El otro Fidel Velázquez

julio 29, 2024
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Francisco Hernández Juárez
FOTOGRAFÍA: ESPECIAL

Ciudad de México.– La primera vez que Francisco Hernández Juárez (1949) asumió las riendas del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) el Presidente era Luis Echeverría Álvarez. Era abril de 1976, cuando Hernández Juárez siendo prácticamente desconocido asume el liderazgo de la disidencia y logra derrocar al charro Salustio Salgado Guzmán.

Desde entonces han pasado 48 años y nueve presidentes de la República. En todo ese tiempo Francisco Hernández Juárez se ha mantenido como el dirigente sindical de los telefonistas y se perfila hacerlo por otro cuatro años más luego de que este lunes culmina la renovación del sindicato en el que Paco-Francisco, como le dicen, fue el candidato único, un proceso que la disidencia ha tildado de irregular, señalamiento que él niega.

—¿En qué es diferente los 52 años a los que se perfila usted está frente a los telefonistas a los 56 que estuvo Fidel Velázquez prácticamente (en la CTM)? —se le preguntó a “Juárez” el pasado martes 23 de julio en una entrevista por Zoom.

—Con todo respeto yo no tendría manera de hacer una comparación, lo que te puedo decir es que yo en todo este tiempo, en cada proceso, en cada periodo, siempre he consultado a mis compañeros, siempre se ha hecho mediante un proceso democrático con voto universal y secreto y bueno, ese ha sido digamos la constante en todas estas veces.

“Estoy de acuerdo contigo que es mucho tiempo, que son muchas veces las que he estado al frente del sindicato, admito que hay observadores, columnistas o políticos que les parece es demasiado tiempo, insisto, yo lo respeto y entiendo por qué tienen esa impresión. Lo único que te puedo decir a mi favor es que en todos los casos ha sido a través de un proceso democrático a través de voto universal y secreto y es consultando y decidiendo lo por parte de los trabajadores telefonistas”.

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El propio Fidel Velázquez Sánchez, el eterno de líder la Confederación de Trabajadores de México (CTM), célebre por frases como “llegamos con la fuerza de las armas, y no nos van a sacar con los votos”, o “el que se mueve no sale en la foto”, fue quien lo introdujo en las intrincadas redes del poder del sindicalismo mexicano, como reseña el periodista Francisco Cruz en su libro Los amos de la mafia sindical.

Francisco Cruz narra en esta investigación cómo “la interlocución de Fidel brindó a Pancho y a sus telefonistas fortaleza para aguantar, a pie firme, los ataques que salieron desde las oficinas de los presidentes José López Portillo y Miguel de la Madrid, de 1977 a 1988”. Fue en el siguiente sexenio, de acuerdo con el periodista, en donde Hernández Juárez encontró a otro de sus aliados: el Presidente Carlos Salinas de Gortari, a quien ayudó en la privatización de Teléfonos de México.

—¿Cómo fue su relación con el Presidente Salinas? —se le preguntó.

—Tuvimos una relación que surgió a partir de que quedó claro que… la empresa en esa época pasaba por una crisis de inversión, no crecíamos, el promedio de atención de los servicios era de un año, teníamos tecnología sumamente atrasada, la empresa estaba en un.. y éramos la empresa que más quejas recibió frente a la Procuraduría Federal del Consumidor. Estábamos en una situación muy delicada y yo tuve oportunidad de hablar con el Presidente y plantearle que necesitábamos que el Gobierno invirtiera en Teléfonos de México, pero nos dijo muy claramente que no, que el Gobierno tenía otras prioridades para invertir y no se hallaba que invirtiera en Teléfonos de México. Yo no puedo negar que de pronto aparecieron quienes les interesó invertir en Teléfonos de México, cuando vemos que íbamos en esa dirección como le había pasado la mayoría de las empresas, nosotros lo que quisimos poner por delante es que si ese proceso se concretaba nuestro contrato colectivo estuviera a salvo, que la plantilla de trabajadores no se ajustará, que no fueran a despedir trabajadores y que se respetaran la presencia del sindicato, y el Presidente estuvo de acuerdo y pues nosotros lo único que hicimos fue poner a salvo la condición de los trabajadores.

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“Pretender detener esa ola privatizadora (del Salinismo), no estuvo a nuestro alcance y la verdad de todas las maneras pienso que en manos del Gobierno, tarde o temprano, hubiéramos tenido que entrar en un proceso, o sea, en las condiciones de que los servicios la empresa proporciona se necesita cada vez tecnología más de punta, para tener esa tecnología se necesitan tener grandes inversiones, el Gobierno no tenía ninguna capacidad para ello, entonces la verdad es que Teléfonos de México logró llegar a ser considerada para el año 2000 como la mejor empresa telefónica del mundo, nosotros lo que tratamos en ese proceso es poner a salvo los derechos de los trabajadores y cosa que logramos porque el contrato se mantuvo intacto, no se despidió a un solo trabajador, y bueno, se respetó la integridad de la organización. Eso pasó en ese proceso y sería mal decirte que con eso consideramos al Presidente como nuestro enemigo ya después, lo demás es responsabilidad de él”.

Precisamente sobre la relación entre Juárez y Salinas, el periodista Rafael Rodríguez Castañeda en el libro Operación Telmex, contacto en el poder da cuenta de un episodio que recuerda Francisco Cruz: “Palabras más, palabras menos que recoge Rodríguez Castañeda, Hernández Juárez fue muy elocuente y lengua suelta con algunos periodistas. Durante el último día de una gira de trabajo en la que acompañó al presidente Salinas a Washington dijo: ‘Necesito ir a un centro comercial a comprar unos pinches tenis porque Claudio X. González —el magnate— quiere que vaya a correr con él […] Y para comprarle cosas a mis hijas. Además, en el avión [presidencial] me dieron este fajote de dólares —eran billetes de 100— y mejor me los gasto, no vaya a ser que me los pidan al regreso”. Y se los gastó, según se pudo constatar al día siguiente allí mismo en Washington”.

Sobre ese episodio, Francisco Hernández Juárez sostiene:

“No sé de dónde lo saca, yo en principio jamás… salí un par de veces, alguna vez, con Miguel de la Madrid, un par de veces con el licenciado Salinas, con el doctor Zedillo también un par de veces, jamás tuve márgenes como para salir de compras mientras yo estaba allá, menos a hacer ejercicio, me invitaban estrictamente a cumplir con los protocolos de acompañamiento y ya, este yo jamás he tratado nada con Claudio X. González, jamás, salvo algunas cuestiones institucionales en las que hubo algún evento obrero y empresarios, salvo eso, jamás tuve nada que ver con él y menos a salir a cumplir. Ese es un invento de él totalmente, es una falsedad, y menos acepto haber recibido un solo centavo, jamás. A mí nadie me puede en ninguna manera señalar por haber recibido un solo centavo de nadie y conste que hubo por ahí quien me lo hizo me lo hizo llegar como algún mensaje, pero no me preocupa y no tengo nada que ocultar al respecto y menos, yo tengo los recursos para comprarme unos tenis, por qué tengo que andar esperando, es ilógico, pero bueno no es cierto”.

“NO HAY NEPOTISMO”

En octubre de 2007, Leonel Contreras, Ramón Félix, Ricardo Arzate, Benito Méndez, Alicia Sepúlveda y Alicia Colchado, entre otros, crearon un frente para impedir la reelección de Hernández Juárez. A su decir, uno de los propósitos era acabar con el “nepotismo” instaurado por el líder sindical que tenía “incrustados en el sindicato a por lo menos 20 parientes”.

Hablaban que dentro del Sindicato trabajaban sus hermanas Ana María, Margarita, Teresa; de sus hermanos Jesús y Rafael así como de sus hijos Noé y Claudia Hernández Castro. En la misma denuncia señalaban que su yerno Salvador Ochoa García, tiene una empresa que surte de muebles a todos los edificios del STRM. Posteriormente en la prensa se daría a conocer que Ochoa García había sido contratado por el Sindicato.

Hernández Juárez fue cuestionado sobre estos señalamientos, mismos que no negó.

—En 2007 lo acusaron de incurrir en prácticas de nepotismo, se lo pregunto muy directo, ¿tiene familiares, a sus hermanos, a sus hijos, trabajando en el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana?

—No es cierto

—¿No tiene familiares trabajando…?

—Déjame precisar una cosa para que se entienda el contexto porque como dice el Presidente ‘los textos sin contexto, se malinterpreta’. En el Sindicato de Telefonistas para entrar a trabajar a Teléfonos de México y en las cuatro empresas tenemos, el estatuto señala claramente que tienen prioridad para recomendar a los familiares de los telefonistas, o sea, si no es, inclusive si pasan el examen, el primero en lugar es el hijo de un compañero telefonista fallecido, después el hijo de un trabajador telefonista activo, después el hijo de, en fin… lo familiar aquí es muy importante y así está especificado de manera que puros familiares entran de todos los telefonistas, obviamente yo no soy la excepción, antes de entrar al sindicato ya había recomendado yo compañeros parientes que entraron a trabajar, unos se jubilaron y ya se fueron, otros se tuvieron actividad sindical, y en ese tipo, no se puede decir nepotismo en el sentido de que simplemente lo saco de la calle y los traigo a trabajar aquí conmigo.

“En ese camino han llegado e igual se han ido algunos familiares a ayudarme con las tareas sindicales, pero eso, o sea, cada cuatro años todo el Comité cambia, entran integrantes nuevos van a participar sindicalmente, se renueva todo el Comité Ejecutivo cada cuatro años, entonces sí tengo pues probablemente dos o tres familiares, pero son alrededor de 100 integrantes del comité ejecutivo, o sea, para que vean la dimensión, yo no puedo rechazar que si alguna especialidad nombra un delegado o nombra a uno de la planilla y es mi pariente, yo no puedo decir ‘es mi pariente, no me lo mandes’, si hace bien su trabajo se le respeta y si no se le regresa, dependiendo del tiempo que haya quedado al estar al frente de la organización.

La primera vez que Francisco Hernández Juárez asumió las riendas del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana el Presidente era Luis Echeverría Álvarez. Foto: Cuartoscuro.

“Sí hay familiares, sí hay familiares, pero para nada como que sea una característica del trabajo que nosotros hacemos”.

—La disidencia habla de 20 familiares, otros registros periodísticos, otras investigaciones como la del compañero Francisco Cruz se dan cuenta de cinco hermanos y de sus dos hijos que laboran en el Sindicato de Telefonistas, de igual manera hay otros señalamientos, otras investigaciones, que dan cuenta de que Salvador Ochoa García, esposo de Claudia Hernández Castro, su hija, tiene contratos para darle mantenimiento a los edificios del Sindicato de Telefonistas.

—Primero no somos una empresa del sector público, no tenemos recursos del sector público, después, en efecto, él tiene una constructora, tiene su proyecto de vida y de trabajo, y de repente se necesitan labores de construcción, de mantenimiento, pero no es cierto que sea una sola constructora, o sea, nosotros tenemos cinco o seis constructoras, se evalúa por parte de las constructoras quienes nos dan mejor precio, quienes nos dan mejor calidad, con quienes hemos tenido mejor resultado y van teniendo diferentes proyectos, eso es, insisto, para nosotros como sindicato, aunque no somos del sector público de todas maneras metemos a evaluación las constructoras que nos puede dar mejores resultados y él entre, otras cosas, pues puede a veces tener, pero que tenga privilegios, no es así.

“Está como lo de la Caja de Ahorro, el Sindicato de Telefonistas tuvo la iniciativa de crear una caja de ahorro para que los trabajadores telefonistas tuvieran ahí capacidad para poner sus recursos y manejarlos a través de una cooperativa, recibimos la autorización de la autoridad y ha funcionado siendo una de las cajas de ahorro más importantes de este país, de una de las cooperativas más importantes.

“Legalmente es una caja que se maneja de manera independiente, que tiene su consejo de administración, que hace asambleas, que reportan los resultados y ellos dicen que es mi caja y que de ahí yo tengo los recursos, eso es, bueno, además de que mienten y que inventan las cosas, pues es ni siquiera tener idea de qué están hablando porque financieramente íbamos, desde el punto de vista legal no se podría tener una institución como esa, ahí como un negocio particular, y que los participación de los trabajadores, el 90 por ciento de los trabajadores tienen recursos en la caja, y no hay ninguna queja de que se hayan manejado mal sus recursos, que se estén desviando es absolutamente falso, pero lo que pasa es que uno de los participantes en este grupo era un dirigente que salió, de hecho no se presentó a trabajar por más tiempo y salió de la caja, o saca información y trata de manipularla para dar otra imagen.

“Ustedes pueden consultar a la autoridad, no me crean a mí, chequen en Hacienda, chequen en la Comisión Nacional Bancaria, chequen ahí como pero esta caja y no tiene ninguna queja y cuando la tiene afortunadamente son suficientemente cuidadosos y responsables para atender las indicaciones que se dan y a mí me parece excelente que esté vigilada porque en la medida que está vigilada más esmera por hacer bien su trabajo”.

“NO SE PERSIGUE A NADIE”

La planilla verde, que postula a Hernández Juárez es la única que obtuvo el registro en este proceso de renovación del Sindicato de Telefonistas, Ricardo Arzate Rivas, quien buscó ser candidato por la planilla roja, fue rechazado.

Los opositores a que “Juárez” se mantenga cuatro años más en el poder indicaron que además de las violaciones que se hace a la Ley Federal del Trabajo e incluso los acuerdos del T-MEC, que establecen la democracia sindical, Francisco Hernández Juárez se ha hecho de los órganos dentro del STRM para impedir que alguien más gane.

—¿No hay otra opción dentro de esta planilla verde que pudiera sucederlo? Y aprovecho para hacerle esta pregunta, integrantes de la Alianza Nacional Telefonista lo han señalado a usted de impedir que ellos compitan por parte de esta planilla roja, han señalado que se está violando la Ley Federal de Trabajo, los mismos estatutos del sindicato de telefonistas de la República Mexicana y que están siendo ellos perseguidos e indican que usted ejerce un control dentro de estos órganos de elección dentro del sindicato, ¿qué le contestaría la disidencia que es la que hace estos señalamientos?

—Bueno, qué podría decir la oposición, primero que nada, insisto, todas las ocasiones que ha habido proceso electoral, en todas ha habido planillas opositoras, en esta ocasión se presentaron sin reunir los requisitos que se piden para quedar registrado como planilla, pero solo en esta ocasión, todas las veces anteriores ellos han participado porque son los mismos, todas las veces se les ha registrado y todas las veces han competido y todas las veces se ha votado por ellos, quienes consideran que son una opción, esta vez no porque no pudieron juntar ni siquiera el grupo suficiente para hacer una planilla, no pudieron juntar las firmas que se piden para poder registrar una planilla, pero más me parece peculiar que ahorita la planilla que está integrada de Los Trabajadores está recorriendo el país, está hablando con los trabajadores, está pidiendo su voto y bueno, pues en ese momento estamos en proceso de votación.

¿Ellos qué están haciendo? No se están acercando a la gente, no están tratando de obtener apoyo en su propuesta y obviamente ellos piensan que la representación del sindicato, la representación como Comité Ejecutivo se los debe dar el Gobierno, la empresa o algún partido político, pero no los trabajadores, yo creo que se están equivocando totalmente la estrategia y bueno, es más déjame decirte los que acabas de señalar, Arzate y Sebastián estuvieron en el Comité Ejecutivo Nacional, estuvieron trabajando conmigo, terminaron sin pena ni gloria su función en el Comité Ejecutivo, nunca se quejaron de nada y apenas salieron porque su trabajo no fue suficiente para mantenerse porque los que destacan en su actividad se pueden quedar un tiempo más a reforzar el trabajo del Comité y mientras estaban en el Comité no vieron ningún mal, cuando salieron fue cuando tuvieron esta actitud, pero insisto no se les cortó, no se les limitó, ya nunca se presentaron a recibir el registro.

La verdad a mí sinceramente me hubiera gustado que se registraran, que participaran, estoy de acuerdo que se ve mejor una contienda con alguien participando que solo, pero bueno tampoco les íbamos a hacer el trabajo de conseguirle las firmas y registrarnos, será tarea de ellos, pero no no es cierto, ellos vienen aquí cada que quieren y hacen un mitin 10 o 15 en frente del sindicato y cierran la calle, pues nosotros seguimos nuestra actividad y cuando se cansan se van, pero no les hacemos nada, no es cierto que ejerzamos presión y que controlemos los órganos, no se actúa así en el sindicato y algún mérito debe tener que la gente crea en el sindicato, crea en el Comité Ejecutivo, cuando me preguntan ‘por qué ese apoyo’, bueno, será porque tenemos uno de los mejores contratos colectivos del país, será porque tenemos uno de los promedios salariales más altos del país, será porque tenemos un sindicato reconocido nacional e internacionalmente y en algo tiene que ver el liderazgo, pero cuando me quieran a mí achacar que las cosas que tenemos es porque el buen liderazgo, yo les reitero que somos un equipo que los trabajadores y el liderazgo cuando cumplen unitariamente sus tareas es por eso la fortaleza en la organización y mis compañeros, la verdad, piensan y siguen pensando que les sigo siendo útil, yo siento que es importante ya operar un proceso de transición, lo he intentado dos veces, inclusive ya se había nombrado el Secretario General Adjunto pero pues al final pues entre que no cumplió con sus responsabilidades y la gente no quiso seguir ya ese experimento, fue por lo que ya aborto el proceso, pero este yo sigo creyendo que es importante encontrar quién se va a quedar en el lugar.

—Sus detractores le cuestionan el hecho de que haya llegado con la bandera de la no reelección, de la democracia sindical, y ahora a la distancia eso genera un contraste y en cierta medida una contradicción, ¿usted lo considera así?

—Bueno, déjame decirte con todo respeto, que esa versión es una versión de quien trata de que se genere esta visión de mi participación, esta contradicción de que yo llego con el tema de la no reelección y permanecer todo ese tiempo al frente del sindicato.

Además fue esa una bandera no porque no fuera importante, realmente no era dentro de nuestras prioridades, cuando se entró en conflicto con (Salustio) Salgado (Guzmán) fue porque había comprometido una revisión anterior, un aumento salarial a cambio de que en el momento de que se dio el 76 iba a haber un doble aumento, cosa que no cumplió, la empresa no cumplió y la gente se inconformó, y el principal motivo fue que se volviera a revisar el contrato colectivo y que se diera el doble aumento que se había prometido y que además se quitara al dirigente sindical, esas fueron las dos planteamientos centrales.

Después entramos en un proceso, después de acudir a Gobernación nos dio una salida porque estábamos en paro, que se hiciera una votación por tres opciones: Salustio Salgado, tu servidor u otra opción, inclusive Gobernación nos dijo no pueden limitarse a ustedes dos, tiene que haber otra opción, el 90 por ciento de mis compañeros votó porque yo estuviera pero en ningún momento entró ese asunto, insisto, no porque no sea importante, no porque no haya que discutirlo, pero no fue un tema que con una bandera política que yo haya salido, quedado y después entrar en esta contradicción, no fue así, y bueno, reitero, yo estoy consciente de que es un largo tiempo, yo lo he discutido con mis compañeros, pero ellos al final son los que toman la decisión, son los que deciden y así lo han decidido todas estas veces.

—Desde 2008 es recurrente escucharlo decir que usted trata de dejar la dirigencia, pero estamos hablando de que ya son más de 16 años de este planteamiento y por estas inercias, que usted menciona, se ha mantenido al frente, ¿no está establecida la estructura suficiente para que los destinos del sindicato puedan elegir alguien distinto? ¿No hay nadie más que se pueda hacer cargo del Sindicato de Telefonistas?

—Por supuesto que mis compañeros son realmente muy sindicalistas, realmente tengo gente muy preparada y sin duda de ninguna especie, hay gente con la capacidad para sustituirme y seguir adelante al frente con el sindicato, eso sin duda, yo no me atrevería de ninguna manera decir que no hay quien me pueda sustituir, pero para eso se le tiene que consultar a los compañeros y para eso ellos tienen que tomar una decisión, o sea, ir a presentarse en una planilla sólo es posible si una convención y una consulta nacional pregunta si quiere que vuelva yo , o no, a participar.

Bueno, insisto, yo respeto estas opiniones como las que tú expresas, las respeto y las valoro, pero finalmente son los telefonistas los que tienen que decidir, y bueno, pues ellos plantean que yo debo volver a participar está bien, tampoco voy a decir que me resisto, yo les propongo, les planteo, la conveniencia que ya vayamos planteando por este tipo de ánimo que hay alrededor del proceso, yo creo que es mejor resolver, pero tengo que decir que, cuando menos en esta ocasión, la Convención me ganó el tiempo, yo estaba pensando proponerles un proceso de transición, pero cuando la Convención se adelantó y me propuso volver a participar, tuve que dejarlo de lado, pero insisto, yo lo único que tengo en ese sentido es simplemente decir que yo no estoy aquí ni porque yo tengo una estructura de control ni porque tenga represión para que los compañeros estén a favor mío ni por inercia, o sea, porque mis compañeros bueno el tener que enfrentarse al grupo privado más poderoso de este país, tener que lidiar con una empresa que de repente piensa que ya no debe cumplir con sus derechos, con las obligaciones que tiene el contrato colectivo, tener un país donde los derechos laborales permanente son pasados por alto, pues los compañeros piensan que tenemos un sindicato para enfrentarlo y piensan que yo contribuyó con mi trabajo y les sigo siendo útil y bueno, me imagino que por eso me tienen aquí, insisto, no estoy en contra sin el apoyo de mis compañeros, sin cumplir con la ley y a través de un procedimiento democrático.

SinEmbargo

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