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Por Ethel Arredondo
Gómez Palacio, Durango.- Grupo Vida realizó la mañana de este 30 de agosto, un plantón en la plaza principal del centro, que aseguraron más que de protesta, es para visibilizar los rostros de su gente, pero también para ofrecer el apoyo e información a familias que recién hayan sido afectadas con la desaparición forzada de algún familiar.
María Guadalupe Sandoval, coordinadora de Búsqueda de personas desaparecidas Grupo Vida, Laguna A.C. en La Laguna de Durango se dio cita a este paseo público. Dijo que existe siempre la esperanza de que alguien tenga información importante de sus seres queridos que ayude a las investigaciones.
“Todas las fechas y los días son importantes, cada día si tenemos una búsqueda, pues es un avance y es importante para nosotros, pero este día pues es especial. Estamos haciendo visible la cara de nuestros familiares”, explica.
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Añade que puede ser que al ver las fotografías, alguien los haya visto y brinden información nueva. También se plantan para ser apoyo para otras familias, “por si tienen alguna persona desaparecida y no sepan a dónde recurrir, el colectivo pueda brindarles toda la información, para en lo posible agilizar los trámites y dar paso a la investigación o búsqueda”.
“Estamos aquí para que acepten lo que está pasando con nosotros y que sigue pasando, en algunos casos es voluntaria la desaparición o en otros casos forzada. Siempre hemos querido que se erradique pero yo creo que no se va a poder. Falta interés del Gobierno Federal que empiece desde arriba”, considera.
María Guadalupe es madre de Luz Alejandra Martínez Delgado, quien desapareció el 5 de febrero de 2010, en la comunidad de Lucero en Tlahualilo.
Guadalupe Delgado Sandoval esperó los últimos cuatro años a que se llevara a cabo un operativo de búsqueda en la comunidad de Ceceda, ahí mismo Tlahualilo, luego de que investigaciones e información que ha obtenido con el tiempo, indican que el cuerpo de su hija pudiera ubicarse dentro de una noria ahí ubicada. Desafortunadamente la noria tiene más de 100 metros de profundidad y tiene un tubo que impide llegar hasta el lugar donde podría estar el cuerpo de Luz Alejandra y de al menos otras cinco personas.
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