Ciudad de México.– Movimiento Ciudadano (MC) ha desechado de nuevo una alianza con el PAN y el PRI, y su satélite, el PRD. En su Convención Nacional Democrática, distintos líderes naranjas hundieron el objetivo de Va por México de construir un sólo bloque opositor cuando de frente una amenaza se avizora en el panorama inmediato: la elección de 2023 en la que los números muestran que sólo en alianza la oposición podrá tener una oportunidad frente a Morena.
La alianza Va por México —a la que se han aferrado PRI y PAN pese apenas haber obtenido un triunfo cada uno en los comicios de 2022— se resquebrajó a nivel nacional en septiembre pasado cuando el priismo respaldó reformas a la Guardia Nacional, una postura que llevó a Marko Cortés, dirigente del PAN, y Jesús Zambrano, del PRD, a distanciarse públicamente de Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como “Alito”. Pese a ello, su oposición a la Reforma Electoral del Presidente Andrés Manuel López Obrador —cuyo Plan A rechazaron el martes— ha vuelto a acercar a los tres dirigentes partidistas. A eso se suma que en semanas pasadas los dirigentes estatales de los tres partidos han mantenido negociaciones para ir juntos en el proceso electoral del próximo año, donde no tienen todas consigo.
Los números más recientes que arrojan las encuestas confirman los temores de la oposición: sin alianza en el Estado de México y en Coahuila —los últimos dos bastiones que le quedan al PRI de cuando era el “partidazo”— Morena tendrá dos triunfos más y llevará a números mínimos los gobiernos del PRI y el PAN. Aún en alianza, el tricolor y el blanquiazul no tienen todas consigo. Los diferentes escenarios prevén una contienda cerrada que podría resolverse del lado opositor con el respaldo de MC, una cuestión que ha dejado de ser opción, sobre todo ante las advertencias de la llamada tercera vía de ver en la alianza un Titanic yendo directo hacia un iceberg.
Las elecciones estatales en 2023 sentarán además un precedente importante de cara a los comicios presidenciales en los que la lista de aspirantes es amplia, pero con solo unas cuantas opciones competitivas: las dos principales el panista Ricardo Anaya —autoexiliado en Estados Unidos en medio de la investigación del caso Odebrecht— y el emecista Luis Donaldo Colosio Riojas, un novato en la política, si se toma en cuenta que apenas ha sido Diputado local en Nuevo León y Alcalde de Monterrey.
“Podemos ganar la presidencia porque somos un movimiento que mira de tú a tú a las dos alianzas de la vieja política. Porque el PAN es pasado, porque el PRI es pasado —un pasado que además ya cedió a las tentaciones del presidente—; porque Morena y sus satélites también son pasado y porque solo nosotros somos futuro. Créanselo: México sí tiene una mejor opción y es Movimiento Ciudadano”, declaró el lunes pasado el líder máximo del partido naranja, Dante Delgado Rannauro, acabando así con la posibilidad de un bloque opositor único.
No obstante, MC tampoco tiene las cuentas de su lado. Una encuesta publicada ayer por el diario Reforma, revela que Morena ha mantenido un crecimiento casi inalterable desde septiembre 2021, cuando sumaba 43 por ciento de las preferencias frente a 20 por ciento del PAN y 19 por ciento del PRI. Para mayo de 2022, el partido del Presidente estaba en 47 puntos, contra 20 del PAN y 18 del PRI. En la encuesta de diciembre, es decir, la más reciente, Morena sale con 48 por ciento, el PAN conserva 20 pero el PRI está en 17 por ciento.
Suceden dos fenómenos, según la encuesta de Reforma. Por un lado, el Partido Verde pasa de 4 puntos de preferencia electoral a 2, y el PRD cae a márgenes de apenas supervivencia: de 3 que tenía en septiembre de 2021, cae a 2 puntos en diciembre de 2022. Además, por otro lado, la encuesta revela que la oposición PRI-PAN-PRD no tiene un candidato competitivo para 2024: el mejor evaluado es Ricardo Anaya, con 11 puntos porcentuales, y le sigue Alfredo del Mazo Maza, con 6 por ciento. En cambio Movimiento Ciudadano se crece a 37 por ciento con Luis Donaldo Colosio; Samuel García está en apenas 8 por ciento y Enrique Alfaro, quien alguna vez lideró las preferencias internas, hoy tiene apenas 6 por ciento.
Esto, por supuesto, acentúa las presiones de Va por México contra Movimiento Ciudadano. Para el PAN, el panorama es muy dramático en 2023: no ganará ninguna elección. Apenas pinta en los dos estados en juego: Edomex y Coahuila. Y para el PRI, pelear contra Morena solo es un suicidio.
Por ello, la primera parada para la contienda presidencial será la elección del 2023, en donde los dos últimos estados que le quedan al PRI, Coahuila y el Estado de México, renovarán sus gubernaturas, un proceso en el cual el PAN ni el PRI por sí solos parecen tener los números suficientes para un triunfo.
Por ejemplo, en el Estado de México, un careo tentativo de Massive Caller realizado el 22 de noviembre entre Delfina Gómez, la candidata de Morena, ante el panista Enrique Vargas del Villar, uno de los principales aspirantes a encabeza la alianza opositora, le da una ventaja a la primera del 40.6 por ciento por 38 por ciento del diputado local: una diferencia de 2.6 puntos porcentuales.
MC, con Juan Zepeda como candidato sumaría 5.1 por ciento de la intención de votos. Suponiendo que ese porcentaje se traslade directamente, o al menos poco más de una mitad acompañe al abanderado opositor si los emecistas se suman a Va por México, superarían a Morena en la entidad con el padrón más grande un año antes de la elección presidencial. Juntos, sumarían 43.1 por ciento por 40.6 de Delfina.
Sin considerar candidatos, la encuesta de Massive Caller determinó que Morena como partido contaría con el 41.3 de los votos, por 38.7 de Va por México y el 3.4 de MC. Sumados, darían 42.1 por ciento, suficiente para que, juntos, derrotaran a Morena.
El caso de Coahuila es aún mejor para la oposición en algunos casos, pues por ahora el PAN-PRI-PRD está mejor posicionado: Massive Caller encuestó a la entidad el 22 de noviembre y el apoyo para Va por México como alianza fue del 42.9 por ciento, por encima del 40.7 por ciento de Morena. Con MC (3.7 por ciento), los opositores aumentarían la diferencia al 46.6 por ciento, casi seis puntos porcentuales más (5.9 por ciento) que los morenistas.
En el careo entre el empresario Manolo Salinas, funcionario del Gobierno coahuilense actual, y el exlegislador morenista Luis Fernando Salazar, las diferencias son de cuatro puntos porcentuales: 42 por ciento para el aspirante de Va por México por 38 por ciento para el morenista. Alfonso Danao suma un anecdótico 4.5 por ciento, que en conjunto con el resto de partidos opositores significaría darle una ventaja a la alianza de 8.5 puntos.
La situación es parecida en el otro escenario planteado por Massive Caller: Ricardo Mejía, el actual Subsecretario de Seguridad federal, suma el 38.7 por ciento de los apoyos, por 42.7 por ciento de Manolo Jiménez, misma diferencia, aunque en este caso, el aspirante emecista apenas sumaría el 1.4 por ciento de los votos.
El problema para Va por México hallado por esta encuesta es si Manolo Jiménez no es su candidato, ya que en un careo con el panista Guillermo Anaya, que suma el 19.7 por ciento de los apoyos, Ricardo Mejía lo derrotaría por 25.7 puntos, al sumar 45.4 por ciento, con MC en 2.2 por ciento con Alfonso Danao. En este caso, ni la suma total de la oposición –ni incluso contando a todos los indecisos (16.8 por ciento)– le darían el triunfo a la coalición opositora.
Ahora de cara a 2024, Movimiento Ciudadano ha dicho que tiene con qué contender, mientras el PAN ni el PRD no han desechado la posibilidad de ir con el PRI para esa contienda presidencial, en la cual los mejores perfiles pertenecen a Morena, como es el caso de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum y el Canciller Marcelo Ebrard.
La reconciliación en la alianza se dio a partir de su oposición a la Reforma Electoral. Días después de la marcha a la que convocaron para “defender” al INE, tanto Marko Cortés como Jesús Zambrano expusieron que la alianza seguiría si el priismo se opusiera a la iniciativa presidencial para reformar el sistema electoral.
“Si el PRI vota contra la Reforma Electoral confirmaremos la alianza para 2023, pero si un partido no vota de manera transparente la conformación de los cuatro consejeros del INE en abril, el PAN se retirará de inmediato de la coalición electoral”, dijo el 18 de noviembre Cortés en entrevista con Radio Fórmula. “En lo esencial, la crisis ha quedado atrás”, dijo Zambrano a su vez.
El escenario se cumplió el martes cuando éstos partidos, junto a Movimiento Ciudadano, votaron en bloque contra esta Reforma. No obstante, pese a la coincidencias en el plano electoral las diferencias han sido suficientes para que la llamada tercera vía haya aclarado una vez más que irá en solitario.
“Estoy seguro de que allá afuera hay millones de mexicanos que están ansiosos de tener una opción que no sea la alianza del PRIAN ni de Morena. Y, simple y sencillamente, vamos a ganar porque, por mucho, somos mejores que ellos”, dijo ayer Dante Delgado, quien además reconoció que la vez que fue en alianza con el PAN y PRD en 2018 se trató de un “retroceso”: “fue por un error que no volveremos a cometer: porque ahora nuestra alianza será con las y los ciudadanos y no con los partidos de la vieja política”.
Lo dicho por Dante hizo eco la madrugada de ayer, en medio de la discusión del Plan B de Reforma Electoral, avalado por Morena y aliados. Pese a que Movimiento Ciudadano votó en contra al igual que el PRI, PAN y PRD, Alejandro Moreno Cárdenas estalló con el líder de los emecistas en San Lázaro:
Diputado Álvarez Máynez eres un traidor a la oposición en México. Buscas dividir y confundir a la coalición Va Por México para hacerle el juego sucio a Morena. ¡Eres una vergüenza para quienes algún día creyeron en tu partido, eres un lacayo mentiroso de la 4T!”, le dijo Moreno Cárdenas, quien se hace llamar a sí mismo “Alito”. Pero el legislador de MC no se quedó quieto: “Le agradezco su tweet, señor Alito. Como algún día escribió el gran Julio Scherer García: Usted me hace falta como punto de referencia: vive la vida que desprecio”.
Un caso particular que muestra este encono entre los dos polos opositores ha ocurrido en Nuevo León en donde el Gobernador emecista Samuel García Sepúlveda es acusado de condicionar a los alcaldes del PRI y PAN con los recursos que se destinan a los municipios para que se cambien a Movimiento Ciudadano y si no aceptan, según las mismas acusaciones, les embarga las cuentas públicas o les embarga los recursos que por ley envía la federación para el gasto público.
Lo cierto es que los reclamos entre los partidos opositores han sido constantes desde 2018, cuando el izquierdista Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia. Ese fue, de hecho, el último proceso en el que MC se alió, pero las cifras han demostrado que esa coalición con el PAN y PRD trajo malos números a Movimiento Ciudadano: pasó en 2012 de una votación de dos millones 128 mil 671 votos —de los 15 millones 896 mil 999 que alcanzó López Obrador como candidato presidencial del Movimiento Progresista— a un millón 010 mil 891 votos, en 2018, como aliado de la derecha. Incluso en el proceso intermedio de 2021 —en el que la votación suele ser menor— el partido naranja registró sus mejores números con tres millones 449 mil 982 votos.
Por eso, MC ha desechado la posibilidad de una alianza, una cuestión que para el PRI, PAN y PRD parece no estar a discusión, pese a que en los dos procesos en los que han contendido Morena se ha quedado con 16 de 21 gubernaturas en juego, el PAN con el PRI con una, el PRD sin nada, mientras que MC logró un triunfo importante en Nuevo León.
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