Por Luciano Campos Garza
Como agua para chocolate (1993)
Max
En el sexenio salinista impusieron la etiqueta de Nuevo cine mexicano a las producciones grandes con el propósito de revalorarlas, luego del amargo trago del cine de sexy comedias, convertido en una redituable industria.
Esta cinta dirigida por Alfonso Arau estaba a la vanguardia de ese movimiento por una propuesta novedosa, basada en el exitoso libro de homónimo Laura Esquivel, con un sabor de realismo mágico mexicano.
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Tita quiere casarse, pero no le permiten su relación con Pedro, porque, al ser la hija menor, deberá quedarse a cuidar a su madre, como dicta la tradición. Él, entonces, acepta la propuesta de la matriarca de aceptar como esposa a otra hermana de Tita, con el propósito de estar cerca de ella.
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Al convivir todos en la misma casa se desata una locura pasional de infidelidades, en las que el amor se impone, pero a un costo de sufrimiento elevado.
Tita tiene un talento único para la cocina y conecta sus sentimientos con los exquisitos platillos que elabora, y que provocan emociones idénticas en quienes los disfrutan.
Es un gran rescate de una producción grande, para una historia singular.
(NC-17. No apto para menores de 18)
@LucianoCamposG
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