La segunda etapa del diferendo entre morenistas inició ayer. Como anunció este espacio, el lobby en instancias de la Ciudad de México se orientaría a dar resonancia en el partido y el gobierno federal, a la denuncia mediática por el manejo de la delegación de Bienestar, así como por la conducta de sus compañeros de partido.
El mismo lunes, Tony Castro, Cintia Cuevas y Francisco Javier Borrego, se reunieron con la secretaria general morenista, Carolina Rangel, a quien le contaron sus cuitas partidistas y quien los llamó a la unidad.
Por su lado, Cecilia Guadiana fue a darle la queja a Gerardo Fernández Noroña que, con cierto desgano, llamó a trabajar en unidad tanto a su interlocutora como a Luis Fernando Salazar.
La andanada, sin embargo, no se detuvo. Luis Fernando subió el tono en su publicaciones retomando la presunta relación de Américo Villarreal, con Edgar Villarreal “La Fresa” y se burló de Alberto Hurtado; Ale Salazar, rechazó que el asunto sea un tema faccioso y dijo que en realidad estaba exponiendo delitos electorales, un aspecto en el que Attolini hizo lo propio.
Detrás de eso, son numerosas las quejas contra la senadora Cecilia Guadiana a quien, en el menor de los casos, le imputan una conducta prepotente.
La pregunta que ronda los corrillos morenistas locales ajenos al conflicto es:
¿Y dónde está la denuncia ante el ministerio público o con la secretaria Raquel Buenrostro? Acaso será ese el tercer paso del Plan S.
En la acera de frente
Frente al desaguisado en Morena, en el priísmo local hay un activismo que desde enero inició la reactivación de sus estructuras.
Un comentario generalizado es que, sea como sea, “no se van a dejar” en el salpicadero de estos días ni en lo electoral más adelante.
Resulta que en medio de los dimes y diretes de los morenistas, se ha colado repetidamente la política social del gobierno del estado, las alusiones al gobernador Manolo Jiménez y comparativos que no han caído nada bien entre priistas.
Parece que la consideración es en serio.
La guerra del Quillo
No crea usted que nada más en Morena, también en el PAN hay guerra pero no por la dirigencia estatal que ya está fuera de plazo, sino de su secretario general, Gerardo Aguado, consigo mismo.
Ayer, luego de anunciar con bombo y platillo que habría de emitir un exhorto para cerrar filas en contra de la reforma al Infonavit, el famoso “Quillo” programó en el orden del día su intervención.
Pero cual sería la sorpresa que el legislador de plano andaba corto de tiempo así que cuando llegó su turno a la tribuna, ya se había ido.
Anunciar una acción política, así sea pírrica, para luego no ejecutarla, es un autosabotaje.
El circo de Tony
El zipizape del fin de semana en Múzquiz llegó ayer a la tribuna legislativa. El diputado Tony Flores Guerra, protagonista con su hermana del conflicto muzquense, llevó al Congreso el asunto que, a grandes razgos es el siguiente:
Un circo le rentó a Tony Flores un terreno; protección civil lo revisó y se dio cuenta de que carecía de permisos y ordenó retirarlo. El dueño del predio se atravesó, aduciendo que hay consigna política.
Para apoyar a Tony en la tribuna, acudieron al Palacio de Coss, sus dos hermanas, entre ellas la exalcaldesa Tania.
Tintes gansteriles
La frecuencia de los incendios de plantas recicladoras o confinamiento de desechos que en las semanas recientes han sorprendido a la ciudad empieza a tener tintes gangsteriles.
Hasta ahora, ninguna explicación oficial ha sido convincente y, la inacción de las autoridades ambientales, empezando por la secretaria Susana Estens de la Garza, recuerda los tiempos en que el terror se apoderaba de las dependencias públicas.
No ha faltado quién, en el círculo rojo, se plantee la equivalencia de lo que ocurre en algunos lugares con las compañías gaseras cuando llegan a abrir sucursal y los locales le incendian hasta las pipas o de plano las instalaciones. O si usted prefiere una referencia más cercana, haga de cuenta que así, como en la película Pandillas de Nueva York.
Marcha en Monclova
Los extrabajadores de Altos Hornos de México realizarán una movilización hoy con el propósito de exigir las liquidaciones que les corresponde. La marcha llegará al balcón de la Presidencia Municipal donde despacha Carlos Villarreal, quien sin vela en el entierro, tiene su oficina en la principal plaza pública.
La cosa no está fácil para los manifestantes pues, los movimientos de liquidación no sólo parecen medio estancados sino que enfrentan múltiples problemas y nuevas situaciones que ponen en aprietos la obtención de algunos fondos.
Por ahora, la movilización se anunció pacífica y por lo visto, es un acto más de posicionamiento que escalará en las próximas semanas.
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