El sexenio de Alejandro Murat Hinojosa cerró como el más violento para las mujeres de las últimas cuatro administraciones. Durante los seis años de su gobierno 718 niñas, adolescentes y mujeres fueron privadas de la vida.
“Al concluir el sexenio de Alejandro Murat, la evaluación sobre la atención a las niñas, adolescentes y mujeres, es negativa. Fue un sexenio perdido pues las políticas públicas estatales encaminadas a la disminución de las brechas de género, de la discriminación de la aplicación del mecanismo de alerta por violencia de género, la justicia económica y salud reproductiva, dejan una deuda histórica para las mujeres”, indicó la presidenta del Grupo de Estudios Sobre la Mujer (GESMujer) Rosario Castellanos, Angelica Ayala Ortiz.
De acuerdo con el registro de organizaciones de la sociedad civil, durante el gobierno de José Murat Casab fueron asesinadas 429 mujeres, en el de Ulises Ruiz 283 y en el de Gabino Cué 527.
De las 718 muertes violentas ocurridas durante el sexenio de Alejandro Murat, el 11 por ciento correspondió a menores de 18 años, el 30 por ciento de los hechos ocurrieron en el hogar y el 76 por ciento con armas de fuego. La Alerta de Violencia de Género decretada como mecanismo de atención urgente, no tuvo impacto. Durante ese lapso 494 niñas y mujeres fueron víctimas de feminicidio.
La activista y defensora de derechos humanos destacó que el sexenio que culminó no sólo fue el de mayor violencia, sino también el de mayor impunidad para las mujeres dado que muchos de los feminicidios no fueron esclarecidos.
Aunado a ello, en materia de salud reproductiva 201 mujeres fueron víctimas de muerte materna de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud. “Esto expresa las deficiencias en la atención de las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio, la falta de acceso a atención oportuna y de calidad nos han mostrado al mundo en imágenes e historias de mujeres que han dado a luz en condiciones inhumanas”, apuntó.
Pese a lo anterior -abundó- durante este sexenio el Congreso del Estado autorizó al ahora exgobernador Alejandro Murat la desincorporación del hospital general de la mujer y el niño oaxaqueño para saldar una deuda adquirida con el ISSSTE. “Con esta acción el gobierno del estado adquirió una deuda incuantificable con más de la mitad de la población oaxaqueña, las mujeres, las niñas y los niños”, destacó.
En materia de justicia económica -agregó- la pandemia por Covid-19 impactó de manera más grave a las mujeres por el incremento de despido laboral, precarización de empleos y la tasa de empleo informal en donde son las mujeres en mayor medida quienes engrosaron las cifras.
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