Un total de 177 connacionales murieron este año al intentar cruzar a Estados Unidos por la frontera con Texas, cuyo gobernador, Greg Abbott, promulgó el lunes la Ley SB4, que endurece el trato a los migrantes.
Los mexicanos fallecidos en este lindero —que comparten los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua con Texas— representan 30 por ciento de los 590 connacionales que perdieron la vida a lo largo de toda la frontera, hasta el 6 de diciembre pasado, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Ahogamiento, deshidratación y complicaciones de salud durante el trayecto fueron algunas de las causas de muerte. La mayoría de ellos (69 por ciento), eran hombres de entre 19 y 36 años, seguidos por mujeres (22 por ciento) de entre 22 y 49 años y niños menores de 12 años, incluido un bebé de seis meses.
Oni Blair, directora de la directora de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) en ese estado, consideró que la norma SB4 “prácticamente criminaliza la migración, un derecho humano, al permitir que cualquier autoridad estatal, digamos cualquier policía, pueda detener a un migrante, exigirle demostrar su situación migratoria e incluso deportarlo sin el debido proceso”.
Dijo que por ello presentarán las demandas necesarias para congelar la ley. ACLU, que agrupa a más de 200 organizaciones, y el Proyecto de Derechos Civiles de Texas tramitaron el martes un primer recurso ante la Corte Federal del Distrito Oeste de Texas, el cual afirma que esta es inconstitucional porque viola la cláusula de supremacía de la Constitución de EU.
La Ley SB4 entrará en vigor hasta marzo próximo, pero ya genera miedo entre migrantes varados en la frontera, quienes temen ser detenidos y deportados a sus países. En entrevista con OEM, algunos dijeron que esperarán una cita, mediante la aplicación de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP One), con el fin de lograr un ingreso legal, pero otros insistirán en cruzar a EU por vías alternas.
“Según veo, el gobernador de Texas se está poniendo muy drástico. Somos humanos todos y tenemos derechos. Estamos aquí, no hemos querido pasar al otro lado porque queremos pasar como es, legalmente”, dijo Marco Castro, quien llegó hasta la frontera de Tamaulipas procedente de Honduras.
Unos 10 mil migrantes, de acuerdo con estimaciones del Instituto Tamaulipeco de Migración, aguardan la oportunidad de cruzar la frontera y llegar a Texas u obtener su cita mediante la aplicación. Esa región del estado, según las cifras de la SRE, ha sido este año la más letal para los indocumentados mexicanos, con 62 de las 177 muertes registradas.
En Reynosa, litigantes de organizaciones visitaron albergues para explicar a los migrantes las implicaciones de la nueva norma. “Aquí en Senda de Vida estuvieron algunos abogados y estuvieron hablando con nosotros acerca de que pasar por el río ilegalmente a los Estados Unidos como migrantes es muy inseguro para nosotros, es más conveniente esperar la cita de CBP One”, comentó la colombiana Paola.
En Torreón, Coahuila, Marco, un venezolano de 35 años, recobra fuerza para reanudar su camino a la Unión Americana, aun con la nueva ley. “No puedo seguir peleando por un Ejército que no defiende a su pueblo de las injusticias, prefiero luchar por la libertad de mis hijos y de mi madre y emprender el sueño americano, aunque hoy nos damos cuenta de que en Texas nos endurecerán los castigos y nos meterán a la cárcel”.
Alicia Olmedo, integrante de Casa Migrante Ciudad Juárez, también teme una nueva crisis migratoria con la Ley SB4. “Estamos convencidos de que la medida provocará una nueva ola de deportaciones de mexicanos, pero también de migrantes de otras naciones para quienes no es fácil regresar a su país. Ello saturará otra vez los albergues y dejará a muchos en las calles, donde las temperaturas por la noche alcanzan hasta dos grados bajo cero, lo que resulta inhumano”.
La nueva norma permite a las autoridades locales solicitar a los migrantes sus papeles en cualquier parte de la entidad. Si no los tienen pueden ser detenidos y deportados a México, sean o no mexicanos. Para los reincidentes, la legislación impone hasta 20 años de prisión.
“Ellos no saben todo lo que nosotros tenemos que pasar, humillaciones, cinco días arriba del tren y para llegar aquí y nos deporten es injusto, aparte no sabíamos de la ley SB4”, dijo por su parte Alexandro González, migrante de 24 años que espera la oportunidad de cruzar por la frontera entre Ciudad Juárez y Texas.
Afirmó que los migrantes aprovecharán los meses restantes para que entre en vigor la legislación (marzo de 2024), para entregarse a las autoridades migratorias, con el fin de acudir ante un juez y solicitar asilo.
“Ya vimos lo que nos quieren hacer en Texas, y no vamos para allá, vamos a buscarle por otras rutas para llegar a donde queremos. Sufrir tanto en trenes, carreteras, camiones, caminos para llegar y que te metan a la cárcel por nada, eso no es justo, no somos delincuentes, somos venezolanos con ansias de libertad y progreso”, dijo por su parte Joaquín, quien se dirige a Tamaulipas, con miedo de ser deportado, enfrentarse al crimen y ahora a la SB4.
Fueron varios migrantes a los que se les preguntó si conocían o habían escuchado sobre la Ley BS4, La mayoría refirió saber de las expulsiones, cárcel y prohibición de regresar a Estados Unidos en cinco años.
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