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Saltillo, Coahuila.- Ante la polémica reciente sobre las distintas intervenciones que se realizaron en el Cerro del Pueblo, donde desde hace años se mantiene la leyenda Cristo Vive, representantes religiosos y de la diversidad sexual cruzaron posturas sobre este hecho.
En el evento organizado por diario Vanguardia, cruzaron posturas Eduardo Pacheco, representante de Cristo Vive, y Edmundo Nuncio, del colectivo Orgullo y Dignidad luego de que la leyenda Cristo Vive se cambió a Crista Vive y luego se colocó una bandera con los colores que distinguen a los colectivos LGBT+.
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Al cuestionarlos sobre si son excluyentes las dos posturas, Pacheco dijo que “yo creo que no se excluye siempre que haya un respeto«, sin embargo, aclaró que el choque viene «cuando el colectivo homosexual viene en sus manifestaciones expresiones, desfiles, actividades y violentan los derechos a la moralidad de los niños. Son excluyentes porque no podemos permitir que grupos de personas heterosexuales u homosexuales realicen acciones públicas que afecten la integridad de los niños”.
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Por su parte, Nuncio aseguró que el movimiento pro derechos LGBT del estado, fue gestado en un inicio en la iglesia católica por 7 personas de un grupo religioso que decidieron permear lo que recibieron en la diócesis a derechos civiles. «Tu religión te prohíbe cosas a ti, no a los demás”, dijo.
Cuestionado sobre cómo atenta contra la integridad de los niños la colocación de una bandera, Pacheco dijo que se trata de un movimiento «para tratar de tomar una ciudad y hacerla a la ideología donde no hay límites a la sexualidad», y aunque aseguró que es su decisión de cómo vivir, señaló que no se permitirá que eso se le inculque a niños.
«Incluso gente sin fe está en contra de estas doctrinas”, sostuvo.
Edmundo Nuncio mencionó que sus manifestaciones no buscan obtener privilegios, por el contrario, dijo, ellos pagan impuestos y no pueden acceder a las mismas cosas que «cualquier heterosexual».
Pacheco insiitió en que la ideología de las comunidades homosexuales es con una libertad por encima de todas las cosas, contrario a las personas «de fe», quiene sabs que sí hay límites a la moralidad, sostuvo.
Finalmente, Nuncio señaló que paradojicamente la comunidad LGBT sí tiene la visión en donde todos son bienvenidos, nosotros nacimos de un grupo religioso, entonces por nuestra formación hemos entendido que la mesa está servida para todos».
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(Con información de Vanguardia). DA
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