Por Dorian Arrzua
Al recorrer el bullicioso bulevar Pedro Figueroa y llegar a la encrucijada con Paseo de las Lomas, en San Patricio, se encuentra un rincón gastronómico único: Barrio Roma. En este enclave varios locales saltillenses de comida compiten para seducir los paladares con una variada oferta de platillos.
En la entrada, a la izquierda, se alza Epazote, un establecimiento que destaca entre todos. A primera vista podría parecer otro destino culinario tentador, pero detrás de sus puertas se encuentra el chef Alex, Alejandro Castelo Torres, originario de la capital estatal, con una carrera culinaria de 15 años, quien por su experiencia domina cada aspecto de un restaurante porque empezó como lavaplatos, pasó a cocina y desarrolló experiencia en ventas.
Es la magia del chef Alex que da vida a Epazote.
A diferencia de muchos chefs especializados, Alex no limita su destreza a una categoría específica; su amor por la gastronomía lo impulsa a explorar todos los rincones de la cocina. Su incursión más reciente en la repostería es un testimonio de su constante búsqueda de innovación, fusionando recetas típicas con sus propias ideas.
En entrevista, este maestro culinario compartió los inicios de su fascinación por la cocina. Aunque no proviene de una familia de chefs profesionales, su padrino de bautizo, José (alias Nino), propietario de un negocio de comida, fue la influencia clave en su infancia. Desde los siete años Alex quedó prendido de la dinámica entre cocineros y clientes. Eso despertó su pasión por la gastronomía.
Su viaje formal hacia la cocina comenzó a los 15 años como mesero en Villa Ferré. Al demostrar habilidades culinarias excepcionales, Alex rápidamente ascendió de posición. Sin embargo, reconoce que el camino no siempre ha sido fácil, con desafíos económicos y largas jornadas de trabajo. Pese a las dificultades, destaca que la dedicación y el aprendizaje constante son fundamentales para prosperar en este campo.
Lo que realmente llena de satisfacción a Alex no es la recompensa financiera, sino la conexión con los clientes. Su mayor alegría proviene de ver a las personas disfrutar de sus creaciones y marcharse felices. Este enfoque en la experiencia del cliente es lo que define su éxito, dice.
El sello de Epazote
Lo que define al chef Alex Castelo es la elaboración de platillos vanguardistas y la hábil combinación de especias como el anisado, clavo, canela y cardamomo. Su creatividad se refleja en el uso de hierbas aromáticas y sabrosas, como el epazote y el estragón, que otorgan un toque único a sus creaciones.
Un ejemplo destacado de su obra es el Roll de Estragón, una deliciosa muestra de su habilidad para fusionar sabores y texturas de manera innovadora.
También el chef destaca por su capacidad para crear salsas excepcionales, como aquella a base de estragón, hongos y coñac, que coloca esta experiencia gastronómica a nuevas alturas.
La versatilidad de Alex se refleja en la variedad de platillos que presenta en Epazote. Desde un filete de res asado con puré de papa “aterciopelado” hasta la cuidadosa preparación de una salsa de estragón que acompaña cada bocado; su enfoque detallado y creativo se evidencia en cada presentación.
Un detalle notable es el uso del anís, que va más allá de los límites convencionales. Este singular toque se extiende incluso al café que sirve en Epazote, creando una experiencia única y memorable para los comensales.
Epazote es el proyecto conjunto de Alex y su socio Gustavo Espinoza, inicialmente comenzó como un servicio de catering mediante Atmósfera Culinaria, empresa caracterizada por el buen gusto de su local matriz, Casa República, así como por llevar su servicio a eventos dentro y fuera de la ciudad.
Sin embargo, el enfoque valiente para experimentar con recetas tradicionales y conocidas, otorgándoles un giro fresco y único, les ha valido una reputación destacada.
La firma de Epazote radica en la incorporación de ingredientes de diversas regiones, la combinación de sabores y la creación de nuevas experiencias culinarias a partir de la cocina tradicional norestense.
Alex dice que Epazote está en constante crecimiento. Sus planes incluyen la apertura de un restaurante exclusivo con capacidad para 40 personas, ofreciendo un extenso menú a precios accesibles.
Junto con Gustavo, Alex aspira a convertir a Epazote en una marca reconocida, expandiéndose más allá de Saltillo hacia otras ciudades del norte y, eventualmente, explorando el sur del país.
Más que ofrecer deliciosos platillos, Alex anhela llevar sus creaciones a diferentes rincones, compartir recetas y enriquecer la diversidad de la gastronomía mexicana.
Inspirado por el trato y la relación con los clientes, resalta la importancia de una experiencia gastronómica que va más allá de lo simplemente sabroso: una experiencia que deja una impresión duradera que, acaso, explica que desde hace tiempo ofertas restauranteras de la localidad hayan copiado sus platillos.
TE RECOMENDAMOS LEER: