En la UAdeC, el montemayorismo alza la mano

julio 5, 2023
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Por Ana Castañuela

En 1994, impulsado por el entonces gobernador Rogelio Montemayor Seguy, Alejandro Dávila Flores fue electo rector de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) para el periodo 1994-1997. Hoy su nombre se baraja como uno de los posibles candidatos a la rectoría para un segundo período.

Dávila Flores continúa activo en la UAdeC. Es investigador del Centro de Investigaciones Socioeconómicas (CISE), el área en la que se atrincheró desde que en 1997 dejó la rectoría sin reelegirse. 

El exrector, consultado al respecto, niega estar en la ruta de buscar un segundo período y se dice concentrado en sus actividades docentes. Mientras tanto, entre los grupos universitarios, su nombre ya es mencionado con insistencia como una opción viable apoyada en relaciones políticas.

La reaparición de Dávila Flores en los reflectores y la vida universitaria inició en diciembre pasado, cuando a manera de homenaje y reivindicación, el actual rector Salvador Hernández Vélez, autorizó la imposición del nombre del exrector a la Infoteca Central localizada en la Unidad Camporredondo. 

El “homenaje” fue el primero de diferentes actos en los que Dávila Flores asiste, especialmente aquellos relacionados con la celebración por los 50 años de la autonomía donde se le ha visto particularmente cercano a Óscar Pimentel González, hombre clave en el equipo del gobernador electo, Manolo Jiménez, cuyo padre también participa activamente en los festejos de oro.

Como estudiante de la universidad, Dávila Flores fue participe de la vida estudiantil y formó parte de la federación de estudiantes y la sociedad de alumnos del Ateneo Fuente –que también cumple 50 años– donde coincidió precisamente con Pimentel y Manolo Jiménez padre.

En marzo de 1973 los tres formaron parte del Comité de Lucha por la Autonomía de la UAdeC junto con otros jóvenes que años después destacarían en la vida pública del estado, un movimiento que en algunos casos continuó con la participación en la Huelga Cinsa-Cifunsa de 1974 y, aún más, en la política coahuilense que resultaría en el ascenso de Dávila Flores a la rectoría.

Amistad, ruptura y reconciliación 

Durante el sexenio de Rogelio Montemayor Seguy, el secretario de Educación Pública del estado fue Oscar Pimentel, quien además influyó en diferentes procesos de la UAdeC, entre éstos, el arribo de Alejandro Dávila Flores a la rectoría en 1994.

Pimentel gozaba de amplios vínculos en la universidad desde los años setenta, cuando fue líder de la Corporación de Estudiantes Católicos, una organización de la que surgió una camada de académicos especialmente destacados en la Facultad de Ciencias Químicas, en el Instituto de Ciencias y Humanidades, cuyo antecedente, la Prepa Popular, fundaron en su época estudiantil. Además, numerosos servidores públicos fueron parte de la mencionada organización que, aunque católica, era progresista.

Octavio Pimentel, hermano de Óscar, era catedrático de la UAdeC y durante la rectoría de Dávila Flores fue designado director de Estudios de Posgrado e Investigación. Así mismo, su esposa, Lourdes Martínez, fue directora de la Escuela de Artes Plásticas hasta 1995.

En los años de la rectoría de Dávila Flores, a Lourdes Martínez la acusaron de una conducción irregular en la Escuela de Artes Plásticas. La trascendencia pública del caso, en una escuela de baja matrícula y poco presupuesto, apuntaba a las instigaciones del rector en contra de Octavio Pimentel González y su familia.

Óscar Pimentel admite que tuvieron diferencias y se distanciaron, pero, asegura, lograron superarlas con el tiempo y retomaron la relación. No precisa cuáles fueron esas diferencias.

“Somos grandes amigos desde la adolescencia y mantenemos esa amistad”, asegura.

El montemayorismo sigue presente en la Universidad, empezando por el propio Rogelio Montemayor. El exgobernador enfrentó uno de los escándalos de corrupción más graves del cambio de siglo. Una vez exonerado, se convirtió en 2020, por impulso del actual rector, Salvador Hernández Vélez, en presidente de la Fundación UAdeC, aunque en su historia no ha tenido mayor relación con la máxima casa de Estudios.

Hernández Vélez fue diputado local y federal, presidente la Fundación Colosio en aquel sexenio y es quien ha dado cabida a otros prominentes políticos de los noventa.

La reelección

Durante su periodo (de Dávila Pérez) como rector de la UAdeC se dio un movimiento laboral en el Hospital Universitario, lo que detonó diversas protestas e incluso una agresión en contra del entonces gobernador Rogelio Montemayor durante un Consejo Universitario. El rector había perdido el control, estaba aislado y furibundo.

Este hecho y la impericia de Dávila Flores deterioraron sus relaciones políticas dentro y fuera de la universidad, de manera que ya no se presentó a la reelección al término de su periodo en 1997, dejando el camino libre a José María Fraustro, quien llegó a la rectoría y estableció su grupo político, cuya hegemonía se mantuvo hasta 2017.  

Ahora, 27 años después de su primer periodo como rector, se presume que Dávila Pérez busca contender por la rectoría de la máxima casa de estudios en 2024 y conseguir un segundo periodo.

José María González Lara, investigador en la Dirección de Investigación y Posgrado de la UAdeC, y quien es cercano a Dávila Flores, destaca que, al haber sido rector únicamente por tres años, tiene oportunidad de ser reelegido, pues “el estatuto contempla dos oportunidades de periodos seguidos o en tiempo separado”. 

“Hizo un buen trabajo de infraestructura en la Universidad y si él desea aspirar a la rectoría está en todo su derecho legítimo”, considera José María González.

Entre las mejoras de la infraestructura en la Universidad durante el periodo de rectoría de Alejandro Dávila, González Lara destaca la creación de las infotecas centrales que aún continúan funcionando, diversos espacios deportivos, equipamiento en las facultades y el impulso a la investigación. 

Por ello, en diciembre de 2022 se llevó a cabo una ceremonia en la que se rindió homenaje al exrector Dávila Flores, en la que se le impuso su nombre a la Infoteca Central ubicada en la Unidad Camporredondo de la UAdeC. 

“La posibilidad de ganar cualquiera la tiene, nada más hay que tener un discurso persuasivo y una trayectoria importante –más que política, académica– para lograr persuadir a la comunidad universitaria con un plan de trabajo”, dice González Lara. 

Consultado al respecto, Mario Alberto Ochoa, exrector de la UAdeC (2007-2013), comenta que “quien cumpla con los requisitos que marca la legislación de la Universidad tiene todo el derecho, si quiere ser postulado o postularse a la rectoría de la universidad”. 

Agrega que hasta que se den los tiempos y se cumpla estatutariamente lo que establece la legislación de la universidad se podrá arrancar con dicho proceso de postulación. 

“Tanto en el caso del doctor Dávila como en el caso de cualquier otro universitario que aspirara a la rectoría, con que cumplan con los requisitos legales que establezca la legislación, pues adelante; ya será la propia comunidad de alumnos y profesores los que decidirán a quién quieren como rector de la universidad en el próximo periodo”, comenta.

Oscar Pimentel prefiere “no opinar” respecto a la supuesta reelección de su amigo Alejandro Dávila. 

Éste por su parte asegura que no está interesado en volver al cargo como rector en 2024; que únicamente está enfocado en sus cargos como docente e investigador de la universidad. 

“No tiene ningún fundamento (la versión de su postulación), yo sólo estoy dedicado a las actividades de investigación y docencia desde que dejé la rectoría y estoy muy contento realizando mi trabajo académico en la universidad”, expresó en entrevista con El Coahuilense.

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Ana Castañuela

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