Redacción El Coahuilense
La bodega en la que el domingo fueron asegurados 726 migrantes es propiedad del exalcalde de Cuaxomulco, Javier Serrano Sánchez, confirmó el actual presidente de este municipio tlaxcalteca, Miguel Ángel Neria Carreño.
De acuerdo con el propio alcalde y vecinos de la zona, la bodega en etapa de construcción ubicada en la avenida San Antonio, esquina con calle 2 de Noviembre, en la cabecera municipal de Cuaxomulco, inició su edificación durante el mandato de Javier Serrano (2017-2021), quien tras concluir el cargo fue incorporado al gobierno morenista de Lorena Cuéllar Cisneros como delegado de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios en Huamantla.
Neria Carreño, dijo desconocer si Javier Serrano rentaba la bodega o si era operada por algún familiar cercano o por él mismo. Esta casa editorial buscó a Javier Serrano para conocer su postura sobre la presencia de cientos de migrantes en su propiedad, pero por segundo día consecutivo no respondió la solicitud.
Vecinos de la citada bodega señalan que iba a ser una recicladora, pero la construcción quedó por varios meses en obra negra.
El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tlaxcala, Martín Perea Marrufo, informó que personal de la Fiscalía General de la República (FGR) determinará la situación legal del o la propietaria de la bodega.
Sobre la presencia de 726 extranjeros en su demarcación, Neria Carreño dijo que no cuenta con los policías suficientes para manejar tal cantidad de personas.
“Desde el primer momento solicitamos apoyo de las autoridades estatales y federales porque somos un municipio pequeño, apenas alcanzamos los 20 elementos de seguridad, 10 por turno y esto nos rebasó totalmente”, dijo.
Añadió que el aseguramiento de los 726 migrantes es un hecho inédito en su municipio.
Los extranjeros fueron trasladados ayer a albergues temporales de los municipios de Cuaxomulco, Santa Cruz Tlaxcala, y a las estaciones migratorias de San Pablo Apetatitlán, en Tlaxcala, e Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Previo a su traslado fueron evaluados por personal del Centro Regulador de Urgencias Médicas de Tlaxcala, quienes detectaron casos de deshidratación, crisis nerviosas y problemas estomacales que fueron atendidos.
Autoridades federales montaron un estricto protocolo de seguridad en los albergues a donde fueron llevados los migrantes.
Algunos de ellos relataron que llevaban siete días de viaje desde el estado de Chiapas y la entidad les serviría de punto de descanso, para luego seguir rumbo a Estados Unidos.
Versiones de las autoridades señalan que Cuaxomulco pudo ser elegido por los traficantes de personas para albergar a los indocumentados por su cercanía con el municipio de Apizaco, paso obligado de migrantes, sin pensar que serían descubiertos por la gran cantidad de personas albergadas en un solo inmueble.
Agentes del Instituto Nacional de Migración informaron a los extranjeros que podían ser repatriados de manera voluntaria o solicitar asilo, para lo cual deben permanecer en los albergues.
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