Susana Magallón de la UNAM ingresa a sociedad científica con reconocimiento mundial

mayo 30, 2024
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Susana Magallón Puebla, directora del Instituto de Biología de la UNAM
Susana Magallón Puebla, directora del Instituto de Biología de la UNAM

Ciudad de México.- En lo que representa un hecho histórico para la ciencia en México, Susana Magallón Puebla, directora del Instituto de Biología de la UNAM, ingresará como miembro internacional a la Royal Society of London, que es la sociedad científica más antigua y con mayor prestigio del mundo, cuyo origen se remonta a 1660, en donde pasaron por sus pasillos figuras emblemáticas, como Isaac Newton, Charles Darwin y Albert Einstein.

Ahora, Susana Magallón Puebla será admitida como miembro internacional en julio próximo en la capital inglesa, pues esta sociedad científica  distinguirá la trayectoria de la científica experta en un área de ciencia fundamental: la biología sistemática, que rastrea con profundo detalle el origen de las especies a partir de su historia evolutiva y sus relaciones.

Ante esta distinción, la bióloga mexicana consideró: “es un honor muy grande que me hace una de las sociedades más importantes a nivel internacional, donde, por ejemplo, James Watson, Francis Crick y Rosalind Franklin presentaron el modelo de la estructura del ADN. Para mí es una de las distinciones más importantes que puede tener un científico en su carrera, y es otorgada a una mexicana como miembro internacional de esta agrupación”.

Susana Magallón expresó que su trayectoria científica y función en la dirección del Instituto de Biología estén dentro de la UNAM, demuestra que en la Universidad Nacional se puede llevar a cabo ciencia de primer nivel, original y con impacto. Además de que el Instituto, próximo a cumplir 95 años, puede tener aportaciones en el desarrollo de la ciencia en nuestro país.

Enfatizó que el nombramiento que se le dará a ella distingue un área de la ciencia fundamental, pues lo que hacen en el Instituto de Biología es generar conocimiento que quizá en este momento no tiene una aplicación inmediata, visible y práctica, pero sí es el fundamento para que más adelante se desarrollen conocimientos de tecnología y de medicina. Es importante, porque aumenta el conocimiento que tenemos como humanidad.

Magallón Puebla explicó que la Royal Society busca reconocer una carrera científica destacada, también que la persona haya realizado alguna contribución en favor de la ciencia en su lugar de origen. Las contribuciones de la científica incluyen su liderazgo al frente del Instituto de Biología, así como un trabajo colaborativo entre pares, profesores y alumnos para potenciar el uso de conocimientos con la multidisciplina y el manejo de tecnologías cada vez más sofisticadas en su área.

Numerosos biólogos considerados para recibir la distinción se dedican a áreas como la biomedicina o biotecnología, que tienen incidencia directa en la producción de medicamentos o de aspectos tecnológicos de aplicación inmediata, recordó.

Potenciar estudios

Susana Magallón Puebla indicó que con frecuencia se oye que México es un país megadiverso. Es un enunciado que deriva del trabajo que llevamos a cabo en el Instituto de Biología, porque lo que hacemos es descubrir la biodiversidad, las diferentes especies, describirlas (decir cómo son y cómo se diferencian de otras, dónde viven y en qué medio ambiente) y clasificarlas de una manera sistematizada. Esa sistematización deriva de cómo entendemos el proceso evolutivo que les dio origen, es un proceso de documentar.

De acuerdo con la experta, es una labor que requiere alta especialización y transmitir al estudiantado el conocimiento para que reconozcan las diferentes especies y extraigan el ADN, efectúen trabajo genómico, análisis por computadora cada vez más complicados para entender cómo se relacionan entre sí las diferentes especies y hagan trabajo evolutivo.

Esto es importante, porque no son ecólogos que hacen sus estudios en el tiempo presente, entre poblaciones, somos los biólogos evolutivos vemos el resultado de un proceso evolutivo que ha llevado más de 4 mil 500 años en gestarse, de donde deriva toda esta riqueza de plantas y animales en la Tierra y en los mares. Entendemos ese proceso a lo largo del tiempo profundo, precisó.

Insistió en que México debe y puede ser una potencia internacional en este tipo de estudios, tienen instituciones, personas profundamente especializadas y conocedoras en diferentes tipos de organismos que deben transmitir sus conocimientos, y estudiantes que deben aprender técnicas analíticas y de laboratorio. Debemos colaborar y vincularnos para potenciar nuestro trabajo.

Además, estamos asentados en un centro de biodiversidad a nivel internacional, y este tiene una combinación especial, con un territorio donde se ha realizado intercambio biótico entre organismos de la región neártica (del norte del mundo) y lo que hoy es América del Sur. Tenemos numerosas especies de diferentes sitios del mundo, y muchas endémicas que solo existen aquí, concluyó Susana Magallón.

Brecha de género en la ciencia

En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se conmemora el 11 de febrero, recordamos que aún existe una brecha de género en esta área, ya que en nuestro país, únicamente 3 de cada 10 personas profesionistas dedicadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas -conocidas también como STEM por sus siglas en inglés- son mujeres. 

De mantenerse esta tendencia, México tardaría 37 años en incorporar a medio millón de mujeres para cerrar la brecha de género. Esta problemática se extiende en el mundo, pues de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), 29.3 por ciento de mujeres son investigadoras a nivel mundial. Además, únicamente tres por ciento de Premios Nobel en ciencias han sido otorgados a mujeres. 

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) destacó que la baja presencia de mujeres en STEM tiene implicaciones económicas importantes para su futuro profesional. Ya que su presencia es menor aún cuando carreras de este grupo han cobrado relevancia como consecuencia de los cambios tecnológicos y la automatización que incrementará a mediano plazo en el mercado laboral.

Para alcanzar un nivel similar de hombres en carreras STEM, en todos los estados del país la matrícula de mujeres debe aumentar al menos 71 por ciento, destaca el IMCO. Sin embargo, este tema continúa siendo un reto.

En el informe ¿Dónde están las científicas?, realizado en 2022, el Instituto Mexicano para la Competitividad detalló que se registraron 494 mil 753 mujeres y 996 mil 519 hombres que estudian algún programa STEM a nivel nacional.

Y aunque en los últimos 10 años la cifra aumentó en cuatro puntos porcentuales, “el ritmo de crecimiento en la matrícula ha sido insuficiente (4.4 por ciento anual). De continuar esta tendencia, México tardaría 37 años para que el número de mujeres que estudian estas carreras sea similar al que mantienen los hombres hoy”.

“Una mayor participación de las mujeres en el sector STEM no solo tendría beneficios para ellas, sino que también elevaría la competitividad de las industrias y de los estados al incorporar una mayor diversidad de perspectivas para el desarrollo de la innovación”, expresó el IMCO en un comunicado.

Para lograr lo anterior, los estados deberán: Definir en el plan estatal de desarrollo objetivo, indicadores y metas para impulsar que más mujeres elijan carreras STEM.

Aprovechar acciones del sector privado o de la sociedad civil para atender las principales áreas de oportunidad del estado. Además, el Instituto destaca la necesidad de consolidar comités multisectoriales en donde participen autoridades del gobierno del estado, sociedad civil, universidades, docentes, y el sector productivo para alinear necesidades y revisar avances en las acciones que se implementen.

Aptitudes y capacidades no tienen género

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) destaca que los prejuicios y los estereotipos de género que se arrastran desde hace décadas continúan manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los sectores relacionados con la ciencia.

“Las niñas y las mujeres tienen hoy cuatro veces menos probabilidades que los hombres de adquirir las competencias digitales básicas, que serán esenciales en el futuro”.

IMCO señala que las causas de la falta de representación femenina en STEM comienzan desde la niñez. Y es que los estereotipos, normas de género, el ambiente en las clases, la poca visibilidad de modelos femeninos a seguir y la deficiencia de orientación vocacional, son algunos de los elementos que provocan en las niñas poco interés y falta de confianza propia en sus habilidades en matemáticas y ciencias.

Entonces, cuando ellas llegan a la universidad, no habrán desarrollado las mismas habilidades ni intereses en asignaturas STEM que los hombres. Esto influye en la selección de carreras, provocando que sea distinta entre sexos.

Por ello, es importante, además de una estrategia educativa -como se mencionó con anterioridad- incrementar los rostros de mujeres que científicas, ingenieras o matemáticas en entornos infantiles. Esto las convencerá de que ellas también pueden serlo y les mostrará que sus capacidades y aptitudes no tienen género.

CIMAC Noticias

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