Redacción El Coahuilense
Saltillo, Coahuila.- En menos de un año, Saltillo registró al menos cuatro incendios en recicladoras o terrenos donde se acumulan residuos, el más reciente ocurrido el sábado 25 de enero.
Según el consultor medioambiental Francisco Mancilla Barboza, cerca del 50 por ciento de estos negocios carecen de la reglamentación necesaria, lo que representa un riesgo constante para la seguridad y el medio ambiente.
Mancilla Barboza señala que la recurrencia de estos incidentes se debe a dos factores principales: la costumbre arraigada de la población de acumular residuos en grandes cantidades y la falta de supervisión por parte de las autoridades locales.
El incendio más reciente ocurrió el sábado 25 de enero, en una recicladora abandonada ubicada en el Camino a Los Ramones, al norte de Saltillo. La acumulación de plástico, cartón y scrap automotriz provocó que el fuego se extendiera rápidamente, generando una nube negra visible a kilómetros de distancia. Las autoridades tardaron cuatro horas en controlar las llamas, y se requirió más de una pipa de agua para lograrlo.
La Dirección de Protección Civil informó que la propietaria del terreno, identificada como Maricela “N”, podría enfrentar sanciones por las afectaciones ambientales causadas. Sin embargo, este no es un caso aislado. En los últimos meses, se han registrado incendios similares en recicladoras y bodegas de la Región Sureste de Coahuila, lo que ha encendido las alarmas sobre la necesidad de una mayor supervisión.
Por ejemplo, el pasado 3 de enero, una recicladora abandonada en Arteaga se incendió tras el fuego de un pastizal contiguo. El plástico acumulado en el lugar también generó una nube de humo que se extendió por varios metros. Las autoridades investigan si el incendio fue provocado o resultado de negligencia.
En agosto del año pasado, una bodega de platos y vasos desechables, que operaba sin documentación en regla, se incendió en el Parque Industrial Las Torres. La nube de humo alcanzó los 50 metros de altura, provocando la evacuación de personas en un radio de 200 metros y causando crisis nerviosas en tres empleados.
Otro caso ocurrió en marzo de 2023 en Ramos Arizpe, donde una recicladora almacenaba tarimas de madera, plásticos y cartón. Cerca de 100 metros cuadrados de material se consumieron antes de que los bomberos lograran controlar el fuego.
Para Mancilla Barboza, el problema va más allá de las recicladoras. En ese sentido explicó que muchas personas rentan terrenos o bodegas para acumular materiales que no utilizan, pensando en que los venderán o reciclarán en el futuro. “Con el tiempo, esto se convierte en una costumbre peligrosa”, señaló.
El experto también destacó que las autoridades ambientales enfrentan un reto importante: la falta de supervisores para monitorear estos sitios. En ese sentido, instó a los propietarios de esos negocios a acercarse con las autoridades para realizar una posible regulación.
Mancilla Barboza hace un llamado a la conciencia ciudadana y a la acción de las autoridades: “El temor no debe ser cumplir con las leyes, sino las consecuencias de no hacerlo. Es momento de actuar antes de que ocurra una tragedia mayor”.
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Con información de Vanguardia MX | QT
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