Para mejorar la movilidad urbana en Saltillo, Banobras y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) disponen de 480 millones de pesos destinados a proyectos de transporte público, específicamente para la compra de nuevas unidades, sin embargo, hasta el momento, estos fondos no han sido aprovechados de manera eficiente.
Marco Polo Hernández, miembro de la organización Transporte Digno Saltillo, sugirió una solución para el transporte urbano en la ciudad, que consiste en la creación de una empresa cooperativa en la que los concesionarios y el gobierno aporten fondos para convertirla en una empresa paramunicipal.
De esta manera, se busca mejorar el servicio y la operación del transporte público, beneficiando directamente a los ciudadanos.
En cuanto a la adquisición de camiones, se podría autorizar el 15% del costo total como enganche, mientras que el resto deberá ser cubierto con las ganancias generadas por los usuarios, de tal forma que el resto de estos fondos se destinaría a mejorar la infraestructura vial y peatonal de la ciudad.
No obstante, a pesar de esta oportunidad de cambio, existe una preocupante tendencia hacia el «carrocentrismo» en Saltillo, donde los planes de desarrollo se enfocan en expandir y mejorar vialidades e infraestructuras que fomentan el uso del automóvil particular, dejando de lado la modernización del transporte público.
En lugar de crear rutas urbanas y sistemas de transporte colectivo efectivos, los proyectos actuales se concentran únicamente en ampliar vialidades sin considerar las necesidades de los peatones y ciclistas, lo que ha llevado a una creciente congestión y falta de opciones de transporte para los ciudadanos.
Cabe destacar que la movilidad y la seguridad vial son derechos fundamentales consagrados en el Artículo Cuarto Constitucional, lo que implica que cualquier proyecto de desarrollo urbano debe poner a las personas en el centro de su diseño.
“Los que formamos las ciudades somos las personas, no la forman los carros, el espacio urbano es un lugar donde tenemos qué convivir y aquí no hay ninguna cuestión de pensar en ello. Con mucho cemento estamos pegándole al calentamiento, no es extraño que tengamos ese problema por el carrocentrismo”, apuntó Hernández.
Esto significa priorizar a los peatones, seguidos por los ciclistas y el transporte colectivo, relegando a los vehículos particulares y motociclistas a un último lugar.
Marco Polo Hernández sostiene que la visión a futuro debería incluir infraestructuras adecuadas, como banquetas y carriles confinados para ciclistas, lo que permitiría promover el ciclismo como medio de transporte saludable y sostenible, en lugar de solo considerarlo una actividad deportiva o de ocio.
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