Relaciones sociales o relaciones transaccionales

octubre 8, 2024
minutos de lectura
RELACIONES SOCIALES
EL COAHUILENSE

Por: @ArriagaXxximena

“Suena cruel, pero hoy en día sólo hay amistades por conveniencia”; palabras con el fondo de un atardecer, secundadas por miles de reacciones en ésta y más publicaciones con expresiones similares –“Buscar a las personas sólo cuando las necesitamos, no es amistad, es interés”; o “¿Y tus amigos? ¿Mis qué? Sólo aparecen cuando necesitan favores”–, contrastan en redes con otras como “Quien paga el gym se come los resultados”; “Con dinero la mujer que quieras, sin dinero, la mujer que te quiera”, “Todo joven desea una morra con carro y que le de plata”; o casos de matrimonios que aceptan: “Me casé con una señora por su dinero”. 

Dos teorías se desprenden en una overthinker como yo:

1.- El rasero de las redes sociales se inclina para un lado u otro, según si es ocasión conveniente o no, o ¿cuándo sí es válido o aceptado el interés por otra persona?  

Y 2.- Cambiamos las relaciones sociales a relaciones transaccionales, ponderando la ventaja obtenida por estar con alguna persona versus estar con otra. 

Somos capaces de dar like a hashtags como #amistadesfalsas y luego deslizar y ver el tutorial para conocer personas ricas, o usar expresiones como “Las mujeres buscan un hombre con dinero, y los hombres buscamos a la mujer menos usada”. 

💬 | Únete a nuestro canal de WhatsApp para que recibas las noticias y trabajos destacados de El Coahuilense Noticias.

¿No será que todo en esta vida es un canje? Intercambiamos recursos por belleza, estatus por sexo, permanencia por sustento, comodidad por sentido de pertenencia, ideales por estabilidad, favores por compañía, emociones por experiencias… Todas las relaciones, incluso una de las más reconocidas por la sociedad como el matrimonio, implican una “transacción” entre dos personas. Hablar del amor como lo único que los unió es tan superficial como no reconocer que se obtuvieron beneficios de ambas partes al contraer matrimonio. Es decir, a veces las parejas prevalecen porque uno le da sustento y la otra compañía, o uno le da motivación y otro le da medios para hacer lo soñado, alguien acepta quedarse con quien le brinda seguridad para sus hijos a cambio de estar con él.  No digo que este fenómeno tenga género. El interés se ha manifestado en todos los ámbitos de nuestra existencia, alguna vez. 

🗞 | Suscríbete aquí al newsletter de El Coahuilense Noticias y recibe las claves informativas del estado. 

En teoría nos emparejamos o fomentamos la amistad por algún tipo de coincidencia, ya sea de espacio, lugar, tiempo, intereses, gustos, actividades, ideologías, etcétera. Pero una cosa realmente es el intercambio consensuado sentimental y responsablemente llevado a construir una relación, y otra montar un safari para rastrear una persona con lana para salir de tus problemas financieros u ofrecer tu cuerpo musculoso o joven a cambio de regalos o paseos pagados, ¿no?… 

En este espacio amamos la libertad, festejamos a quienes dan rienda suelta a su imaginación y diversión, pero tal vez sea el momento de hacer una pausa en nuestros días para identificar cómo nos saturamos de información, dizque la procesamos y la adecuamos a este asunto llamado vivir. En otras palabras, a veces somos infelices con lo que tenemos actualmente porque en todas partes nos piden soñar en grande, pero nos dicen exactamente qué soñar, con mucho lujo, tal o cual restaurante, conciertos o experiencias, los viajes a algún lugar famoso, los cuerpos bien marcados, o bien “frondosos”; las cosas de marca hipo alergénicas y personalizadas, ya no tenemos ni un gusto jodidamente propio. 

Hasta mi shampoo es mejor que yo en estos tiempos, pues antes de bañarme, al abrirlo leo admirada su etiqueta la cual literalmente dice: “Es la marca de productos de belleza capilar que actúa mediante elecciones responsables y aportando las mejores soluciones a sus necesidades”, al menos algo en mi casa realiza elecciones responsables y no como yo, que me aferro a mi ex, obtengo tranquilidad comiendo, o abriendo los paquetes de mis compras de ansiedad.

Primero debiera trabajar en mí misma antes de buscar en las amistades o parejas algo que me convenga. 

Actualmente usamos la transacción como sistema de resolución de conflictos. A veces las parejas o las amistades no funcionan bien porque los integrantes no son más responsables que mi shampoo, y piensan: con el tiempo cambiarán, las cosas serán mejores o ya ni nos importará. Y nos pasamos los días queriendo compartir, en lugar de trabajar primero en nosotros mismos. Y no sólo hablo de compartir como convivencia con otros, sino del término más usado en redes junto con los likes. 

Compartir (verbo transitivo) hace años se reducía a esto: 

-Dicho de una persona: hacer a otra partícipe de algo que es suyo. Tener con otra algo en común.

Y desde 2004 en adelante, compartir no es igual en redes sociales, ahora compartir se refiere a la acción de difundir contenido digital en plataformas como Facebook, Instagram, X o Tiktok. Es cuando replicas una publicación, un video, una fotografía, el propio link para llevarte a alguno de los anteriores, haciendo tu vida, tus pensamientos y tus palabras públicas en eterna competencia por la aprobación de los demás.

Ahora ya no vale ir al gym sino se toma la foto, ni ayudar, donar o regalar si no hay un Tiktok demostrándolo. Muchas personas hasta han cuestionado a los influencers cuando muestran algún movimiento o acción por causas humanitarias; argumentan que lo hacen sólo por obtener más likes y vistas para luego entrar al proceso de monetizar sus clips, pues todas estas acciones desinteresadas se podrían hacer sin subirlas a las plataformas digitales, si su fin sólo fuera apoyar y no hacerse virales. Algunos argumentan obtener los recursos para volverlos a obsequiar… ¿será su fin primordial sólo ayudar?

Dentro de este mundo entre aspirar, aparentar, compartir o intercambiar, siempre se ubica la opción de REINICIAR en cualquier momento de nuestra existencia. Una sola decisión puede cambiar el resto de tu vida. Y a veces hacer una pausa, respirar, cuestionarse quién eres, las metas deseadas, lo que buscas realmente y los medios para obtenerlo, es lo que te hace crecer y encontrar tu verdadera felicidad. 

Esperar flores amarillas o decidir si ni siquiera te gustan el color, las flores o los estándares impuestos para las amistades o amores actuales. Para no quejarte de personas interesadas ni buscar restaurantes para conseguir pareja millonaria.  

Eso que tú decidas, lo que tú te proveas, lo que disfrutes de verdad, sin esperar o buscar a otras personas o cosas costosas para hacerte sentir completo, o sin buscar ser respaldado por views.

Y si ya nada funciona pues a rezarle a Diosito en inglés para que el favor llegue en dólares…

MÁS DEL AUTOR:

Síguenos en

Versión impresa

Don't Miss