CDMX.– “Muy bien hermano. Ya a finales de este mes y la próxima (encuesta) que hagas ya se debe de empatar Campeche. Para que en mayo crucemos. Vamos a ganar aquí”. Con esa orden, Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, ordenó a Alejandro Rodríguez, de la revista de consultoría política Campaigns & Elections México, manipular las encuestas de la elección de 2021 en esa entidad, como también lo hizo con el resto de los estados que ese año renovaron Gobierno. Al final, aún cuando el dirigente priista pretendió posicionar a su candidato Christian Castro Bello, fue derrotado por la actual Gobernadora Layda Sansores, quien difundió esta grabación.
El capítulo de Alejandro Moreno es apenas uno muy breve en el grueso libro negro de algunas encuestadoras, que aparecen y desaparecen en cada elección; que son muy influyentes y nadie sabe, realmente, los intereses que esconden en las letras chiquitas; que han sido tan protagonistas como los candidatos mismos y que, en un país sobrerregulado, no responden a nadie.
Elección tras elección las encuestas suelen plantear un panorama hacia el electorado que en algunos casos queda rebasado por la realidad electoral. En una medición y en otra, los números que se arrojan suelen diferir, lo que deja la duda de su efectividad. Nuevamente esta situación está presente en los procesos electorales del próximo 4 de junio.
En el Estado de México, la diferencia más reciente entre las aspirantes Delfina Gómez Álvarez (Juntos Haremos Historia) y Alejandra del Moral (Va por México) es de hasta 18 puntos en una encuesta (Enkoll) y de 4 puntos en otra (Massive Caller), un amplio margen de 14 puntos. En Coahuila, las mediciones con respecto al puntero, Manolo Jiménez (Va por México) son más consistentes colocándolo en su mayoría con una diferencia de alrededor de 20 puntos, pero hay también en una medición una distancia mínima de 9 puntos.
La diferencia de los porcentajes en la intención del voto propiciará que una vez que se tengan los primeros números oficiales de la votación del 4 de junio se conozca cuáles casas encuestadoras erraron en sus mediciones y cuáles fueron más precisas al momento de realizar sus muestreos, lo que cual se conocerá bien a bien la próxima semana.
“La parte económica es central. Si un partido tiene una relación de años con una casa encuestadora, evidentemente ahí hay niveles de complicidad porque tenemos que recordar que las encuestadoras, queramos o no, inciden en el ánimo electoral. Qué es lo que ha hecho Morena, nos ha venido repitiendo que va adelante y de lejos en las encuestas, lo que crea una cierta atmósfera, un cierto humor, que tiene impacto para bien o para mal. El tema ahí es la regulación financiera económica, los acuerdos, los pactos que no sabemos (que hay) entre muchas casas encuestadoras y la cuestión política”, comentó en entrevista el exconsejero electoral y analista político Bernardo Barranco.
En tanto, Patricio Morelos, director de la encuestadora Poligrama, señaló que “una encuestadora vive de su reputación y si a lo largo de los diferentes procesos electorales te das cuenta de que fallan en sus estudios, es cuando puedes cuestionar por un lado sus métodos de levantamiento y por el otro su honestidad o compromiso con difundir información veraz”.
Heidi Osuna, directora de Enkoll, indicó en entrevista con Los Periodistas, programa que se transmite en el canal de YouTube SinEmbargo Al Aire, que las diferencias porcentuales tan amplias que existe entre algunas encuestadoras se deben a que solo reportan el número de votantes probables o porque hacen encuestas telefónicas vía robot, las cuales, explicó, suelen sobreestimar a la clase alta y a comunidades rurales donde es a veces inaccesible llegar.
“¿Por qué hay otras encuestadoras que tienen una distancia más corta o más amplia?. La más corta probablemente es porque hace encuestas telefónicas vía robot entonces las encuestas telefónicas suelen sobreestimar a la clase alta y subestimar a comunidades rurales donde es a veces inaccesible llegar a ellos vía telefónica o vía internet. Hay lugares donde las encuestas telefónicas son más precisas que las de vivienda, pero son lugares muy urbanos, esto pasó en la elección de 2021 en la Ciudad de México”, comentó.
Ya en el proceso electoral de 2021, la casa encuestadora Massive Caller —que de acuerdo con un audio de Alejandro Moreno Cárdenas recibió recursos del PRI en esas elecciones— se disculpó por haber errado en las mediciones de Sonora, Baja California Sur y San Luis Potosí. “Creo necesario ofrecer una disculpa amplia y sincera, y pedir perdón a aquellas personas que creyeron en nuestro trabajo, asumieron como verdaderas nuestras mediciones y lamentablemente no reflejaban la realidad electoral”, dijo en esa ocasión el director de la casa encuestadora, Carlos Campos.
Al respecto Rodrigo Galván, de la encuestadora De las Heras Demotecnia, fue muy directo: “Massive Caller no es una encuestadora, así de sencillo. Es una empresa que vende publicidad disfrazada de encuestas, una empresa cuyo dueño salió a decir ‘ay perdón, me equivoqué’, pero mientras estuvo publicando. Son telefónicas y la historia de esa empresa muestra que tiene unos bandazos terribles y no es confiable”, dijo. Y, en el caso de Enkoll que da más puntos de diferencia entre las aspirantes mexiquenses, comentó que “es medianamente nueva en esto y en su ranking de bateo le ha ido bien en muchos lugares, aunque en Tamaulipas, que fueron el año pasado, dijo que estaba empatado y ganó claramente Morena, y en Durango dijo que estaba empatado y ganó el PRI. Eso no quiere decir que no esté haciendo bien la técnica, es de vivienda, su ranking de bateo es positivo, son más las encuestas que ha hecho bien que las que hace mal”.
El exconsejero electoral Barranco refirió a su vez que al investigar dónde quedaba Massive Caller vía Google se llevó una impresión porque era un terreno baldío en construcción. “Ahí te preguntas la seriedad de las encuestas, que usan robots, que son día por día, que son contratadas para eso”.
LAS MEDICIONES DEL EDOMEX
El ejemplo más claro de los diferentes números que arrojan las encuestas puede verse en el Estado de México, una entidad gobernada desde hace casi un siglo por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que de acuerdo con distintas mediciones serias podría perder esta entidad debido a que el primer lugar lo ha mantenido la candidata de Morena, la maestra Delfina Gómez Álvarez.
No obstante, en cada sondeo varía la distancia, en algunos casos con una diferencia entre una encuesta y otra de hasta 14 puntos.
Este lunes, por ejemplo, se publicó la encuesta que Enkoll —que realiza entrevistas cara a cara en viviendas, levantadas con dispositivos electrónicos— realizó para El Universal, según la cual Delfina Gómez lleva la delantera sobre la priista Alejandra del Moral, que además de su partido es abanderada por el PAN y PRD. La distancia entre las dos es de 18 puntos: la abanderada de Morena tiene 59 por ciento de las preferencias efectivas contra 41 por ciento de apoyos que recibió la priista.
Una tendencia similar arrojó El Financiero en cuya encuesta —que se realizó vía telefónica a 800 adultos con credencial para votar vigente— Delfina Gómez se coloca como la puntera con 57 puntos contra 43 de Alejandra del Moral, es decir con un margen de 14 puntos. En ese sentido, un ponderado de encuestas realizado por El País da cuenta de cómo la candidata de Morena tiene un 53 por ciento del voto mientras que la aspirante del PRI se mantiene por debajo del 42 por ciento, una distancia de 11 puntos que el diario español calcula por medio de un promedio de diferentes encuestas.
Aunque entre estas encuestas analizadas por el El País se encuentra la de Massive Caller, la firma que en 2021 se disculpó por haber errado en sus mediciones, y según la cual entre ambas candidatas sólo hay una distancia de 4 puntos. La priista, según esta encuesta, empezó el 2 de abril con el 34.9 por ciento y ha subido hasta el 41.9 por ciento al 27 de mayo; el caso de la morenista fue de menos de crecimiento pero siempre a la cabeza de las preferencias al pasar de un 42.3 al 46.1 por ciento.
Un caso similar se da con las encuestadoras Rubrum —que emplea telefónica automatizada— y La Encuesta MX —que usa entrevistas telefónicas— que a inicios de mayo registraban un mismo valor: 53 por ciento de preferencia efectiva para Delfina Gómez y 47 por ciento para Alejandra del Moral, es decir apenas una distancia de 6 puntos. Caso contrario sucede con otras casas encuestadoras, MEBA —con entrevistas cara a cara en el domicilio de los entrevistados a través de dispositivos móviles— y Votia —con entrevistas a domicilio— que dan 62 y 64 por ciento a la morenista y 38 y 36 puntos a la priista, es decir una diferencia de 24 y 28 puntos, respectivamente.
Bernardo Barranco explicó que en el Estado de México se han presentado alrededor de unas 60 casas encuestadoras. “El INE y el IEEM reportaron que cada día había dos ejercicios demoscópicos, por lo tanto hay una sobreabundancia de oferta. Incluso el Tribunal llegó a sancionar a varias por no mencionar su metodología”, aseveró.
“Es ver la trayectoria de cada una de las encuestadoras, quién es el que está detrás, a qué institución pertenece porque algunas aparecen, no tienen nombre y dan resultados a veces muy contrastantes”, comentó Barranco.
Y diferenció: “El método que utilizan las encuestadoras es muy importante, hay encuestadoras que utilizan robots, que se manejan casi en automático; hay otras que manejan la entrevista vía telefónica, hay otras que son casa por casa, física, incluso con credencial en mano. Hay también casas encuestadoras que son mixtas, que utilizan la entrevista telefónica y es robot”.
En ese sentido, Patricio Morelos de Poligrama explicó que no es lo mismo una encuesta de campo a una encuesta de teléfono, “porque en una de campo aseguras que la persona que te está contestando vive en esa casa, es hombre o es mujer, tiene cierta edad y cierta escolaridad; puedes expandir lo más que quieras el muestreo. Y, en teléfono, tienes que confiar en lo que te comenta la gente, además de ello, en las encuestas de teléfono hay que distinguir entre las de teléfono celulares y a teléfonos fijos. Cuando son celulares, el universo a alcanzar es mucho mayor que cuando es a teléfono fijos, que son sobre todo adultos mayores de clase media baja- baja”.
“Cuando empiezas a analizar los diferentes métodos de levantamiento, identificas que puede haber ciertos sesgos en el levantamiento que pudieran explicar, desde un punto de vista optimista, por qué una encuesta te da un resultado y por qué otra encuesta te da otro resultado”, refirió.
Osuna detalló a su vez que en el caso del Estado de México las encuestas domiciliarias siguen siendo las de mayor confianza debido a que retratan mejor al electorado pues se acude directamente a un domicilio. “Creo que para el Estado de México siguen (encuestas domiciliarias) siendo las que nosotros en Enkoll decimos que pueden fotografiar mejor al electorado porque vas a la sección, vas al domicilio y es muy probable que esa persona sí corresponda a ese domicilio, en las encuestas vía robot te puede estar contestando un menor de edad, pocas veces he visto que tienen este reactivo de si usted vota en este domicilio o no, de nada sirve entrevistar a alguien que tenga credencial de elector vigente o edad para votar”.
Heidi Osuna recordó que existen una gran variedad de factores que pueden influir en la precisión que pueda tener una encuesta, sin embargo, destacó que en el Estado de México los datos no han registrado cambios significativos y se han mantenido estables. “Estamos viendo que no se movieron los números, vemos que lo que estamos reportando desde enero hasta la fecha los números fueron muy consistentes, si vemos periodísticamente que fue lo que pasó, no vimos grandes picos, cosas que detonaran a diferencia de otras elecciones donde las encuestas se han salido de rango”.
Barranco indicó por su parte que sería deseable generar y estandarizar metodologías que permitan una mayor certeza para evitar los denominados cuchareos. “Valdría la pena en algunos casos tener casas encuestadoras que sean financiadas por el Estado, bajo una norma estricta de que no están inclinadas por tal o cual partido. Son asociaciones privadas con objeto de lucro y por lo tanto tienen una libertad mucho mayor de lo que pueda tener una organización de la sociedad civil, pero la clave está en el clientelaje y en el financiamiento”.
LOS NÚMEROS EN COAHUILA
En Coahuila se da un escenario similar, aunque no tan marcado como en el Estado de México. En esta entidad las encuestadoras coinciden en ubicar al priista Manolo Jiménez arriba del 40 por ciento con su techo en un 51 por ciento, según Reforma, y sitúan a Armando Guadiana, de Morena, a una distancia de entre 20 y nueve puntos, de acuerdo con las diferentes mediciones.
Los números también difieren al momento de medir a Ricardo Mejía Berdeja, el candidato que fue abanderado del PT al no reconocer las encuestas internas de Morena que dieron la candidatura a Guadiana. En la medición de la cuestioanda Massive Caller, Guadiana tiene 24.9 puntos y Mejía 18.5, una diferencia de tan solo seis puntos. Mientras que Manolo Jiménez se ubica en 43.2 por ciento, 19 puntos arriba.
En tanto, en Enkoll el morenista tiene una preferencia del 37 por ciento y el petista 11, un margen de 26 puntos. En esa misma encuesta existe la menor ventaja de Manolo Jiménez, quien tiene 47 puntos, es decir 9 puntos encima de Guadiana.
La encuesta de Reforma —realizada en vivienda— es la que da el mayor margen al priista. Según esta medición, de las más recientes que se publican de Coahuila, Manolo Jiménez tiene un 51 por ciento de intención de voto, 21 puntos arriba de Guadiana que tiene 30 por ciento. En esta encuesta, también es amplio el margen entre el morenista y Mejía, quien tiene 14 por ciento de la intención de voto, es decir 16 puntos por debajo de Armando Guadiana.
Sobre la necesidad de regular a las encuestadoras “patito”, Rodrigo Galván, de la encuestadora De las Heras Demotecnia, señaló que le parece “terrible que la autoridad electoral, el INE, solamente regule a los que hacemos bien el trabajo, es decir, a los que levantamos en vivienda, publicamos en medios masivos. Si inventas una encuesta y la subes a Twitter, el INE no te va a requerir y ni siquiera a monitorear. Pero si De las Heras hace una encuesta, la sube al portal, tiene que informarle al INE cuándo la hizo, cómo la hizo, quién se la pagó, si el método es replicable; por eso existen los Massive Caller, Demoscopía… que hacen todo menos encuestas porque la autoridad no los rige”.
Bernardo Barranco comentó además que el universo de las encuestadoras es muy complejo, pues es técnico por una parte, pero también tiene un lado comercial, político y de vanidades “porque entre ellas mismas juegan a ver quién atina o quién está más cerca”.
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