Redacción El Coahuilense
Sabinas, Coahuila.- Entre angustia y tristeza, la familia Montelongo es la única que permanece en la zona cero donde ocurrió la inundación del pozo de carbón en el que quedaron atrapados 10 mineros desde el pasado 3 de agosto en el ejido de Agujita en Sabinas, Coahuila.
“No me voy a ir de aquí hasta que me lleve a mi hermano; ya estoy cansada, pero no me voy sola”, expresó María Magdalena, hermana de Jaime Montelongo Pérez, citada por El Sol de la Laguna.
Y es que desde la primera tarde familiares y amigos de los trabajadores atrapados se apostaron alrededor y fueron testigos de las labores de rescate, pero poco a poco se han ido retirando conforme han pasando los días y se han llevado la esperanza con ellos.
“Esto lo veo muy incierto; al principio cuando bajaron los niveles de agua había esperanza y decíamos: ‘Ya van a bajar’. Hubieran dejado que bajaran los muchachos mineros, ellos conocen de los pozos; ahí se perdió tiempo y ahorita ya esto lo veo ya muy triste, muy desesperante”, contó María Magdalena.
Las familias, afirmó, insistieron a las autoridades una y otra vez que aceptaran la ayuda de los mineros de la zona. “Había jóvenes mineros que dijeron que ellos bajaban bajo su responsabilidad, pero no se los permitieron”, abundó.
Para María Magdalena, la esperanza de encontrarlos con vida se dilucida cada vez más y lo único que pide es que “como sea, como estén, pero que los entreguen”.
“Ahorita para nosotros ya es tarde, lo veo ya como algo incierto (…) Tienen que sacarlos, la esperanza muere el último; lo que sí tenemos miedo es que los dejen ahí sepultados”, añadió.
Reprochó que ante un problema de esta magnitud no se acudiera de inmediato a la ayuda internacional, como está ocurriendo 14 días después del siniestro, cuando llegaron especialistas de la empresa de origen estadounidense Phoenix First Response.
TE RECOMENDAMOS LEER:
