Ana Castañuela
Por Ana Castañuela
Coahuila ha sufrido en nueve años 25 homicidios contra la comunidad LGBTIQ+, de acuerdo con las autoridades. De esos casos sólo tres han recibido justicia.
Pese a la ocurrencia de esos asesinatos, en el estado no están tipificados los crímenes de odio contra personas que forman parte de esa comunidad, dejándolas desprotegidas, revictimizando a quienes son blancos de las agresiones y abriéndole la puerta a la impunidad. Existe una iniciativa de ley en la materia, pero ésta se encuentra arrumbada desde 2019 en el Congreso estatal.
El caso Josban
El 2 de abril último Josban Humberto, de 42 años, quien trabajaba en el área de Salud, era estilista y abiertamente gay, fue reportado desaparecido… Una semana después lo encontraron muerto en una habitación de su casa, en la ciudad de Saltillo.
Un día antes de su desaparición, Josban Humberto salió a comer con un amigo. Horas más tarde no contestaba las llamadas y no regresó a su casa, lo que preocupó a sus amigos y familiares.
El 9 de abril pasado vecinos del fraccionamiento Lomas del Bosque reportaron a las autoridades municipales un olor fétido proveniente del interior de la casa de Josban.
La víctima fue hallada sin vida, con signos de violencia. Su cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición.
De acuerdo con la necropsia, Josban Humberto fue asesinado por sofocación debido a la obstrucción de orificios respiratorios.
La Fiscalía General del Estado (FGE) abrió una carpeta de investigación e informó que se identificaron a los sospechosos y que se trabaja en la solicitud de órdenes de aprehensión.
Ante los hechos, diversas organizaciones solicitaron a la fiscalía estatal investigar el caso con un protocolo adecuado, pues las características que presentaba el cuerpo de Josban indican que puede tratarse de un crimen de odio, pues la víctima abiertamente formaba parte de la comunidad LGBTIQ+.
Municipios peligrosos
El caso de Josban Humberto no es el primero en el estado. Desde 2015 hasta junio de 2024 suman 24 crímenes de odio contra miembros de la comunidad LGBTIQ+ en Coahuila, reporta el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio Contra Personas LGBT.
2017 fue el año en el que más casos se documentaron, con un registro de cinco homicidios violentos, seguido de 2018, con cuatro casos, y 2015 y 2023, con un registro de tres de ellos.
En 2016, 2019 y 2020 se registraron dos casos en cada año; en 2022 solamente se reportó uno y en 2021 ninguno.
En lo que va de 2024 se han denunciado dos homicidios violentos contra integrantes de esta comunidad en el estado, cifra que no toma en cuenta el caso de Josban. De ser así, Coahuila sumaría 25 crímenes de odio en casi una década.
De acuerdo con información disponible, de los 24 casos documentados únicamente se han iniciado 14 carpetas de investigación y de ellas 10 se judicializaron y únicamente tres casos se resolvieron, correspondientes a los municipios Nava, Saltillo y Torreón. En un caso más, la familia de la víctima renunció al proceso porque, a su decir, la fiscalía no actuaba ni daba resultados.
El presidente de la asociación civil San Aelredo, Noé Ruiz, una organización que trabaja en favor de la población LGBTIQ+ en Coahuila, y que forma parte del Observatorio, asegura que la cifra negra en el estado se calcula entre cinco y 10 casos anuales.
Los municipios con mayor incidencia criminal contra esta comunidad son Saltillo, Torreón, Monclova, Piedras Negras y Acuña, que son de mayor población.
Congreso indolente
En Coahuila se han presentado reformas para reconocer los derechos de las personas que forman parte de la comunidad LGBTIQ +, entre ellos, el matrimonio igualitario, adopciones o el cambio de identidad.
Sin embargo, hasta ahora no se ha logrado la tipificación de los crímenes de odio contra este grupo social, pese a los esfuerzos desde hace más de cinco años de diversos colectivos y asociaciones para legislar el tema.
El código penal estatal únicamente considera como agravante los homicidios motivados por preferencia sexual, pero no existe una que tipifica el crimen de odio.
En 2019 la entonces diputada Claudia Ramírez presentó una iniciativa con el fin de tipificar el crimen de odio contra la comunidad LGBT. Sin embargo, hasta la fecha permanece en comisiones para ser analizada y votada por el Congreso local.
Noé Ruiz explica que se considera un crimen de odio contra una persona que forma parte de la comunidad LGBTQ+ cuando se agrede o se comete el homicidio de una persona únicamente por su orientación sexual, identidad o expresión de género.
“Presentamos la iniciativa desde 2019. Esa iniciativa fue ciudadana en conjunto con la diputada Claudia Ramírez, pero la Legislatura estaba a punto de terminar, por lo que no tuvo impacto”, explica.
Ruiz destaca la necesidad de tomar en cuenta ciertas particularidades para que el homicidio cometido contra una persona de la comunidad LGBTQ+ sea considerado crimen de odio, como la manera en la que se encuentra el cuerpo, si éste presenta alguna mutilación en genitales o pechos –en el caso de las personas transexuales– y si el cadáver se halla amarrado, con signos de violencia y tortura.
Tras el caso de Josban, la presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, Luz Elena Morales, reconoció la urgencia para tratar los crímenes de odio hacia la comunidad LGBT, pues además de la falta de una ley en la materia, se carecen medidas de prevención efectivas para manejar estos casos en Coahuila.
Sin estadísticas oficiales
La falta de tipificación de los crímenes de odio impacta la data de los casos en las fiscalías. Además, no hay protocolos para tratar esos casos, no se investigan adecuadamente y se generan espacios de impunidad.
La fiscalía estatal confirmó que no cuentan con una data de homicidios con agravante por preferencia sexual o de crímenes de odio contra miembros de la comunidad LGBTQ+.
“Sin la tipificación no podemos tener un conteo, una cifra segura o una estadística, por eso su importancia”, lamenta Noé Ruiz.
Expone que el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio Contra Personas LGBT recopila datos de estos homicidios mediante notas periodísticas y denuncias en redes sociales, pero la falta de información en las fiscalías no les permite tener una estadística precisa.
Agrega que la tipificación de este delito va a permitir no sólo llevar una data de los casos, sino también darles un trato digno a las víctimas y asegurar que llegue la justicia porque hay situaciones en los cuales los deudos desisten del proceso tras la nula atención de las autoridades en los casos de homicidio por preferencia sexual.
“La justicia no siempre llega para los miembros de la comunidad LGBTIQ+. Existe un trato diferenciado y desigual para esta población en las fiscalías”, denuncia Noé Ruiz.
Señala que desde el registro equívoco de las personas transgénero ya se están violentando sus derechos y no se les da un trato digno.
“(Las autoridades) revictimizan mucho a las compañeras y compañeros desde las fiscalías, al decir: ‘Ah, es que era una mujer trans que se dedicaba al trabajo sexual’, ‘ah, es que por ser gay…’, ‘ah, es que fue un crimen pasional’.
“En Coahuila sí tenemos los crímenes de odio; sabemos que no los vamos a erradicar, pero lo que pedimos para el Estado es que por lo menos la tipificación sea una realidad”, finaliza.
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