Hacía tiempo que la paranoia de la clase política no se expresaba como en estos días. No es que no se sepa de las tecnologías existentes capaces de hacer barridos territoriales y registrar información, comunicaciones, conversaciones y hasta tener activadas las cámaras.
Lo que pasa es que quizás andaba todo muy relajado y, si bien la inteligencia es indispensable para la seguridad, el uso de los equipos para el espionaje político no era algo muy a tenerse en cuenta.
¿Qué sucedió? Pues por ahora sólo un rumor más o menos generalizado y transversal entre actores de diferentes partidos que ni siquiera saben de bien a bien quién escucha… pero hasta se animan a una más o menos coincidente sospecha.
Momentos penosos
La conducta del alcalde de Arteaga, Ramiro Durán, durante la protesta de vecinos registrada el pasado martes 5, fue auténticamente un ejemplo… pero de lo que no debe ser.
En el video difundido por ATiempoTv, el arteaguense fue superado por el momento y los reclamos, se puso al tú por tú con los inconformes, haciendo alusión a la edad de algunos de los manifestantes, desafiando a quienes lo increpaban y tratando con prepotencia a un contingente que lo dejó en evidencia.
La desesperación por sacar el proyecto de agua sin consenso ni manejo mínimo del mensaje político, llevó a Ramiro Durán a protagonizar uno de los episodios más vergonzantes de tiempos recientes por la prepotencia, el desatino y la insensibilidad política que pone en aprietos el convenio presuntamente privatizador con Aguas de Saltillo.
El cristal en ejidos
El incremento, oficialmente aceptado, del consumo de cristal en ejidos del sureste, es un problema al que nuestra más reciente edición impresa dedicó su portada. Ayer fue objeto de abordaje en la tribuna legislativa.
El diputado por Morena, Alberto Hurtado, llevó un punto de acuerdo y un ejemplar de El Coahuilense Noticias para exhortar a los tres órdenes de gobierno a atender el problema en materia de salud. Ni siquiera cuestionó la actividad policiaca y, por el contrario, fue elogioso con la política de seguridad.
Con un asunto tan sensible, el tema debería gozar de un consenso general, pero no fue así y la bancada oficialista con sus aliados rechazó la propuesta del legislador casi en automático.
“Don Carlos” en la CNC
Medio ausente anduvo Carlos Robles Loustaunau, a.k.a. “Don Carlos”, quien, además de ser coordinador de la bancada del PRI en el Congreso local, es dirigente de dicho partido y como tal se metió a operar el relevo en la Confederación Nacional Campesina (CNC).
Como se sabe, la CNC tiene vencido el período de Natividad Navarro desde mayo y por una causa u otra se fue postergando la decisión del relevo, que apuntaba originalmente a José Luis Flores Méndez, quien estas semanas ha recorrido los ejidos laguneros que andan celebrando su aniversario.
Parece que a “Don Carlos” no le gusta mucho el perfil de Flores Méndez y queriendo imponer sus criterios, atizó un conflicto donde no lo había, en el cenecismo, que de por sí cada vez está más adelgazado por la simpatía con Morena como para que todavía el poco tacto del priísta ande provocando una escisión.
Aguado en apuros
El otro medio ausente de la sesión legislativa fue el coordinador parlamentario del PAN, Gerardo Aguado, “El Quillo”, quien por estos días enfrenta en su papel de secretario general del partido una serie de complicaciones para la reelección que pretende en fórmula con Elisa Maldonado, la dirigente estatal.
Con un proceso previsto para ser cerrado, dirigentes de varios comités municipales demandaron apertura a la futura elección precisamente ayer, coincidiendo con la intermitencia de Aguado en su participación legislativa. Como se sabe, a “El Quillo” se le atribuye ser el poder real detrás de la presidenta y, por lo tanto, el operador relevante del comité estatal entre los grupos panistas.
No obstante, el rumor de una notificación de índole personal recorrió radio pasillo en el Palacio de Coss. A saber.
Auditoría a conveniencia
El 5 de agosto, una solicitud de información fue realizada por una reportera de El Coahuilense Noticias sobre ingresos, egresos y facturas, entre otras cosas relacionadas con el presupuesto de la escuela.
La respuesta no se entregó en los plazos establecidos, por lo que se interpuso un recurso de revisión. Luego, hubo una respuesta fuera de plazo que se integró al expediente que fue a revisión en el Instituto Coahuilense de Acceso a la Información (ICAI) y se analizó en la ponencia de la comisionada presidenta Dulce María Fuentes Mancillas, quien dio la razón a la solicitante, es decir, la reportera.
El caso es peculiar por varios motivos:
El primero, porque una escuela de derecho no respeta la ley; el segundo, porque el director de esa escuela, Alfonso Yáñez Arreola, quedó en ridículo al ser catedrático de “transparencia y rendición de cuentas” pero perdió un recurso de revisión litigado por neófitos del derecho y, tercero, por el maniobrerismo desplegado para la opacidad más allá del caso de transparencia.
Y es que por los días en que se debía dar respuesta a la solicitud, Yáñez Arreola recorrió las aulas negando que hubiera una auditoría a la Facultad y diciendo que había quienes querían hacerle daño a la escuela, pero en el recurso de revisión presentó como alegato no poder entregar la información porque hay una auditoría.
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