Redacción El Coahuilense
Damasco.- El jefe del gobierno transitorio sirio, nombrado ayer por la coalición insurgente, prometió “estabilidad y calma” en el país, mientras rescatistas pidieron ayuda a la ONU para obtener del derrocado presidente, Bashar al Asad, quien huyó a Rusia, las localizaciones de las “cárceles secretas”.
Siria seguía sumida en el desorden tres días después del derrocamiento de Assad, con el conflicto continuando en el noreste e Israel bombardeando objetivos y ampliando su zona de seguridad dentro del país.
La alianza rebelde dirigida por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) nombró a Mohamad al Bashir como jefe del gobierno transitorio hasta el 1 de marzo. Su elección se produce dos días después de que la coalición tomara Damasco, la capital.
“Ahora es el momento de que este pueblo disfrute de estabilidad y calma”, afirmó Al Bashir durante una entrevista con la cadena de televisión catarí Al Jazeera.
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El nuevo primer ministro dirigía hasta ahora el gobierno del bastión rebelde de Idlib, en el noroeste de Siria. La ofensiva que derrocó al presidente sirio salió el 27 de noviembre de esta provincia.
El viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Ryabkov, confirmó que Al Asad, quien tomó el poder tras la muerte de su padre Hafez en 2000, se encuentra en Rusia con su familia.
Abu Mohamed al Jolani, el líder islamista que dirigió la ofensiva rebelde, se reunió el lunes con el exprimer ministro Mohamed al Jalali para “coordinar el traspaso de poder”.
También prometió llevar ante la justicia a “los criminales, asesinos, oficiales de seguridad y del ejército involucrados en la tortura del pueblo sirio”.
Su grupo, HTS, tiene sus raíces en la rama siria de Al Qaida y está catalogado por la ONU y gobiernos occidentales como organización terrorista, aunque ha intentado moderar su imagen.
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Al respecto, la ONU está considerando sacar al grupo rebelde de su lista de terroristas designados si pasa la prueba clave de formar un gobierno de transición verdaderamente inclusivo, según un alto funcionario del organismo mundial.
Geir Pedersen, enviado especial de la ONU para Siria, planteó la posibilidad de eliminar a HTS de la lista negra, pero dijo que el grupo no podía intentar gobernar Siria de la misma manera que había gobernado Idlib, la provincia norteña donde tenía su base y desde donde lideró la fuga militar que resultó en el repentino colapso del régimen de Al Asad.
Es innegable, dijo, que la resolución 2254 de la ONU designó al precursor de HTS -el Frente al Nusra- como organización terrorista. “Es un factor que complica las cosas para todos nosotros”.
Pero, en una señal de que los países occidentales están dispuestos a trabajar con el grupo, el funcionario restó importancia a su designación como organización terrorista.
“La realidad hasta ahora es que HTS y también los otros grupos armados han estado enviando buenos mensajes al pueblo sirio (…) de unidad, de inclusión”, dijo Pedersen.
ONU: Paciencia con refugiados
Pedersen también dijo que las naciones europeas no deben apresurarse a repatriar refugiados al país tras la caída de al Asad.
La noticia de la caída de Al Asad llevó a varios países europeos a suspender la tramitación de las solicitudes de asilo o incluso la repatriación de los refugiados de 13 años de conflicto.
Aunque muchos sirios están deseosos de regresar a sus hogares, “sigue habiendo problemas de subsistencia. La situación humanitaria es desastrosa. La economía se ha hundido”, dijo el enviado de la ONU.
“(Volver) es algo que muchos, muchos sirios esperan, pero asegurémonos de que la comunidad internacional les ayuda en este proceso”.
Cárceles siniestras
En tanto, entre 40 y 50 cadáveres fueron encontrados en la prisión siria de Sednaya, al norte de Damasco y conocida por el uso de la tortura contra los prisioneros, durante las operaciones de rescate iniciadas poco después de que los insurgentes tomaran la capital siria, dijo el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahman.
El jefe de la ONG, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, dijo que creía que “la mayoría de los cuerpos eran de ejecuciones recientes”.
Desde que los rebeldes controlaron Damasco, las puertas de esta cárcel, que estaba gestionada antes por la Policía Militar siria, se abrieron y aparecieron varios vídeos en los que se mostraban a algunos presos con claros signos de tortura.
Con el control de cada ciudad, la organización fue abriendo las prisiones, donde se encontraban numerosos prisioneros políticos, como han ido denunciando durante años organizaciones de derechos humanos.
Decenas de cadáveres -ennegrecidos, en descomposición y sin extremidades ni cabeza- fueron encontrados por la noche por los equipos de rescate que excavaban en busca de las celdas ocultas en Sednaya, donde la tortura y las ejecuciones masivas habían sido habituales.
En esa prisión, que habría albergado entre 10 mil y 20 mil detenidos, según estimaciones de Amnistía Internacional, el uso de tortura y fuerza excesiva salió a la luz tras un motín de presos en 2008.
Ante estos hallazgos, los Cascos Blancos, una organización de rescatistas sirios, pidieron ayer ayuda a la ONU para obtener de Bashar al Asad las localizaciones de las “cárceles secretas”.
“Enviamos una petición a la ONU a través de un mediador internacional para que inste a Rusia a presionar al criminal (…) Bashar al Asad”, declaró el jefe de los Cascos Blancos, Raed al Saleh, en la red social X.
El objetivo, explicó, es obtener “los mapas que indiquen la localización de las cárceles secretas y las listas con los nombres de los detenidos, para que podamos acceder a ellos lo antes posible”.
Israel e Isis acechan
Israel arremetió contra bases del ejército sirio en ataques que, según afirma, pretenden evitar que las armas caigan en manos hostiles.
Tres fuentes de seguridad afirmaron que los israelíes habían avanzado más allá de la zona desmilitarizada. Una fuente siria dijo que habían llegado a la ciudad de Qatana, varios kilómetros al este de la zona de separación y a poca distancia del aeropuerto de Damasco.
Sin embargo, un portavoz militar israelí dijo que las tropas no habían abandonado la zona desmilitarizada.
El Ejército israelí lanzó intensos ataques aéreos durante la noche y la madrugada sobre Damasco y sus suburbios, destruyendo bases del Ejército sirio, mientras imágenes en internet mostraban lanzamisiles, helicópteros y aviones de guerra destruidos.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, también confirmó que la Armada de Israel destruyó toda la flota militar del depuesto régimen en Siria, y que aviones de combates de Israel han lanzado al menos 310 ataques contra diferentes puntos del país desde la caída de al Asad.
Al respecto, Estados Unidos expresó su rechazo a cualquier acción que agrave el conflicto y dificulte la transición en Siria.
Por su parte, el grupo terrorista Estado Islámico (EI o ISIS) ejecutó a al menos 54 miembros de las fuerzas de seguridad leales a Bashar al Asad, mientras huían de la ofensiva de los insurgentes islamistas en el vasto desierto del centro de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
“La organización Estado Islámico ejecutó a 54 miembros de las fuerzas del régimen cerca de una gasolinera en la zona de Al Sukhna, en el desierto de Homs”, dijo la ONG, que apuntó que los soldados fueron arrestados “durante el colapso del régimen de Al Asad”.
Según el Observatorio, los elementos del Estado Islámico arrestaron a los soldados en ese desierto y en la provincia oriental de Deir al Zur, las zonas con presencia de células de la organización terrorista.
Hasta el momento, el grupo no ha reivindicado ninguna acción al respecto.
Desde el inicio de la ofensiva liderada por la alianza islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS, Organismo de Liberación del Levante, del árabe) que en apenas dos semanas logró tomar Damasco, el Observatorio y otros grupos han denunciado que Estado Islámico ha aprovechado para expandir su presencia en las zonas del vasto desierto del centro de Siria.
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