Ramos, Arizpe, Coahuila.- El Centro Federal de Reinserción Social número 18, ubicado en Mesillas, Ramos Arizpe, fue señalado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) como un lugar donde la delincuencia impera.
Según una recomendación emitida por la CNDH, dentro de este centro penitenciario persisten condiciones de autogobierno y tráfico de drogas. Además, se confirmó que un grupo de custodios estuvo involucrado en el asesinato de uno de los internos.
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La recomendación 147VG/2024 detalla cómo un grupo de custodios torturó y mató a un interno identificado como Óliver Eduardo el 15 de mayo de 2023. Las investigaciones de la CNDH revelaron que Óliver fue estrangulado con un lazo mientras era trasladado de su celda al área médica del penal, y luego intentaron hacer pasar su muerte como un paro cardiaco.
Además del incidente con Óliver, se descubrió que el penal está bajo el control de grupos delictivos, quienes también se dedican al tráfico de drogas dentro de las instalaciones. Los testimonios de los internos indican que algunos custodios están involucrados en esta actividad ilícita en colaboración con reclusos de alto riesgo.
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La CNDH ha emitido la recomendación 147 al comisionado del órgano administrativo de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Antonio Haziel Ruiz Ortega. Se solicita una investigación exhaustiva sobre el asesinato de Óliver Eduardo, así como sanciones penales para los custodios implicados y una evaluación de las condiciones de gobernabilidad dentro del penal.
Óliver Eduardo Ramos Cardoza, quien cumplía una condena de 25 años por secuestro, llevaba diez años en el penal y estaba por iniciar un juicio que podría haberle concedido la libertad. Desde su llegada al penal, denunció actos de tortura y amenazas por parte del personal de custodia, pero estas quejas fueron ignoradas por las autoridades. Su muerte provocó el despido de la directora del penal en ese momento, Jetzael Martínez Cisneros.
La investigación de la CNDH indica que Óliver sufrió un episodio de crisis nerviosa dentro de su celda, donde seis custodios lo golpearon brutalmente y lo sometieron con gas lacrimógeno. Posteriormente, fue estrangulado con un lazo mientras era transportado en una ambulancia, y los custodios intentaron hacer pasar su muerte como un infarto al miocardio.
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Con información de Zócalo | RB
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