Por Ana Castañuela
Dolores en las articulaciones, várices, fatiga muscular, cansancio extremo, infecciones urinarias y hemorroides son algunos de los riesgos de salud que enfrentan los trabajadores de diversas tiendas de autoservicio, quienes son obligados a permanecer parados durante más de 40 horas a la semana.
Tal es el caso de Marcela, de 56 años, cuya salud se ha visto afectada después de cinco años de trabajar como auxiliar en una tienda de autoservicio ubicada al poniente de Saltillo.
“Tenemos problemas de infecciones urinarias por estar paradas y no ir al baño para no descuidar el trabajo. A veces hasta hemos llegado al punto de utilizar toallas sanitarias”, confiesa Marcela.
Permanece de pie durante siete horas, y apenas logra tomar asiento durante la hora de comida a la que tiene derecho. Además, comparte que, si ella o sus compañeros no cumplen efectivamente con su trabajo, son castigados con tiempo extra o se les delegan trabajos que no les corresponden.
Lo mismo le sucede a Carmen, de 45 años, quien trabaja como cajera en un supermercado ubicado en la zona norte de la capital. Asegura: “No hay tiempo de descansar”.
“No, aquí no tenemos banquito. Trabajamos ocho horas. Usamos 30 minutos para comer y los otros 30 para ir al baño a sentarnos”, dice.
Marcela y Carmen no son las únicas que padecen este problema. En Coahuila hay 71 mil 400 empleados de ventas, despachadores y dependientes en comercios. Es la actividad laboral que más trabajadores registró el estado durante el tercer trimestre de 2024, de acuerdo con DataMéxico, de la Secretaría de Economía del gobierno federal. Sólo en Saltillo hay más de 70 tiendas de autoservicio de nueve diferentes cadenas nacionales e internacionales.
Un asunto de salud
Pese a que diversos estudios científicos han demostrado que estar de pie durante periodos largos trae repercusiones a la salud, como fatiga muscular y problemas cardiovasculares, poco se había hecho para regular que los empleados no estuvieran así durante jornadas laborales completas.
Fue hasta el pasado 4 de diciembre que el Senado aprobó la Ley Silla, una reforma a la Ley Federal del Trabajo que prohíbe principalmente a las empresas del sector servicios y comercio obligar a los trabajadores a permanecer de pie durante toda su jornada laboral. La ley tiene como propósito evitar repercusiones en la salud de los empleados.
Según lo establecido en la legislación, los empleadores deben proveer el número suficiente de sillas con respaldos colocadas de forma estratégica y accesible para el descanso periódico de los empleados.
El uso y tiempo de las sillas será regulado mediante el reglamento interior del centro de trabajo, según lo establecido en la reforma.
La propuesta se alinea con la NOM-035 que tiene como objetivo garantizar la salud mental de los trabajadores en los centros de trabajo, y al incumplirla no se garantiza un entorno laboral seguro ni saludable para los empleados como lo prevé la Ley Silla.
Al respecto, la diputada presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso de Coahuila, Luz Elena Morales, consideró que la aplicación de esta ley es un avance significativo en materia de derechos humanos, pues su implementación protege la salud y el bienestar de los trabajadores que permanecen de pie durante largos periodos en su jornada laboral.
“Sin duda en Coahuila hay sector de comercio, servicios, sobre todo industria manufacturera. Desconozco las circunstancias en las que están trabajando las personas en estos lugares, pero este tipo de iniciativas ayuda a garantizar mejores condiciones de trabajo y promueven ambientes más sanos”, dijo.
Además, consideró que la reforma debe ser vista por las empresas como una medida de respeto a los derechos laborales y no una imposición.
No es imposición, sino responsabilidad social
Si bien la ley entrará en vigor en junio de 2025, las empresas han evitado dotar de sillas o bancos a sus empleados hasta no estar formalmente obligados. A pesar de los riesgos a la salud que implica para los trabajadores, auxiliares, cajeros y encargadas de cocina, carnicería y salchichería aún son obligados a permanecer de pie para realizar su trabajo.
De las más de nueve cadenas distintas de tiendas de autoservicio presentes en Saltillo (Bodega Aurrerá, Soriana, Alsuper, Merco, Ley, Mi tienda del Ahorro, HEB y Walmart), únicamente los cajeros de la cadena internacional HEB y la cadena lagunera Soriana cuentan con sillas o un banco para realizar su trabajo.
“Hay supermercados que ya lo están implementando, otros que ya lo tenían o tenían banquitas. Sin embargo, muchas industrias, supermercados y empresas están esperando a que entre en vigencia esta ley”, expuso la legisladora.
Explicó que el problema radica en que las empresas ven la Ley Silla como una imposición y no como responsabilidad social. Aseguró que su aplicación no sólo es un derecho, sino también ayuda a la salud laboral y por ende a la productividad de los trabajadores.
Una vez entre en vigor la Ley Silla, si los empleadores no cumplen con las disposiciones, pueden ser objeto de multas que oscilan entre 250 y dos mil 500 veces la Unidad de Medida y Actualización, equivalente a 27 mil 142 pesos, que pueden ascender hasta más de 270 mil.
Además, en casos de reincidencia y a juicio de la Inspección Laboral, se prevé el ordenamiento de la suspensión temporal de actividades de aquellas empresas que incumplan la ley.
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