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Hace un año, en la tarde del miércoles 3 de agosto de 2022, una tragedia conmocionó a Coahuila cuando diez mineros quedaron atrapados en la llamada mina El Pinabete de Agujita, ubicada en un complejo de cuatro pocitos cerca del río Sabinas.
La situación se complicó debido a la ubicación del lugar, completamente minado, lo que dificultó el rescate por el riesgo de inundación de más agua de veneros y otras minas cercanas, incluida la antigua y abandonada mina Conchas Norte, que había cerrado décadas atrás debido a problemas de agua.
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A pesar de un año de esfuerzos, los cuerpos de los mineros atrapados aún no han sido rescatados; los trabajos se suspendieron y reanudaron con cambios de constructora, pero la promesa de completar la tarea en febrero o marzo no se ha cumplido, dejando a los deudos desesperanzados ante las excusas y promesas fallidas del Gobierno Federal.
Martha Huerta, viuda de uno de los mineros, Sergio Cruz Gaytan, ha enfrentado el duelo con fe y resignación.
“Para mi fue apenas ayer, he estado viniendo diario aquí desde el accidente, todo el mes, después nos retiramos y yo seguí viniendo todos los dias, hasta ahora, y no pienso dejar de venir”, compartió.
Los deudos recuerdan con cariño a los mineros y sus anécdotas, como Josué David, hijo de Margarito Rodríguez Palomares, quien recuerda con orgullo el buen ejemplo que dejó su padre; la vida continúa para ellos, pero la ausencia pesa y la esperanza de un rescate persiste.
A pesar del tiempo transcurrido, algunos familiares mantienen la esperanza de darles una sepultura adecuada, confiando en que se cumpla el rescate prometido.
365 días después de que la tragedia en Pinabete dejara atrapados a Sergio Gabriel Cruz Gaytán, Jorge Luis Martínez Valdez, José Luis Mireles Arguijo, Margarito Rodríguez Palomares, Jaime Montelongo Pérez, Ramiro Torres Rodríguez, Mario Alberto Cabriales Uresti, Hugo Tijerina Amaya, José Rogelio Moreno Leija y a José Rogelio Moreno Morales, los deudos siguen enfrentando el dolor y la incertidumbre.
La esperanza de obtener los restos de sus seres queridos para brindarles un último adiós persiste, y solo el tiempo dirá si esta triste historia encontrará su cierre.
