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Coahuila.- El partido Morena inicia este domingo la carrera para tomar Coahuila –que renovará la gubernatura en 2023– con una asamblea informativa similar a la que hace dos semanas hubo en Toluca, Estado de México, y con la presencia de algunas de las “corcholatas”, es decir, los presidenciables para 2024.
Bajo el lema “Unidad y movilización para que siga la transformación”, dicho acto masivo se llevará a cabo este domingo 26 de junio en la explanada del centro cultural “Benito Macías” en el municipio Francisco I. Madero, a las 11:30 horas, para arrancar la organización interna de cara a las elecciones del próximo año.
Al evento asistirán “corcholatas” como el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, recién recuperada de COVID-19. También está invitado el senador Ricardo Monreal, quien desde hace varios meses ya se destapó como aspirante a la presidencia.
Pero también será la oportunidad para que Morena presente a sus “corcholatas locales”, como el subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana Ricardo Mejía Berdeja, quien dijo a El Coahuilense que es gente cercana al presidente Andrés Manuel López Obrador y confesó su motivación a que haya alternancia en el estado.
El expanista Luis Fernando Salazar Fernández, que alguna vez fue parte del círculo más cercano al expresidente Felipe Calderón y que llegó a Morena en 2018, define su aspiración a coordinar la defensa de la 4T en Coahuila, una figura para no incurrir en actos anticipados de campaña.
No es una sorpresa que estará el senador Armando Guadiana, otro aspirante a la gubernatura y que ya fue candidato en 2017. Él cuenta con el 33% de opinión favorable y 78% de conocimiento entre los coahuilenses, según una encuesta de posicionamiento preelectoral publicada por El Financiero hace cuatro días.
A decir del líder nacional de Morena, Mario Delgado, a más tardar el 20 de julio se conocerá quiénes serán los representantes del movimiento a las gubernaturas que se elegirán el próximo año en el Estado de México y Coahuila, fuertes bastiones priistas y las únicas entidades que le quedan al partido tricolor.
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