Dos migrantes hondureños enfrentaron la adversidad de las bajas temperaturas, lluvia y viento durante la madrugada del lunes, durmiendo en las calles cercanas a la Casa del Migrante de Saltillo.
Con su llegada más tarde de lo que esperaban y con la Casa del Migrante operando ya a máxima capacidad, los indocumentados no tuvieron más opción que refugiarse como pudieron en la banqueta de la calle Juan de Erbaez.
Pese a sus esfuerzos por mantenerse secos, los migrantes, uno envuelto en plástico y el otro abrigado con una simple cobija y sudadera, la lluvia de la noche y madrugada los dejó empapados y temblando de frío hasta el amanecer.
La Casa del Migrante, un refugio crucial para muchos que viajan desde Honduras, Guatemala y Venezuela, entre otros, está operando más allá de su capacidad límite.
Diseñado para albergar a 140 personas en camas, este lunes albergó a 185 individuos, con un 20 por ciento de ellos durmiendo en colchonetas.
Cabe destacar que este domingo por la noche se reportó la llegada de un gran grupo de indocumentados a la Casa del Migrante en Saltillo, de los cuales, varios fueron recibidos para descansar antes de continuar su ardua travesía hacia la frontera norte de México, con la esperanza de cruzar a los Estados Unidos.
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