Redacción El Coahuilense
La desaparición del joven Pablo Jared ha puesto en duda, una vez más, las capacidades de la Fiscalía General del Estado, y en concreto del fiscal de Personas Desaparecidas, José Ángel Herrera, para la implementación de protocolos eficaces de búsqueda y localización.
Dos semanas han sido insuficientes para encontrar indicios del paradero del joven cuyo rastro se perdió en el Bolsón de Mapimí, muy cerca de Tlahualilo, Durango, en el desierto. Muy a pesar de que a esa causa se han destinado desde helicópteros hasta binomios caninos.
El colmo fue que, en medio de los barridos en el desierto, se encontró a otro joven que deambulaba desde hacía 10 días por el desierto, sin que nadie en la oficialidad se hubiera movido por él, según dio a conocer el lagunero Grupo Vida.
Herrera ha hecho huesos viejos en la fiscalía lo que no ha sido suficiente en general y en particular para el caso.
Diezmo en el Congreso
La sucia y fea práctica de cobrarle comisión a los subordinados por tenerlos en la nómina es acaso una de las más indeseables formas de hacerse de unos pesos. Hay que ser muy ruin para quitarle dinero del salario pactado a una persona y, tal parece que, en el congreso de Coahuila, la práctica campea.
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Y no crea usted que esa conducta centavera es cosa de priístas o panistas, sino que se ha identificado en el grupo parlamentario que repite hasta el cansancio “Primero los pobres”… pero al pase de charola.
Descarte usted, por ya ser público, el caso del monclovense Luis Jaime Ponce, cuyo hermano es ya conocido como “El Asesor Carnal”.
Nombres, nombres, pide el círculo rojo que apunta a la laguna.
Expulsión promovida
Pesado se llevan en el PAN y de los que juegan más rudo destaca Gerardo Aguado “El Quillo”, diputado local, coordinador parlamentario, secretario general del PAN en el estado (boletero, domador de tigres, acróbata) y expulsor albiazul tras bambalinas.
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Resulta que El Quillo se embrolló en promover la expulsión de las filas panistas de su compañero de bancada y de partido, Alfredo Paredes, el exaclalde de Monclova.
Para hacerlo, convenció a la presidenta del comité municipal del PAN, Yolanda Acuña, de proceder contra el diputado y contra el regidor Leonardo Hernández, a quienes señala de haber apoyado al candidato del PRI, a la postre triunfador, Carlos Villarreal.
Modelo educativo
El gobernador Manolo Jiménez Salinas presentó ayer la Estrategia “Impulso Educativo Coahuila”. Más allá del contenido, expuesto ampliamente en notas periodísticas, el sentido político del evento implicó la presencia de los dirigentes de la Sección 5, Everardo Padrón; de la 35, Arturo Díaz y de la 38, Icela Licerio, así como del dirigente nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas.
Como se sabe, Cepeda Salas es senador electo por Morena, partido con el que abiertamente participan Licerio Luévano y Arturo Díaz.
Cepeda Salas ya estuvo por Saltillo en diciembre, cuando acompañó a Jiménez Salinas en su toma de posesión y, si algo queda claro hasta ahora, es que la filiación partidista no ha hecho mella en las relaciones de los dirigentes seccionales con el gobierno estatal.
Acaso se siguen tendiendo puentes hacia el “segundo piso”.
Estilo personal
Blas Flores anduvo ayer muy activo, presentando inclusive la Feria Internacional del Libro 2024, entre otras actividades de tipo cultural e histórico.
No faltó quien empezara a manejar la idea de que podría asumir en breve la Secretaría de Cultura cuando el gobernador realice los cambios que a veces suelen operarse al finalizar el primer año.
Sin embargo, parece que un estilo personal de gobernar empieza a ser completamente claro y es que, el mandatario suele reunir en un tomador de decisiones, las funciones que tradicionalmente y legalmente, corresponden a diferentes dependencias.
El caso más evidente es Mejora, que en la persona de Gabriel Elizondo reúne operación de programas sociales y asistenciales; más discreto es el caso de Diego Rodríguez, subsecretario de Gobierno y Comunicación, que concentra todo aquello relacionado con operación y mensaje, inclusive con las oposiciones, o sea, la política interna del estado.
Con Blas Flores tal parece que Turismo, Cultura y aquello que contribuya a derrama económica a partir de la organización de grandes eventos o producciones, recaiga en Blas Flores, por aquello de los Proyectos Estratégicos que implica su cargo.
Y acaso por ahí vaya también lo relativo a la política de seguridad y justicia. Veremos.
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