Ciudad de México.– En octubre de 2021, el Presidente Andrés Manuel López Obrador le levantó el brazo y la señaló. Había sido su vocera en la campaña presidencial de 2006 y lo acompañó paso a paso en la multitudinaria marcha por el IV año del Gobierno federal.
Este 2024, tras ganar la encuesta interna de Morena, Claudia Sheinbaum busca ser la primera Presidenta en la historia de México y, con su propio toque científico, continuar la denominada Cuarta Transformación ejecutando pendientes, entre ellos, la Reforma Judicial.
“Presidenta, presidenta”, le gritan de norte a sur en cada uno de sus eventos de la precampaña; le aplauden de pie, la abrazan. Pese a la guerra sucia de Marx Cortázar y Alejandro Quintero con el rostro de la precandidata de derecha Xóchitl Gálvez, incluyendo ataques racistas por su apellido y comentarios misóginos, lleva meses con una amplia ventaja en las encuestas.
“Así como el neoliberalismo está quedando atrás, también el machismo”, dijo en su podcast Sheinboom una ingeniera y política a la que se le ha señalado de ser la “títere” de López Obrador.
No exenta de señalamientos, entre ellos, la caída del colegio Rébsamen en el terremoto del 2017, la construcción del puente vehicular sobre un área natural protegida en Xochimilco, la caída del tramo elevado de la Línea 12 del Metro y realizar actividades proselitistas mientras aún era Jefa de Gobierno, nada ha borrado esa sonrisa, nada ha despeinado esa coleta, ahora alaciada.
Millones de mexicanos –los de derecha a parte– le tienen confianza, incluso cariño. Desde la ciencia, la astrónoma Julieta Fierro recuerda haberla conocido de bebé en los brazos de su madre, la bióloga Annie Pardo; desde la cultura, el actor Damián Alcázar destaca que desde chiquitina tocaba la guitarra; y desde la política, su probable sucesora según las encuestas, Clara Brugada, declaró que es una compañera de mil batallas, una mujer científica de izquierda. Ella de autodescribe así para Claudia, el documental, el cual su hijo Rodrigo Ímaz dirigió:
“Claudia es una mujer, madre, hoy abuela, científica, Doctora en Ingeniería de Energía, Secretaria de Medio Ambiente, después Alcaldesa de Tlalpan, luego Jefa de Gobierno, esa es Claudia”.
Si no hubiera sido Jefa de Gobierno, dijo, probablemente habría sido maestra de jardín de niños.
CIENTÍFICA POLITIZADA
Su madre Annie Pardo Cemo, estricta con sus tres hijos, le cultivó a Claudia el interés por la ciencia. Recientemente a sus 82 años recibió el Premio Nacional de Ciencia por sus investigaciones en enfermedades del pulmón y sobre envejecimiento. Pero también le cultivó la conciencia política: a sus seis años, Claudia la vio participar en el movimiento del 68 cuando la bióloga era académica del Instituto Politécnico Nacional.
Después de pasar por el CCH (donde lideró un movimiento feminista contra un profesor acosador), Claudia estudió Física en la UNAM, donde la universitaria también perteneció al equipo de remo en Cuemanco. Igual que su madre, combinó la ciencia con la política y formó parte medular del movimiento estudiantil del 86-87 contra el intento de elevar cuotas de una universidad reconocida a nivel regional.
Ahora su hija Mariana Ímaz, a quien tuvo cuando tenía 26 años, también es académica. Cursó un doctorado en Filosofía en la Universidad de California gracias a una beca del Conacyt. Su hijo mayor, Rodrigo Ímaz, está apoyando a la precandidata presidencial a llegar al electorado joven a través del documental en YouTube y el programa de podcast Sheinboom, donde ella es quien entrevista a los invitados.
“Es una chulada, yo la conozco desde que era bebé y es una chica encantadora, su mamá es una bióloga muy importante y muchas veces coincidí con ella. Y luego cuando fue alumna de la Facultad de Ciencias. Me gusta que le importe la ciencia y la tecnología, y espero que avance en eso y sobre todo en la mejora de la educación en este país porque soy de la opinión de que la educación es lo más importante”, aseguró la astrónoma Julieta Fierro en entrevista para Close Up.
Esa bebé que Julieta conoció en el ámbito académico estudió las tendencias del consumo de energía y emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en México, lo que le permitió su incorporación al Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en el tema de energía e industria, esto es, la instancia internacional que demuestra con evidencia científica la existencia y causas de la crisis climática. Fue coautora contribuyente al informe “AR4” del IPCC, que fue premiado con Premio Nobel de la Paz 2007.
Bailarina de ballet en la infancia, también tiene un lado cultural: su afición por la guitarra. El actor Damián Alcázar destaca su sensibilidad e inteligencia.
“La conozco desde muy jovencita tocando instrumentos y mira, va a ser nuestra Presidenta. Es una mujer que escucha, hizo un maravilloso trabajo con la Ciudad de México y estamos esperanzados con que lo va hacer con todo el país. Está en su mejor momento”, declaró.
FUNCIONARIA PÚBLICA PROGRESISTA
Con esa conciencia política heredada, Claudia participó en los mitines de López Obrador desde los éxodos desde Tabasco. Pero el académico José Barberán, colega de su mamá, los enlazó para que ella fuera la Secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal, particularmente para mitigar las contingencias ambientales derivadas de una falta de regulación de emisores.
Sheinbaum aceptó el reto de disminuir la contaminación atmosférica del DF durante la reunión que ambos tuvieron en el Sanborns de San Ángel, al sur de la ciudad. Para el ahora Presidente, Claudia es una mujer honesta, inteligente y de buenos sentimientos.
“Cuando llego al gobierno de la Ciudad, empiezo a integrar el equipo y necesitaba yo equilibrar también que participaran hombres y mujeres. Al final, participaron más mujeres que hombres en el gabinete. Y tenía que nombrar a la Secretaria de Medio Ambiente. Un amigo muy cercano, Pepe Balberán, que era académico, me ayudaba mucho –además, un hombre con convicciones, con principios, ya falleció–, le pregunté que si conocía a alguien que pudiera ayudarnos a enfrentar los problemas de las contingencias ambientales, la contaminación en la Ciudad”, compartió el mandatario en una conferencia de prensa de septiembre del año pasado.
Cumplió su encomienda. Durante el Gobierno de 2000 a 2006, solo hubo dos días de contingencia ambiental. Además, la Secretaria de Medio Ambiente impulsó la política de separación de basura orgánica e inorgánica, y participó en la creación de dos proyectos de movilidad icónicos hasta la fecha: el Segundo Piso del Periférico y el Metrobús, que –fallas en el servicio a parte– actualmente tiene varias líneas a lo largo de la capital del país con autobuses bajos en emisiones contaminantes.
Tras el fraude electoral de 2006, López Obrador le pidió que formara parte del equipo que investigó matemáticamente cómo se fraguó la operación para llevar a la Presidencia al panista Felipe Calderón.
Sheinbaum lo hizo hombro a hombro de figuras de izquierda como Gerardo Fernández Noroña, ahora uno de sus principales coordinadores de precampaña. Fueron largas jornadas de revisar las actas, contar los números y, a la par, estar en el plantón de avenida Reforma.
“El esquema principal del fraude fue la casilla, cambiando los datos de las actas, a parte de otros métodos. Todo ese proceso para poder ir sabiendo exactamente qué había ocurrido y cómo evidenciar que realmente había un fraude fueron muchas noches sin dormir, muchos matemáticos y científicos que también hacían sus propios números”, recuerda Claudia al respecto.
Y después de haber pasado un largo tiempo en su otro pilar de vida, la academia en la UNAM, Claudia coadyuvó en la creación de Morena como partido en 2012-2013. Tocó casa por casa para informar que López Obrador ya no era militante del PRD, sino que estaban conformando ese nuevo movimiento. Y también participó en la declaración de principios. Bertha Luján, de las primeras dirigentes del partido, dijo:
“Yo destacaría su historia, su trayectoria, el conocimiento que tiene del país y sobre todo su compromiso con todas y todos los mexicanos. Creo que su perfil es lo mejor que hay para gobernar este país. Destaco su inteligencia, su voluntad de cambio y, sobre todo, su trabajo. Es una gente muy disciplinada y sabe por dónde ir y lo que quiere”.
Luego Sheinbaum contendió y ganó las elecciones para ser la Alcaldesa de Tlalpan, demarcación donde creció. En septiembre de 2017, en vísperas de que contendiera por la jefatura de Gobierno de la CDMX, se le señaló de ser la responsable del derrumbe del colegio Rébsamen tras el terremoto. El segundo piso fue construido ilegalmente por la directora Mónica, quien fue sentenciada a 31 años de prisión por su responsabilidad en la muerte de 19 niños y siete adultos.
“Para mí –afirmó la exalcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada– es una compañera de mil batallas, una compañera que se dedicó, se concentró una buena parte de su vida a prepararse, entonces tener una mujer científica de izquierda, valiente, que lucha, transformadora… es una maravilla”.
Su último escalón, antes de aspirar a la Presidencia, fue ser la primera mujer Jefa de Gobierno de la CDMX, desde donde enfrentó tres grandes retos: un alza de homicidios por el enfrentamiento entre cárteles, atender a los miles de enfermos y los efectos socioeconómicos por la COVID-19 y calcular la campaña de vacunación masiva contra ese virus.
Durante su gestión, en el edificio del Ayuntamiento tuvo diversas audiencias con la ciudadanía desde las seis de la mañana, así como conferencias matutinas y, entre otros proyectos, ofreció internet en espacios públicos, impulsó la movilidad integrada (Cablebús, ciclovías, Trolebús, rehabilitación de la línea 1 del Metro…); dio becas a todos los estudiantes de primaria sin considerar promedios; construyó la Universidad de la Salud, un hospital para la comunidad trans, y dos plantas recicladoras, entre otras acciones.
“Gobernar es tomar decisiones y asumir las presiones que se pueden generar a partir de esa decisión que se está tomando”, aseguró en el documental Claudia.
PRECANDIDATA PRESIDENCIAL
Entre cinco aspirantes hombres, Claudia Sheinbaum ganó la encuesta interna de Morena para ser la precandidata presidencial, un proceso que fue señalado por el excanciller Marcelo Ebrard de haber tenido ciertas irregularidades, las cuales fueron reconocidas y sancionadas por la Comisión de Honestidad del partido.
“Hoy ganó la democracia, decidió el pueblo de México y soy la coordinadora nacional de Defensa de la Transformación. Ese trabajo es en equipo y por eso digo que nos necesitamos todas y todos”, dijo entre gritos de “Presidenta” durante aquella noche de miércoles 6 de septiembre en que aseguró sentirse emocionada.
Dos días después, recibió el bastón de mando de la mano del Presidente López Obrador, rodeada de gobernadores morenistas y demás integrantes del movimiento y, sobre todo, entre ovaciones de ciudadanos que asistieron al histórico evento afuera del restaurante El Cardenal, a unos pasos de Palacio Nacional y el Templo Mayor.
“Tengan la certeza que voy a estar a la altura de las circunstancias”, aseguró aquella noche. “Jamás voy a mentir, jamás voy a robar y jamás, jamás, voy a traicionar al pueblo de México”.
El 2 de junio de 2024, en seis meses, se sabrá si la mujer científica de izquierda en la que confió el Presidente López Obrador se convierte en la primera mujer Presidenta de México.
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