Despedidas…por estar embarazadas

marzo 8, 2024
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Por Kristel Reyes

Con siete años de experiencia laboral Lucía fue despedida injustificadamente como operadora de ventas de la sucursal de Santander que se encuentra ubicada en el centro de la ciudad. 

La razón: estaba embarazada.

Poco importó que Lucía fuera la segunda empleada mejor evaluada en su puesto. 

La historia se remonta a agosto de 2019, cuando, sin razón aparente, el jefe regional del banco comenzó a hostigarla de manera constante, y en diversas ocasiones le dijo que “si no subía el número de ventas, la iban a correr”.

Lucía –quien pidió reservar su nombre real por razones legales– asevera que las amenazas le parecieron “fuera de lugar”, pues el mismo banco la reconoció como una de las mejores empleadas. 

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En diciembre de ese año Lucía se enteró que estaba embarazada, así que, al tener vacaciones pendientes, decidió pedir 15 días y únicamente lo comentó con su jefa de área.

“Estábamos en diciembre, para esto yo tenía vacaciones sin cobrar, tenía más de dos años sin tomar mis vacaciones y al tenerlas acumuladas decidí pedir unos días”, explica. 

Recuerda que al principio no le querían ceder sus vacaciones correspondientes con la excusa de que “nadie tomaría vacaciones porque había muy poco personal”, tal como le recalcó el jefe regional. A regañadientes, finalmente se las dieron. 

Al regresar de sus vacaciones, en enero de 2020, Lucía trabajó únicamente dos días, pues alrededor de las 17 horas del 8 de enero de ese año el jefe regional la convocó en su oficina, ubicada en el centro de Saltillo. Cuando ella se presentó, éste le dijo que “estaban haciendo un recorte de personal” por lo que ya no requerían de sus servicios. 

“Me quería hacer firmar mi renuncia, en lugar de poner en los papeles: ‘despido’, tal cual”, expone.  

Lucía se rehusó a firmar la supuesta renuncia debido a que no le permitieron leer los documentos que la empresa había elaborado. Pidieron a personal del banco escoltarla hasta la sucursal en la que trabajaba para que recogiera sus cosas. Recuerda que no la dejaron tocar su computadora de trabajo para imprimir los recibos de su nómina.  

“Todo esto paso en una hora. Yo no sabía qué hacer, no estaba enterada que querían correrme y no me pude preparar, me tenían escoltada como si me hubiera robado algo”, denuncia. 

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En los siguientes días Lucía envió mensajes al jefe regional para que le diera una explicación de su despido. Al no recibir contestación alguna, el 10 de enero de 2020 interpuso una denuncia ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet), institución encargada de la defensa de los derechos laborales de las personas que trabajan en empresas privadas.

En esta institución le informaron que los despidos injustificados a embarazadas eran comunes en la región. Para comenzar su trámite le pidieron pruebas de que estaba embarazada y una copia de su nómina para saber cuánto ganaba hasta el momento de su despido. 

Después de tres años que Lucía denunció su caso ante las autoridades correspondientes, es fecha que sigue en proceso de resolución, pues cada vez le piden más documentos para recibir lo que le corresponde.

Lucía menciona que su caso no fue el único, pues al día siguiente de su despido la mujer que ocupaba el puesto de directora de ventas fue despedida de la misma manera que ella.

Comenta que tres meses después de su salida, sus compañeros le informaron que una compañera que también estaba embarazada comenzó a recibir amenazas de que la correrían.

“La única diferencia entre la otra chica y yo es que ella ya tenía como seis meses de embarazo y yo apenas un mes”, comenta.

Ana, la otra chica que también despidieron, interpuso una denuncia de su caso ante la Profedet. Sin embargo, ya no continuó con el proceso legal debido a que necesitaba dinero urgentemente debido a la cercanía del nacimiento de su bebé. 

Terrorismo laboral

El despido injustificado por embarazo de Lucía y sus compañeras dista de ser un caso único en Coahuila. 

La Secretaría Técnica y de Transparencia del Poder Judicial de Coahuila registra que de enero de 2022 a enero de 2024 hubo mil 998 denuncias por despidos injustificados a mujeres; en 39 de esos casos fueron despidos injustificados a embarazadas. 

De los casi dos mil casos por despido injustificado a mujeres, 810 ocurrieron en la capital del estado y 17 de ellos fueron a embarazadas. 

Lucía considera que debería de existir una verdadera visibilización de los despidos injustificados a mujeres y, en este caso, a embarazadas. “Si más personas se animaran a denunciar los malos tratos y los despidos injustificados, las cosas podrían cambiar”, considera.

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