Saltillo, Coahuila.- El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme y quien en unos días entrega el cargo a Manolo Jiménez, señaló que pronto comenzará una nueva etapa de desarrollo para el estado.
Puntualizó que se habrá de cuidar lo más preciado que tiene la entidad como lo es el entorno de paz, de tranquilidad y de desarrollo social que se vive en el estado.
El gobernador apuntó que además con el nuevo mandatario las cosas serán mejor y que se enfrentarán nuevos retos, así como necesidades, pero que serán resueltas.
Así, en uno de sus últimos eventos, entregó, junto con el alcalde José María Fraustro Siller, a los habitantes de la colonia Teresitas la pavimentación de la avenida principal donde se invirtieron 7 millones 700 mil pesos.
Con estos recursos se pavimentaron 36 mil metros cuadrados de calle, mientras que en lo que respecta a la ciudad se han ejecutado trabajos de este tipo en 200 mil metros cuadrados de diversas vialidades.
Destacó que en su sexenio se enfrentaron varios retos fuertes como la pandemia y la seguridad pública, pero que entre todos los lograron enfrentar.
“Los coahuilenses unimos esfuerzos y recursos, así como con los 38 municipios de la entidad para dejar un estado blindado y que es ejemplo en el país en seguridad pública”, abundó.
Mencionó que antes de irse todavía ha entregado equipo y armamento, además de sumar nuevos elementos a las corporaciones de seguridad, aparte de que le ha dado continuidad a los operativos de vigilancia para que “no se aprovechen del impás del cambio de gobierno”.
Manifestó que aún le quedan algunas obras importantes por inaugurar en el resto del estado pero que “me voy tranquilo y contento de entregar un Coahuila seguro y en paz”.
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