Torreón, Coahuila.- El cubrebocas dejará de ser obligatorio en Coahuila a partir de mañana, cuando se publicará un nuevo decreto en el periódico oficial, así lo anunció este lunes el gobernador Miguel Ángel Riquelme tras la reunión del subcomité técnico regional de la Laguna.
El mandatario explicó que la decisión se tomó ante la baja positividad y a la cantidad de personas vacunadas contra el COVID-19, por lo que se enviará un oficio a cámaras empresariales, hospitales y centros comerciales y que esto se haga efectivo para los espectáculos, ya sean, deportivos, culturales u otros.
“Hoy tomamos una decisión que es de las más importantes en las últimas semanas, se retira la obligatoriedad del uso del cubrebocas y se empiezan a implementar los protocolos necesarios para que se vayan organizando a las personas en sus espacios de trabajo, escuelas y hospitales”, expresó.
Miguel Riquelme señaló que se va a socializar esta determinación, y que también se hablará con el área de turismo, para que se vaya definiendo dónde se recomendará la utilización de la mascarilla.
Instruyó al secretario de Salud, Roberto Bernal Gómez, a coordinarse con el secretario de Educación, Francisco Saracho Navarro, para que a este sector le quede claro esta nueva decisión.
Los acuerdos a los que se llegaron es que se autoriza el retiro del cubrebocas en Coahuila para el uso diario, excepto en toda persona con datos de infección respiratoria, hasta su recuperación y todo paciente que reciba tratamiento inmunosupresor, familia y cuidadores.
Así como en todos los mayores de 60 años cuando asisten a sitios cerrados y mal ventilados; las personas que no tienen vacuna contra el SARS-CoV-2 o tienen esquema incompleto; y los trabajadores de la salud durante la atención de los pacientes y en asilos.
Hasta que todos los alumnos tengan su esquema completo de vacunación, se recomienda continuar el uso de cubrebocas en las escuelas.
Por su parte, el secretario de Salud Roberto Bernal indicó que es importante vigilar la aparición de variantes de preocupación, disponibilidad de tratamientos y un adecuado porcentaje de población vacunada, para que el usar o no cubrebocas no represente un cambio significativo en el número de contagios.
Agregó que el verdadero reto es transmitir a la población el momento adecuado para volver a utilizarlo y explicó que el uso de la mascarilla debe formar parte de la cultura de la sociedad cuando se está enfermo o cuando hay alta circulación viral.
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