un medio de recaudación, deben ir acompañadas de educación y cultura vial para ser verdaderamente efectivas.
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