Café con piquete
Qué les cuento, que un juez de amparo dejó muy mal parada a la fiscalía de la CDMX y, de paso, le dio un buen tallón a su encargado de despacho, Ulises Lara, al fallar que se violaron los derechos de la familia de Hilda Lara, específicamente de su esposo, originario del Congo, nada más y nada menos que el cuñado de Lord Cúspide. ¡Quihúboles!
El nuevo revés en el caso solamente evidencia la dictadura de Ulises Lara en la fiscalía de CDMX, la cual no sólo retuerce las leyes a conveniencia, sino que también pisa los derechos de los ciudadanos al perpetuar un sistema de justicia que es manipulado para servir a sus intereses personales.
En mi columna Funcionarios abusadores protegidos les di a conocer cómo el encargado de la fiscalía, como buen pupilo de Ernestina Godoy, pisotea hasta su propia familia con la historia de Hilda y su esposo, quienes han luchado para defender su casa, la cual adquirieron legalmente en 2013.
Sin embargo, su padre, Carlos L. Lara, con el apoyo de Ulises, o viceversa, la denunció por fraude y despojo, a pesar que la pagó con un crédito del Infonavit y los antecedentes penales de su padre por falsificación.
Pero tremendo cachetadón con guante blanco le dieron a Lord Cúspide, ya que la nueva resolución del juez de amparo (juicio de amparo 930/2023) señala claramente que durante la audiencia inicial se cometieron múltiples violaciones a los derechos del esposo de Hilda, incluyendo la falta de notificación, contacto y asistencia consular, derechos fundamentales para cualquier extranjero enfrentando procesos judiciales en México. ¡Tómala barbón!
Como consecuencia, la autoridad judicial ordenó que se dejen sin efecto todos los actos procedimentales realizados durante la audiencia del 13 de octubre de 2023, incluyendo el auto de vinculación a proceso y las medidas cautelares impuestas a la pareja.
Citando jurisprudencia de la SCJN, el juez destacó la importancia del derecho a la asistencia consular como pilar de una defensa adecuada y equitativa.
Además, mandó a repetir la audiencia inicial, asegurando que esta vez se respeten los derechos de asistencia consular del esposo de Hilda.
“Deseo que ninguna persona inocente viva actos de corrupción tan graves, el tráfico de influencias, fabricación de delitos y demás actos ilegales. Somos muchas víctimas de la FGJCDMX”, me dijo Hilda, media hermana de Ulises Lara.
Los empleados de Banjército demostraron tener la razón
En mayo se cumplirán cinco años sin que los trabajadores de Banjército vean un solo peso del reparto de utilidades que por ley les toca, pero que, gracias a Hacienda, en los tiempos de Arturo Herrera y hoy de Rogelio Ramírez de la O, jamás verán durante el sexenio de AMLO.
Además, déjenme decirles que, a la fecha, es la directora de Jurídico de Banjército, Rosa Elena Torres Dávila, la que se empeña en que no se haga el pago, por estar está más preocupada en ascender a coronel y retirarse como general. ¡Así como lo están leyendo!
Desde 2019 he venido documentando y dándoles voz a los trabajadores, pero nadie en la ‘4T’ les quiso hacer caso.
En México aún tenemos al Poder Judicial -ovación de pie para éste y su ministra presidenta Norma Piña-.
Como ya es una constante en la ‘4T’, los derechos humanos y laborales de los trabajadores no existen y no sólo están atados de manos, sino que no dejan de hostigarlos para que renuncien y paren de exigir lo que por ley les corresponde.
Así pues, la indiferencia y el abandono de esta administración obligaron a más de 500 trabajadores de sucursales, módulos y corporativo de Banjército a demandar para recibir su reparto de utilidades.
Aunque hay unos 2 mil empleados afectados, no todos lo hicieron, por miedo.
Un fuerte doble
Aunque muy tenue, la luz ya se ve al final del camino, pues 25 de los 500 que ya demandaron lograron que les pagaran las utilidades de 2019, 2020, 2021 y 2022 –fanfarrias a ellos por valientes y al Poder Judicial-.
Demostraron que tenían la razón.
Ahora bien, me dicen que hacer un paro en sucursales sigue siendo un “no” para ellos, porque saben que, además del “caos” que provocaría, tomarían acciones más drásticas en contra de sus derechos laborales.
Tienen hora de entrada mas no de salida, severas sanciones cuando acumulan retardos y un pésimo servicio médico.
“El ambiente laboral en general es malo y si llega nuevamente Morena… Esto nos desanima, nos quitaron nuestros derechos laborales. El presidente López Obrador ha comentado ‘por encima de la ley, nadie’, pero queda claro que eso es para algunos cuantos, no para los trabajadores de Banjército, quienes servimos a México”, lamentaron.
General secretario Luis Crescencio Sandoval, fue Hacienda, pero al final son parte de su tropa.
¿Por qué AMLO y Sheinbaum siguen defendiendo a la zacatecana Nahle? ¡Si es corrupta y miente!
Baste decir que:
1.- La mansión que tiene en el Country de Villahermosa, Tabasco, la compró el 31 de enero de 2019, apenas dos meses después de tomar posesión como titular en la Secretaría de Energía.
2.- Declaró haber pagado sólo 2 millones de pesos en efectivo, pero esa mansión, repito, en el Country, tiene 457 metros de terreno y 314 de construcción, por lo cual evidentemente miente.
3.- Una residencia similar ahí mismo vale más de 12 millones de pesos.
4.- Paga de luz 33 pesos al bimestre, sí, en su mansión. O sea, ¿Manuel Bartlett le hace un superdescuento o tiene un diablito? ¡Pues no me digan que con esos calores nunca prende el abanico!
Aquí le dejó los documentos oficiales.
La cuarta transformación tiene razón cuando dicen que no son iguales a otras administraciones, son peores: sí, mienten; sí, roban, y sí, traicionan al pueblo. En más de cinco años, Román Meyer Falcón, el arquitecto de la corrupción e hijo del historiador Lorenzo Meyer Cossío, hizo de Sedatu su mina de oro.
Café con doble piquete
En esta historia de la gallina de los huevos de oro, Román y su hermano Lorenzo Meyer, así como su primo Alfonso Martínez Meyer, son protagonistas y responsables de obras de pesadilla que están inconclusas o abandonadas; de licitaciones sin proyectos; de contratos millonarios a modo para beneficiar a su círculo cercano, y violaciones a la ley, cuyo común denominador es siempre la corrupción.
Los hijos del ideólogo de la ‘4T’ son el claro ejemplo de que la prepotencia y la corrupción no se destruye, sólo se transforma. Los Meyer Falcón ya no pueden con el desmadre que traen en Sedatu. Si creen que esto es la punta del iceberg, apenas si hablamos de una astilla que tiene molestos a muchos constructores y empresarios.
Proyectos sin proyecto
Lo que mal empieza, mal acaba… la Sedatu no estaba preparada para ejecutar obra pública, pero igual se le dio toda la responsabilidad, de modo que los recursos para el desarrollo y construcción de proyectos se dejaron de dar directamente a los estados o municipios para entregarse en especie.
La centralización de los recursos para el desarrollo de la infraestructura urbana jugó a favor de los Meyer, de sus amigos, arquitectos, operadores y empresas, que comenzaron a recibir contratos, a cambio de un porcentaje en efectivo y con ello los primeros millones.
“En este gobierno se licitaban proyectos sin proyecto, entonces no sabías cuánto iba a costar; se estimaba por costos paramétricos y nos pagaban lo que el secretario quería”, revelaron mis múltiples fuentes internas y externas de Sedatu.
El pastel y las rebanadas
Con tal de comerse el pastel completo, los Meyer fueron quitando a los funcionarios que no se quisieron sumar a su red de corrupción. Comenzaron cambiando al primer subsecretario, Armando Rosales; acto seguido quitaron del camino a su principal obstáculo, el arquitecto Daniel Escotto Sánchez, quien entonces estaba al frente de la Unidad de Proyectos Estratégicos para el Desarrollo Urbano, y el responsable de estructurar el equipo para la ejecución de obras, a los arquitectos y a los ingenieros dentro de Sedatu.
Poco a poco fueron cambiando el personal responsable de las licitaciones con el fin de ocultar su modus operandi para la asignación de los contratos a las constructoras bendecidas por los Meyer. En ese puesto pasaron el ingeniero Luis Soliz, el maestro Josué Cortez y el ingeniero Tomás Candelaria, hasta quedarse acéfala esa Unidad de Proyectos, dejando el camino libre para que se asignaran los contratos a su conveniencia. No sólo con el personal de esta unidad se meten, también han quitado del camino a distintos personajes en puestos estratégicos para quedarse con el pastel completo, puestos designados por Hacienda, como Víctor Manuel Bolaños, titular de Administración y Finanzas de la Sedatu, entre otros.
Como empresa, obtener un contrato era más sencillo cuando contabas con “la bendición” de Román; de lo contrario, no ganabas, y en este pastel las rebanadas las cortaban Román, Lorenzo y su primo Alfonso, así como, ya sabemos, el arquitecto Alejandro Castro, cercano amigo de Andy López Beltrán.
Pero en esta historia también hay muchos enojados y apuñalados por la espalda. Funcionarios que fueron despedidos por no cooperar, arquitectos a los que nos les pagaron sus servicios y constructoras que fueron invitadas a hacer obra por Lorenzo y que entregaron el moche solicitado y a los que no les pagaron las obras que construyeron.
A finales de 2020, en noviembre, Román despidió a Daniel Escotto; desde ese momento comenzaron a entrar a la Sedatu personajes que trabajaron con Lorenzo en la CRE.
Los gánsteres de la ‘4T’
Alfonso Martínez Meyer, alias Ernesto (primo de los Meyer), y su contadora Rebeca están a cargo de cobrar a los constructores los moches que solicitan. “A los que no pagan, el secretario les quita el contrato y se lo cede a otra empresa, o les dejan de pagar, por eso no podemos dejar hacer lo que nos piden” afirmó una de mis fuentes.
Toda red de corrupción opera con amigos, familiares, cómplices, aquellos que no abren la boca pero estiran la mano, como los funcionarios coludidos y el despacho externo donde se preparan las licitaciones y las propuestas ganadoras de los contratos.
Hasta magos salieron…
Para las obras del rescate integral de río Grijalva, en Villahermosa, “desaparecieron” cientos de millones de pesos de los contratos, donde quitaron conceptos como el tablestacado, indispensable para la cimentación y delimitar el río con la tierra, además de ser un requisito de la Conagua, que los puso en la mira de la ASF.
El esquema perfecto
La trampa perfecta se centró en hacer licitaciones de obra pública a precio alzado con proyectos incompletos o inexistentes, un esquema muy poco usado en el sector de la obra pública en el que la Sedatu se especializó completamente, pudiendo así pagar muy por encima de los costos reales y pudiendo modificar los proyectos a modo para beneficiar a las constructoras o, en algunos casos, castigarlas y afectarlas.
Con la auditoría encima y un regaño del Presidente, Román “estaba muy tenso”. La siguiente cabeza que quería era la de Víctor Manuel Bolaños; “no quería perder porque, obviamente, ahí estaba el dinero”. Esto lo sabían hasta en Hacienda y, aun así, lo permitieron.
Las mismas empresas conocían perfectamente quién era la cabeza, el hermano, el primo, el amigo, y cómo operaban porque no a todas les pedían el mismo porcentaje.
BUMA, de Marco Antonio Burgos, uno de los mejores amigos de Lorenzo, desapareció tras cobrar 95% del contrato con todo y que la obra en Nextlalpan, Edomex, tenía menos de 40% de avance. Ni el secretario ni sus funcionarios hicieron nada contra ellos.
Mientras permitían que unos quedaran mal, otros constructores tenían que salir al rescate de las obras. Al llegar a 2022 la mitad de los proyectos de 2021 no estaba terminada, los contratos se volvían más complicados por la forma de contratación y por arquitectos que querían imponer un diseño más caro.
“Se vienen ya muchos proyectos que estaban atorados, que les faltaba dinero, que las empresas habían ya abandonado, que Román ya no quería. Llegó un momento donde creía que todo el mundo le robaba”; acto seguido, bajó el presupuesto para obras que dejaron tiradas por las propias empresas que ellos colocaron.Ven cómo no son iguales, resultaron hasta peores. Esta es la familia del ideólogo de la cuarta transformación Lorenzo Meyer. No combatió la corrupción, impunidad y prepotencia, por el contrario, las encabezó y fomentó. Mientras tanto, ¿quién investiga a los amigos del hijo del Presidente? ¿Sólo la prensa?
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La columna se publicó originalmente en El Financiero reproducida aquí con permiso de la autora.
Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.
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