Por Katya González
Datos oficiales dados a conocer por la diputada Claudia Elvira Rodríguez Márquez, arrojan que en lo que va del año se han registrado entre 150 y 170 casos de niños que han sufrido abuso sexual; en promedio por mes se presentan entre 30 y 35 casos.
La diputada del Partido Verde Ecologista de México, Claudia Rodríguez, presentó ante el Pleno del Congreso del Estado de Coahuila un punto de acuerdo con el fin de exhortar a la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia(PRONNIF), para que en coordinación con la Secretaría de Educación del Estado de Coahuila (SEDU) se actualicen o refuercen los protocolos oficiales de los planteles, lo que fue aprobado por unanimidad.
En los últimos meses, observó la legisladora, los delitos de abuso a menores de edad se han agraviado en el estado, recordando algunos de los casos más recientes, como el presentado en un jardín de niños en Torreón, en donde alumnos de entre cinco y seis años fueron abusados por el conserje de la escuela.
O en Saltillo, cuando en septiembre un profesor de tercero de primaria fue denunciado penalmente por madres y padres de familia de al menos 15 niñas de entre ocho y nueve años, posibles víctimas de violencia sexual; o en junio el caso de Valentina, de 11 años, que se quito la vida después de sufrir una fuerte depresión. Tras investigaciones, todo indicaba un posible caso de abuso sexual, luego de que otra alumna de la misma escuela primaria Urbano Flores, a la que asistía Valentina, denunció que un sujeto que intentó abusar sexualmente de ella en las instalaciones del plantel.
“Un plantel educativo debe de ser seguro, debe de ser de aprendizaje, distracción y diversión para los pequeñitos y con la plena confianza de los padres de familia, que los están resguardando las autoridades educativas, pero la escuela también es un lugar de peligro para ellos”, alertó.
Explicó que la constante de los hechos de abuso en instituciones educativas presenta la misma problemática: el actuar de las autoridades es distinto en todos los casos.
Unos omiten, unos no le toman la relevancia indicada al asunto, otros minimizan la situación y ponen sobre aviso al autor del abuso, en otros casos no se le cree al menor o creen que el abuso está siendo cometido en el domicilio del menor, sin conocer la situación del plantel por lo que cada quien actúa en base a su criterio”.
Así mismo, recalcó la importancia de tener personal educativo debidamente capacitado para que se pueda detectar a la brevedad posibles abusos, por lo que es preciso que se actualicen o refuercen los protocolos oficiales de actuación en instituciones públicas. “Es nuestro deber proteger y mantener a salvo a nuestros niños.”, finalizó.
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