Redacción El Coahuilense
Por Abraham Tobías
#DatoMamuco:
La abreviación gráfica “OMG”, para referirse a “oh my god”!,
fue usada por primera vez en una carta dirigida
a Winston Churchill escrita por Lord Fisher en 1917.
Santa Claus, también conocido como Papá Noel, es una figura icónica de la Navidad; hoy debemos aceptar que en muchos lados ha opacado a la figura más importante de esta festividad, ha capturado la imaginación de personas de todo el mundo occidental. Su historia tiene raíces en tradiciones cristianas y el folclore europeo.
Se basa en la figura de San Nicolás de Bari, un obispo del siglo IV conocido por su generosidad y amor hacia los niños y los pobres. Este santo era famoso por sus actos de bondad, como arrojar bolsas de oro por las ventanas de las casas de los necesitados. Según la leyenda, en una ocasión salvó a tres hermanas de ser vendidas como esclavas al proporcionarles una dote para casarse.
Con el tiempo la historia de este personaje se mezcló con otras tradiciones europeas, como en la Europa precristiana, cuando existían festividades y tradiciones relacionadas con la celebración del solsticio de invierno.
Los romanos celebraban el festival de Saturnalia, mientras que los germanos y celtas tenían sus propias festividades de la celebración del solsticio de invierno; o la vikinga, donde el dios nórdico Odín viajaba en su carro para recompensar a las personas buenas.
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En los Países Bajos, San Nicolás se conoce como Sinterklaas y su festividad se celebra el 6 de diciembre. Migrantes de este país llevaron esta tradición a Estados Unidos.
Su imagen moderna fue popularizada en territorio estadounidense mediante la literatura y el arte. En 1823 el poema A Visit from St. Nicholas, de Clement Clarke Moore, ayudó a consolidar la imagen de un hombre gordo y barbudo que viaja en un trineo tirado por renos.
Pero quien realmente a nuestro amigo rojo y botas negras lo hizo super famoso e influyó a entrar a todos los hogares fue nada más y nada menos que la Coca-Cola.
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El gigante de los refrescos jugó un papel fundamental en la consolidación de la imagen moderna del señor de barba blanca. En 1931 contrató al ilustrador Haddon Sundblom para crear una serie de anuncios publicitarios que mostraran a Santa Claus disfrutando de una Coca-Cola. Esta publicidad ayudó a popularizar su imagen como la conocemos hoy en día.
Esta “colaboración” no sólo ayudó a definir la apariencia del personaje, sino que también contribuyó a la comercialización de la Navidad y el consumismo en estas fechas. Pero no olvidemos lo bueno, se convirtió en un símbolo de la generosidad, la magia y alegría navideña, y su imagen sigue siendo una parte integral de las celebraciones de Navidad en todo el mundo.
No seas amargado, deja que los niños crean.
@AbrahamTobias
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