Los familiares de los diez mineros atrapados en el pozo El Pinabete desde el 3 de agosto de 2022 están perdiendo la esperanza de recuperar los cuerpos de sus seres queridos.
Con el paso de los días, el desánimo crece debido a los retrasos en las labores de rescate, obstaculizadas por la acumulación de agua que impide el acceso a las galerías donde se presume están los trabajadores.
El caso de Don Antonio Cabriales Balderas, padre de uno de los mineros, Mario Alberto Cabriales, es especialmente conmovedor. A sus 82 años, mantiene la fe en que los restos de su hijo sean rescatados, aunque sean «los puros huesitos«.
Sin embargo, su salud se ha visto afectada por la angustia, rehusándose a alimentarse adecuadamente y causando preocupación a su familia. Por ello, los médicos han iniciado una serie de análisis para evaluar el estado de salud de Don Antonio.
Mientras tanto, su familia expresa una creciente preocupación y hace un llamado al Gobierno Federal para que cumpla con su promesa de rescatar los cuerpos de los mineros, proporcionando así un cierre a las familias afectadas por la tragedia.
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