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La Comarca Lagunera, conocida por sus cultivos arraigados, se enfrenta a temperaturas extremas que alcanzan los 60 grados centígrados, por lo que expertos advierten que si no se aborda esta situación, podría haber una disminución en la producción de varios cultivos, incluyendo forraje, nogales y hortalizas.
Productores y extensionistas agropecuarios de la región coinciden en que cultivos se ven amenazados por el entorno calórico extremo que se ha registrado recientemente.
Alejandro Garza Benavides, consultor y extensionista agropecuario, explicó la diferencia entre el estrés calórico y el estrés hídrico, factores que afectan diversos cultivos en la región. Mientras el estrés hídrico se refiere a la falta de riego, el estrés calórico es causado por el calor y la exposición solar.
El calor afecta especialmente a cultivos como el algodón, alfalfa, maíz y nogales, por lo que se deben tomar precauciones para protegerlos. En el caso de los nogales, a pesar de ser cultivos perennes, requieren una cantidad adecuada de agua para su desarrollo. La falta de agua provoca la caída del fruto, especialmente si se suman plagas chupadoras como los pulgones.
Aunque el agua utilizada para riego no se calienta a altas temperaturas, el calor del suelo puede afectar las raíces de las plantas. Un cambio brusco de temperatura también puede causar problemas a las plantas.
Baudilio Rodriguez Abusaid, presidente de la Confederación Nacional de Productores Rurales, señaló que cuando una planta se encuentra estresada, se vuelve más vulnerable a las plagas, como la araña roja. Además, las altas temperaturas afectan la producción de cultivos como el maíz, el algodón y los nogales, ya que pueden dañar las raíces de las plantas.
Las temperaturas de hasta 45 grados centígrados que se han registrado en la Comarca, han provocando pérdidas en cultivos como el algodón, el maíz y los nogales. Estas altas temperaturas pueden hacer que las plantas dejen de producir adecuadamente, aunque no lleguen a morir.
El forraje, especialmente el maíz, es uno de los cultivos más afectados por las altas temperaturas. El sorgo también sufre las consecuencias del intenso calor, ya que es propicio para la proliferación del pulgón amarillo.
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